No parece que en el Israel de hoy pueda haber un lugar sin un carrito de comida.

Luego de surgir como una solución para salir a comer de manera segura y tomar aire fresco durante la pandemia, las opciones de alimentos móviles ya se han vuelto un elemento permanente en áreas que van desde un acantilado con vistas al Mediterráneo hasta una arboleda al borde de un kibutz.

En estos días sin limitaciones de confinamiento y con una diversidad de opciones, los israelíes pueden encontrar un carrito de comida (o un camión) donde sea que se encuentren o según el tipo de menú que prefieran.

La mejor manera de hacerlo es a través de páginas de redes sociales como Coffee Trail (en hebreo) donde los fanáticos de los carritos de comida comparten con entusiasmo su hallazgo favorito e incluso dan consejos sobre otras actividades disponibles en la zona.

La página web de Coffee Trail enumera cuáles son kosher, abren los fines de semana, tienen Wi-Fi y más detalles.

A su vez, Tripping in Israel (en inglés) es otro sitio para buscar recomendaciones de carritos de comida.

Los siguientes son los cinco carritos de comida preferidos de ISRAEL21c en Español de acuerdo con el tipo de oferta que tienen:

  1. Exótico
Foto cortesía de Casa da Dona María – Bar Boteco

Casa da Dona Maria – Boteco Bar está ubicada en el kibutz Regavim cerca de Pardes Hanna-Karkur y sirve auténtica comida brasileña del estado nororiental de Bahía.

Allí es posible comer la tradicional feijoada (guiso de carne con frijoles negros) sobre arroz, acaraje (tortas crujientes de frijoles y cebolla fritos en aceite de dende), pan de queso, coxinhas (croquetas de pollo) y beber una caipirinha (cóctel de cachaça, lima y azúcar).

Casa da Dona María, un carrito de comida brasileña en el norte de Israel. Foto cortesía de Janine Ferreira Asulin

Su dueña Janine Ferreira Asulin emigró de Salvador de Bahía a Israel hace 18 años. Luego de que la pandemia le pusiera fin a su trabajo en el turismo receptivo, decidió abrir su carrito de comida, que está pintado de azul, amarillo y verde, los colores de la bandera brasileña.

El carrito de la barra de Boteco se encuentra en una arboleda en el borde del kibutz donde Asulin vive con su esposo nacido en Israel.

Este espacio se ha convertido en un punto de encuentro para los brasileños en Israel y para los israelíes de los alrededores de Binyamina y Givat Ada.
A menudo hay música brasileña en vivo con bailarines de samba profesionales que atraen a la multitud a unirse.

  1. Retro
Comensales en el carrito de comida de Ramota en el moshav Ramot Hashavim. Foto: Elana Shap

Ramota se ubica bajo la sombra de los ficus fuera del centro comunitario del moshav Ramot Hashavim entre Hod HaSharon y Ra’anana.

Aunque cada uno de los tres socios de este carrito de comida tiene apenas 24 años, ellos optaron por decorar con viejos discos de vinilo, postales y otra parafernalia nostálgica acorde con la atmósfera de ese pueblo consolidado fundado por emigrados alemanes en 1933.

Ben Kushelevich, uno de los dueños, le contó a ISRAEL21c en Español cuenta cómo el trío de amigos de la escuela secundaria tuvo que dejar de lado sus planes de un viaje posterior al Ejército cuando llegó la pandemia.

Sí, cambiaron los planes por la apertura de un carrito de comida con la ayuda de algunos familiares emprendedores.

Ramota sirve sándwiches gourmet como camembert con pera, nueces y miel; así como ensaladeras y zumos (remolacha/manzana o apio/jengibre y batidos).

El helado y la pizza son los favoritos de los niños que llegan con sus padres después de las actividades en el centro comunitario o del patio de recreo adyacente.

Los socios también dan espacio a la venta de mercaderías de otros negocios locales como tablas de servir de madera de un taller de carpintería cercano, plantas en macetas de un vivero y mangos de una granja del área.

  1. Israelí

El camión de comida Jachburg se estaciona todos los sábados por la mañana en el césped junto al parque infantil en Sde Warburg, un pueblo cerca de Kfar Saba.

La especialidad de Liraz Eliyahu es el yajnun hecho a mano: es un panificado yemenita que se come con huevo duro, tomates rallados y sjug, un ardiente condimento verde.
Las personas con intolerancia al gluten pueden reservar yajnun de espelta.

El menú también ofrece malawaj (otro pastel salado yemenita) y malabi, un budín de leche cubierto con jarabe dulce con aroma a rosas, coco rallado y nueces.

  1. Algo más inusual
¿Por qué tener un camión de comida cuando se puede tener un autobús de comida? Foto cortesía de Greenbus

Greenbus en el moshav Yogev en el valle de Jezreel es un autobús de la empresa Egged convertido en espacio de comida y estacionado junto a un campo de espárragos.

El propietario Eyal Heidemann sirve pizza, focaccia, ensaladas y papas al horno rellenas. Los viernes por la mañana es posible ordenar un desayuno israelí con shakshuka  (huevos en salsa de tomate).

Heidemann es uno de los veteranos propietarios de camiones de comida de Israel ya que comenzó el negocio en 2017 después de cerrar su pub.

Se le ocurrió la idea de un autobús de comida después de que sus amigos le contaran que los vehículos de Egged se sacan de circulación después de 15 años de servicio y se ponen a la venta.

La mayoría de los asientos en Greenbus se ubican al aire libre pero también hay algunas mesas y sillas dentro del autobús.

Otras atracciones cerca de allí son una escuela de circo que ofrece espectáculos y el manantial de Adad a aproximadamente 1,5 kilómetros de distancia.

  1. Comida y arte
Un croissant de mantequilla servido con bayas en el carrito de comida de Artura. Foto: Maya Yosefi

Artura se encuentra en el campus del Centro Académico Ruppin en el valle de Hefer.

La propietaria es la chef profesional Maya Yosefi, que instaló el carrito de comida seis meses después de que se declarara la pandemia.

Yosefi sirve un croissant mantecoso rebosante de crema de pistacho y adornado con bayas.

Pastel canelé en Artura. Foto: Maya Yosefi

También está el canelé, un pastel francés aromatizado con ron y vainilla con un centro de crema suave y una corteza dorada caramelizada.

El menú también incluye cuencos de açai y espirulina, pudines de tapioca, sándwiches con pan de masa madre, ensaladas y pizza.

Después de comer algo, es posible visitar la galería en el complejo de artes, que también alberga talleres, cursos y eventos interesantes.