Según Walied Khoury, un herrero de la aldea de Fassuta en el oeste de Galilea, en Europa, los herreros pasan su oficio de padre a hijo.

En Israel, sólo hay unos ocho herreros en todo el país y Khoury, que es uno de ellos, aprendió el oficio casi por casualidad.

Se trata de un hombre simpático vestido con una camiseta que dice HERRERO, con un tatuaje de un yunque en el antebrazo, la cabeza rapada y una barba a la moda. Parece más un motociclista que un herrero.

Su taller está en su casa, una gran vivienda de piedra que pertenece a su familia desde hace muchos años.

Esta casa no es solo su lugar de nacimiento, sino también el lugar donde nació su oficio.

“Nací aquí mismo en 1967”, dijo Khoury, de pie en lo que ahora es su galería llena de su obra de arte creativa compuesta de puertas de hierro, candelabros, rosas, ganchos, menorás, armazones de cama, esculturas de escenas bíblicas y más.

En su taller de herrería hay dos yunques, uno de los cuales fue la inspiración para el tatuaje en su brazo.

Uno de los yunques y martillos de Walied Khoury. Foto: Diana Bletter

“Los yunques tienen más de 1500 años”, reveló Khoury, sumergiéndose directamente en su tema favorito mientras caminábamos por la galería hasta la terraza de su casa donde comenzó su historia.
Desde allí, contemplamos la vista de las verdes colinas que se extendían en la distancia.

“Allí está el moshav Netua. Y más allá, en la siguiente colina, está el Líbano”, describió.

Walied Khoury en su terraza con su camiseta de herrero con una vista del Líbano. Foto: Diana Bletter

Fassuta tiene alrededor de 3.000 habitantes -todos católicos- y la mayoría de ellos se llaman Khoury.

“La población no ha aumentado en todos estos años. Estamos lejos de las cosas. Más personas se van de las que vienen”, reveló.

Sus padres eran dueños de una fábrica de carne con 50 empleados. “Yo era un hombre de ventas; eso es todo lo que hice, conducir por todo el país. No hice nada físico”, se sinceró.

Taller de soldadura

Pero todo eso cambió con la Segunda Guerra del Líbano en 2006. “Los cohetes Kaytushas caían a nuestro alrededor. Todos en el pueblo huyeron. Nadie quedó aquí. Era demasiado peligroso. Sin embargo, mi esposa estaba embarazada y no podíamos irnos. El pueblo estaba vacío”, recordó.

En plena guerra, Khoury quiso hacer un pasamanos para las escaleras de su casa. Su padre, que solía cuidar al soldador en su fábrica, le dijo a Khoury cómo hacerlo.

“Me encantaba soldar. Me gustó la idea de que puedes tomar una barra simple y hacer algo interesante”, contó.

Walied Khoury muestra la barra de hierro que pronto convertirá en arte. Foto: Diana Bletter

Así, empezó a soldar como hobby. Luego sus padres cerraron su fábrica y el 1 de enero de 2008 abrió un taller de soldadura.

Hasta 2012, Khoury hacía “cosas simples” de hierro, pero le agregaba su propio toque creativo.

Walied Khoury trabaja en su herrería. Foto: Diana Bletter

Al igual que otros herreros modernos, Khoury usa herramientas y técnicas que se han utilizado durante muchos siglos.
Una daga encontrada en Egipto, que data de 1.350 AC, muestra evidencia de que un antiguo herrero la había calentado y martillado para darle forma.

En todo el mundo existe un creciente interés en este antiguo oficio, y Khoury encontró información sobre cómo calentar y dar forma a los metales utilizando altas temperaturas de una manera muy moderna. Y lo hizo a través de YouTube.

Walied Khoury en el horno que construyó siguiendo las instrucciones de YouTube. Foto: Diana Bletter

Obviamente, no se puede aprender todo al cien por ciento en YouTube. Hay que añadir la propia imaginación pero aprendí mucho. Durante la noche, después del trabajo, miraba y estaba fascinado. Incluso construí un horno para mi trabajo de hierro viendo YouTube”, afirmó.

Cuatro días para aprender

Walied Khoury con su escultura de Eva y el árbol en el Jardín del Edén. Foto: Diana Bletter

Una vez que tuvo un horno, el herrero necesitó el carbón para meter en él.

Fue entonces cuando condujo para reunirse con Uri Hofi en el kibutz Ein Shemer, a cien kilómetros de distancia en el centro de Israel.

Hofi, entonces de 77 años, es considerado un maestro herrero.

Un herrero escribió en su blog: “Algunos dicen que Uri Hofi es para la herrería lo que un Beethoven moderno sería para la música”.

Hofi solía viajar para enseñar en Europa y EEUU y se ofreció a enseñarle a Khoury en exactamente cuatro días.

No fue algo de padre a hijo pero la historia parece más linda porque Hofi, un judío, le pasó su oficio a Khoury, un católico.
Khoury todavía visita a Hofi, que ahora se acerca a los 90 años.

La enseñanza quedó: la primera escultura de Khoury ganó el primer premio en un concurso en Inglaterra en 2014.
Desde entonces ha expuesto varias veces en Italia.

¿No es extraño que en un mundo de alta tecnología el herrero de la Galilea esté haciendo algo que parece tan antiguo?

“Les digo a mis hijos, el dinero no lo es todo. Deberían hacer lo que aman”, respondió.

Las herramientas de herrería de Walied Khoury. Foto: Diana Bletter

Khoury vende hoy su artesanía de hierro en todo el país y en el extranjero. También dirige talleres en su herrería para hasta 12 personas.

Para mostrarle su trabajo a ISRAEL21c en Español, tomó una barra de hierro de 12 centímetros, encendió su horno, la calentó y se puso a trabajar, estirando lentamente el hierro y dando forma a una hoja como regalo para la cronista, que pudo presenciar un antiguo oficio en cuestión de minutos.

Hoja acabada de Walied Khoury. Foto: Diana Bletter

Para más información sobre cómo visitar el taller de Walied, clic aquí y para saber sobre eventos y recorridos en la Galilea occidental, aquí.