Como en muchas de las fiestas judías, en Purim se celebra la salvación de la casi aniquilación de último minuto del pueblo judío y su redención. En esta historia, Mordejai y Ester son los héroes frente al malvado Hamán.

Pero por emocionante que sea, los detalles de esta épica historia de la Biblia son bastante conocidos. Es por eso que este artículo tiene información adicional sobre hechos casi igualmente importantes relacionados con la fiesta.

1. Orejas de Hamán: ¿sí o no?

Orejas de Hamán (oznei Hamán en hebreo). Foto: Noam Revkin Fenton/Flash90

Cuando se trata de qué comida especial para alguna fiesta judía es la más rica, la disputa es cabeza a cabeza. Por error, algunos pueden señalar la matzá de Pésaj pero son las orejas de Hamán lo que puede dividir a las familias y separar a las personas.

Estos triángulos de masa de aspecto inocente generan respuestas increíblemente emocionales: o se espera todo el año su llegada (son crujientes y mantecosos, y están rellenos) o apenas se puede ocultar el disgusto por estas galletas secas y su horrible interior de semillas de amapola.

De esta forma, si el plan es enviar “mishloaj manot” (se explica más adelante), una sugerencia es verificar con anticipación si el destinatario ama este dulce o no. En el caso de no poder averiguarlo, la mejor opción es enviar las orejas rellenas de chocolate.

2. Es una “mitzvá” emborracharse. ¡Pero no demasiado!

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En Purim hay una obligación religiosa que para muchos es polémica: hay que emborracharse. Sí, es un precepto que los adolescentes judíos de todo el mundo llevan a cabo de manera más que precisa.

El tema de la bebida alcohólica en esta fiesta proviene de una declaración talmúdica que indica que hay que beber hasta que no se pueda distinguir entre el malvado Hamán y el bendito Mordejai. Hay innumerables comentarios y debates sobre cuánto se debe beber en realidad. La conclusión de que no hay que perder el control de la situación ni beber en exceso como si no hubiera un mañana.

3. ¿Disfrazarse sí o no?

Mientras el resto del mundo celebra Halloween, aquí en Israel está Purim. Y hay que esperar hasta esta fiesta para vestir disfraces.

La costumbre se remonta a la Edad Media, y más específicamente a los judíos italianos del siglo XV que fueron influenciados por la temporada de carnaval cristiano. A lo largo de los años la costumbre se extendió a través de las comunidades judías de Europa y se convirtió en la marca más identificable de la festividad.

Sin embargo, hay una razón más tradicional para disfrazarse: todos los personajes del Libro de Ester estaban disfrazados.
¿Cómo? A ver, Ester mantuvo su identidad en secreto, Mordejai permaneció fiel a su pueblo mientras estaba en la corte, y Dios, que si bien no es mencionado en la historia, ayudó a los protagonistas a alcanzar un final feliz.

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Atención: los disfraces también son imprescindibles en las oficinas modernas porque Purim no es un feriado oficial para los trabajadores israelíes. ¡No se recomienda ir al trabajo vestido de civil si no se quiere pasar un mal momento! No solo que la persona que lo haga será calificada para siempre como aguafiestas, sino que sufrirá su mal humor en un rincón mientras todos los demás participan de la competencia obligatoria de los mejores disfraces.

Y sí, este comportamiento festivo tiene lugar en casi todas las oficinas en todo Israel, por lo que realmente no es posible escaparse de los compañeros de trabajo.

4. Purim en Tel Aviv: lo más de lo más

Todo el mundo sabe que Tel Aviv es la capital de la diversión en la región pero no todos conocen que sus orígenes divertidos nacieron en las celebraciones de Purim hace más de 100 años.

En 1912, un grupo de jóvenes y artistas de Tel Aviv organizó un desfile de Purim en el que las personas salieron a las calles vestidas de acuerdo con la historia de la fiesta, las escenas bíblicas, la historia judía y la vida en el Estado antes de la independencia.

El desfile tuvo lugar en el centro de la ciudad recién establecida y se convirtió en un éxito, lo que llevó a las autoridades municipales a adoptarlo como una celebración anual.

Esta fiesta consolidó la reputación de la Ciudad Blanca como un sitio divertido y aunque la procesión más grande llamada “Adloiada” se mudó a la vecina ciudad de Holon hace décadas, Tel Aviv sigue siendo el lugar más querido de Israel para festejar Purim.

5. Papel tisú y maquillaje: ¡se vienen los zombis!

Los zombis son un curiosidad durante los festejos de Purim. Foto: Gili Yaari/Flash90

Para todos aquellos que piensan que disfrazarse de personajes de Disney es algo naif, existe algo especial: el desfile anual de zombis de Tel Aviv.

Lamentablemente este año no se realizará por la pandemia. Pero los muertos vivientes sabrán esperar.

6. ¿Qué son los “mishloach manot”?

Los «mishloaj manot» tradicionales de Purim contienen cotillón, golosinas y orejas de Hamán. Foto: Shutterstock.

En Purim, los judíos están obligados moralmente a repartir “mishloach manot” o paquetes de comida tanto a los amigos como a los más necesitados. Lo que comenzó como un acto de caridad es ahora es una oportunidad para mimar a vecinos, maestros y colegas con productos deliciosos cuidadosamente elaboradas y envueltos. Y, claro está, ser recompensados ​​con esfuerzos igualmente amables.

Sugerencia importante: es bueno esforzarse con estos paquetes de comida que los niños llevan a la escuela. Si todos cumplen, nadie se sentirá defraudado.

7. ¿Hamán? ¿Quién es?

Los fanáticos de Harry Potter saben bien acerca de “el que no debe ser nombrado”. Pero el pueblo judío se jacta de tener un Lord Voldemort mucho más antiguo: se trata de Hamán, el villano del Libro de Ester.

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Según la historia bíblica, Hamán era visir del rey Asuero. Este sujeto convenció al monarca de matar a todos los judíos del Imperio persa pero su malvado complot fracasó debido a los heroicos esfuerzos de Ester, la esposa del rey, y su tío Mordejai. Lo que ocurrió es que en vez de aniquilar al pueblo judío, Hamán terminó colgado en la horca.

En Purim, esta milagrosa historia es contada en la sinagoga. Y para expresar el desdén del pueblo judío hacia el vil Hamán, cada vez que se menciona su nombre toda la congregación hace un gran ruido con matracas para que no se oiga su nombre.

¡Esto en Hogwarts no pasaría!

8. Coronavirus: ¿cómo disfrazarnos sin poder comprar por Internet?

No hay duda de que la crisis del coronavirus es tremenda. Por estos días, la pandemia jaquea las celebraciones de Purim y muchas fiestas son canceladas por temor a la infección. De hecho, muchas personas seguramente entrarán en cuarentena para esa fecha.

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Otra de las consecuencias negativas es que el brote de COVID-19 frenó el envío de miles de disfraces desde China. Y eso no es poco para los tantísimos que piden con antelación sus productos para Purim.

9. En Irán los judíos visitan las tumbas de Ester y Mordejai

En Israel Purim se celebra con mucha bebida, desfiles, fiestas en la calle y horribles concursos de disfraces corporativos. Pero en Irán, la pequeña comunidad judía hace algo mucho más increíble: los judíos de allí visitan las tumbas de Ester y Mordejai.

Se cree que las tumbas de los protagonistas de la historia de Purim están dentro de un mausoleo abovedado en la ciudad de Hamadan, un sitio cuya encarnación anterior fue la capital de la dinastía persa descrita en el Libro de Ester. De esta forma, el entierro de Ester y Mordejai allí puede ser tranquilamente una posibilidad real. .

10. En Jerusalén, Purim se celebra un día más tarde

El hombre araña visita el Muro Occidental en Jerusalén durante Purim. Foto: Mendy Hechtman/Flash90

La fiesta de Purim se celebra el 14 del mes judío de Adar. Pero en Jerusalén no: la festividad tiene lugar un día después al que se lo llama Shushan Purim.

El Libro de Ester cuenta cómo los judíos de Persia derrotaron a sus enemigos el 13 del mes de Adar y al otro día descansaron. Esto hizo que Purim se celebre el 14.
Pero en Shushan, la capital amurallada, los judíos pudieron vencer a los hostiles el 14, por lo que la victoria se festejó un día después.

Años más tarde, se decidió que Purim se celebrara un día más tarde en todas las ciudades amuralladas. La más importante es, sin dudas, Jerusalén. Si bien esto suena muy bien, en realidad es un poco confuso en Israel porque los estudiantes de la capital tienen feriados diferentes a los alumnos de otros sitios y continúan disfrazados por más tiempo.

De todos modos, los que aman las fiestas sin fin tienen una jornada extra de diversión.​