Revital Nadiv es cofundadora de Re-Fresh Global, una compañía ecológica de Israel que brinda actividades de sensibilización y consultoría en el campo de la innovación en moda sustentable.

ISRAEL21c en Español la consultó respecto a qué acciones habría que tomar para poder seguir consumiendo indumentaria pero con más consciencia sobre el medio ambiente.

Revital Nadiv, cofundadora de Re-Fresh Global. Foto cortesía de Revital Nadiv

La industria textil, particularmente el sector de vestimenta, es notoriamente insustentable. Y los siguientes hechos lo confirman:

  • Hacen falta 1.320 litros de agua para producir un par de jeans
  • Cada año, los minoristas de ropa tiran o queman 13 millones de toneladas de artículos sin vender
  • Cerca del 60 por ciento de los materiales usados en la industria de la moda están hechos de plástico
  • La industria textil es responsable de entre el 8 y el10 por ciento de las emisiones de carbono (más que todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo combinados)
  • Un 20 por ciento de la contaminación por aguas residuales industriales en todo el mundo se origina en la industria de la moda.

Ante esta dramática situación, Re-Fresh Global creó un proceso biotecnológico para reciclar desechos textiles como materias primas de fabricación.

El proyecto comenzó en Israel y actualmente tiene su sede en Berlín.

A la izquierda, Viktoria Kanar y Revital Nadiv, socias de Re-Fresh Global. Foto: Boaz Arad

La mayoría de las personas no se volverán de inmediato unas superestrellas de la moda sustentable pero los consejos de Nadiv pueden ayudar a generar mejores toma de decisiones en lo que respecta a una vestuario más ecológico.

  1. Leer la letra pequeña

Varios grandes minoristas, como H&M y Mango, ya usan textiles reciclados en la producción de sus prendas.

Pero para evitar ser engañados por el lavado verde, lo mejor es leer la etiqueta con cuidado para ver si el porcentaje de material reciclado es lo suficientemente significativo como para elegir un artículo por sobre otro.

  1. Buscar una etiqueta de certificación

Diferentes organizaciones en el mundo certifican a las compañías de moda en función de parámetros que incluyen la sustentabilidad y su impacto en el medio ambiente. Algunos ejemplos son B Lab, Cradle to Cradle Certified y OECO-TEX.

  1. Considerar la calidad

Para prolongar la vida útil de un artículo, lo mejor es optar por materiales de calidad.

«Por ejemplo, Eileen Fisher usa principalmente lana, que se puede usar durante mucho tiempo y se puede reciclar hasta el infinito”, afirmó Nadiv. Desde 2009, esa marca también recuperó más de 1,5 millones de prendas para revenderlas, donarlas o reutilizarlas en artículos nuevos.

  1. Elegir el diseño para el desmontaje

Cualquier prenda de vestir con botones, tachuelas de metal o cremalleras terminará en un vertedero porque es difícil reciclar algo con muchos accesorios adjuntos.

  1. Lo natural es lo mejor

En general, cuanto más natural es el material, menos impacto tiene en el medio ambiente porque tiene menor toxicidad y es más fácil de reciclar.

Es, sin embargo, un tema complejo porque, por ejemplo, el cultivo convencional de algodón usa mucha agua y pesticidas, degrada el suelo y libera gases de efecto invernadero. El algodón orgánico cultivado de forma sustentable es una opción más ecológica.

  1. Comprar productos locales

Una buena acción es apoyar a diseñadores y fabricantes locales.
Ellos pueden ser transparentes sobre la cadena de valor del producto, comenzando por dónde se cosió y en qué condiciones.
Además, la prenda tiene una huella de carbono más baja ya que no se envió desde muy lejos.

  1. Alquilar en lugar de comprar

Si el usuario necesita un vestido o un traje caro para una ocasión especial, es recomendable visitar alguna plataforma de alquiler de ropa en línea en lugar de una tienda minorista.

“Algunas tiendas permiten comprar una prenda para una noche, devolverla al día siguiente y obtener un reembolso del 85 por ciento del dinero”, indicó Nadiv.

  1. Comprar vintage y de segunda mano 

Antes de comprar algo nuevo es bueno ver si se puede encontrar una versión anterior de lo que está buscando.

Además de las tiendas de segunda mano tradicionales, siempre es posible unirse a grupos locales de Telegram y WhatsApp dedicados a la venta de artículos de segunda mano o descargar aplicación de ropa y artículo de segunda mano en la que se reciben créditos tokens para usar en compras dentro de la plataforma.

Es una forma de ahorrar dinero y la prenda con poco uso se salvará del vertedero o la incineración.

  1. Organizar un intercambio

Cuando la gente se canse de una prenda de vestir o un accesorio -o ya no le quede bien- se recomienda cambiarlo en vez de tirarlo.

Por ello es interesante organizar una feria física de intercambio de ropa para amigos o descargar una aplicación local de intercambio de ropa donde los miembros crean armarios digitales para que otros en el área los examinen.

  1. Reutilizar el viejo uniforme

Muchas personas usan uniformes para trabajar. Una vez que se desgastan hay pocas opciones además de desecharlos.
En ese sentido, Nadiv sugierió buscar una empresa que acepte uniformes para el reciclaje de textiles.

“Hay más de 20 nuevas empresas en el mundo, incluida la nuestra, que están reutilizando textiles”, reveló.

  1. Si no se puede vender, mejor donar o reutilizar

Algunos artículos usados se pueden donar a organizaciones benéficas. Otros como calcetines, ropa interior o prendas de vestir en mal estado, no serán aceptados y acabarán enterrados o quemados.

Siempre que sea posible, hay que reutilizarlos. ¿Cómo?

Los calcetines con agujeros, como paños de limpieza. Las piezas de un vestido viejo, en un proyecto de manualidades como una colcha de retazos o una muñeca de trapo.
Las áreas manchadas de una camisa pueden ser quitadas y reutilizar el resto como pañuelos.