Mientras paseaba con su marido por la ciudad de Beit She’an a principios de diciembre, una mujer israelí encontró dos bustos de la era romana.

La pareja llamó la Unidad de Prevención de Robos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI). Un equipo de investigadores llegó enseguida al lugar del descubrimiento y desenterró el primer busto. Al rato encontraron el segundo justo al lado.

Para los israelíes es bastante común estar de excursión o trabajando en algún sitio y encontrar tesoros arqueológicos. Tal y como informó ISRAEL21c en 2017, un jardinero halló un antiguo anillo en el norte del país..

Por ley, las antigüedades pertenecen al Estado y no se pueden guardar, vender o negociar. Aquellos que las entregan a la AAI reciben un certificado de buena ciudadanía, viajes especiales y, claro está, la atención de los medios de comunicación.

Las estatuas encontradas en Beit She’an, que pertenecen al último periodo del Imperio Romano (siglo III-IX D.C.) fueron recogidas por personal de la entidad que se ocupa de preservar las piezas históricas.

Según Eitan Klein, vicepresidente de la Unidad de Prevención de Robos de la AAI, «los bustos fueron hechos con piedra caliza local y muestran rasgos únicos faciales, detalles en la ropa y peinados. Parece que al menos uno de ellos representa a un hombre barbudo. Por lo general, este tipo de piezas se colocaban cerca o en las tumbas y puede que representaran la imagen del difunto».

Klein afirmó que, con anterioridad, bustos parecidos a estos ya habían sido encontrados en la zona pero también al norte del río Jordán. “Difieren el uno del otro y en ello reside la importancia de estos hallazgos. Estos bustos tienen un estilo oriental, que muestra que em el final del Imperio Romano, la tendencia artística clásica se fue perdiendo y el arte local era lo que predominaba”, explicó.

De acuerdo con Nir Distelfeld, un subordinado de Klein en el organismo, los bustos aparecieron tras las fuertes precipitaciones en la zona.

Nir Distelfeld con los dos bustos en Beit She’an. Foto: Eitan Klein/Autoridad de Antigüedades de Israel

«Este descubrimiento es otra de las piezas del rompecabezas que nos permite conocer mejor la cultura de la gente que habitó esta zona en el pasado», comentó Distelfeld. Y añadió: «Es importante tener en cuenta que las fuertes lluvias del invierno pueden traer a la superficie otros hallazgos. En ese sentido, invitamos a la gente que los encuentre a ponerse en contacto con nosotros».

Tiempo atrás, un grupo de arqueólogos halló monedas, anillos, brazaletes y utensilios para cosméticos entre ollas, jarrones, platos y antiguos hornos de arcilla en las ruinas del sitio, de unos 900 años de antigüedad, situado en una colina cerca a Modi’in y llamado Givat Tittora.

Joyas encontradas en la cocina en una torre de los cruzados. Foto: Vered Bosidan/Autoridad de Antigüedades de Israel.

“Parece que las cocineras de la época no eran lo suficientemente cuidadosas con las joyas que llevaba puestas mientras cocinaban y horneaban”, explicó Avraham Tendler, director de excavación de la Autoridad de Antigüedades de Israel.