Un niño de 11 años que estaba de excursión en el sur con su familia se topó con una antigua y extraña estatuilla que luego entregó a la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA).

El objeto, data de un período entre los siglos VI y V a.C., habría servido como un amuleto para proteger a los niños o bien aumentar la fertilidad., que solo tiene otra estatuilla de este tipo.

El pequeño Zvi Ben-David recogió la estatuilla de cerámica en Nahal Habesor y su madre, una guía turística profesional, notó la importancia del hallazgo y se puso en contacto con la Autoridad de Antigüedades de Israel, que acudió de inmediato para tomar la figura y entregarle al niño un certificado de reconocimiento por su buena ciudadanía.

La estatuilla fue añadida a la colección de Tesoros Nacionales, donde ahora será investigada.

“De siete centímetros de alto y seis de años, la figura se hizo en un molde. Muestra a una mujer con un pañuelo que le cubre la cabeza y el cuello, rasgos faciales esquemáticos y una nariz prominente. La mujer tiene los pechos desnudos y las manos cruzadas debajo del pecho”, explicaron el arqueólogo de la IAA Oren Shmueli y la curadora Debbie Ben Ami.

De acuerdo con los especialistas, la figura se usó al final de la Edad del Hierro o en el período persa, la época tardía del Primer Templo de Jerusalén o el regreso a Sión.

El amuleto representa a una mujer con el pecho desnudo. En la antigüedad se creía que protegía a los niños o aumentaba la fertilidad. Foto: Yevgeny Ostrovsky/Autoridad de Antigüedades de Israel

“Se conocen figurillas de cerámica de mujeres con el pecho desnudo de varios períodos en Israel, incluida la era del Primer Templo. Eran comunes en el hogar y en la vida cotidiana, como la hamsa actual. Aparentemente sirvieron como amuletos para dar protección, buena suerte y prosperidad”, agregaron Shmueli y Ben Ami.

En la antigüedad, dijeron también, la comprensión médica era rudimentaria. La mortalidad infantil fue muy alta y alrededor de un tercio de los nacidos no sobrevivió.
Había poca higiene y el tratamiento de fertilidad no existía. En ausencia de la medicina avanzada, los amuletos brindaban esperanza y una forma importante de pedir ayuda.

Ben-Zvi no es el primer niño de Israel que se topa con antigüedades: el año pasado, un niño de 13 años que buscaba hongos encontró una antigua lápida y en 2015, otro pequeño de ocho años encontró la cabeza de una estatuilla de la diosa de la fertilidad.