El suelo todavía humeaba por la furia de las dos erupciones volcánicas de la semana pasada cuando un equipo médico israelí llegó a Guatemala el jueves por la noche.

En entrevista con ISRAEL21c, la paramédica Tal Rabin, de Magen David Adom (MDA), dijo que los gases tóxicos del volcán de Fuego dificultan la respiración incluso con una máscara. Pero mucho más sombrío fue el  espectáculo de extraer partes de cuerpos de autos y casas que la lava había devorado en los dos pueblos que se llevaron la peor parte de la erupción.

“Es terrible. La gente se quemó viva”, dijo Rabin.

«Muchos siguen desaparecidos. Me enteré de que 20 rescatistas murieron al intentar ayudar. El suelo está tan caliente que quema a través de los zapatos. Desafortunadamente, el volcán todavía está activo”.

Miembros de la misión médica con máscaras para protegerse de los gases tóxicos del volcán. Cortesía de Tal Rabin.

Rabin acompañó al equipo médico, formado por una anestesista y seis médicos de los centros médicos Rambam, en Haifa, y Shebasheba, en Ramat Gan, en el casco urbano de Tel Aviv. Enviado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Consejo de Seguridad Nacional y el Ministerio de Salud de Israel, el equipo coordinó su labor con el Ministerio de Salud de Guatemala y atendió víctimas en dos hospitales de la Ciudad de Guatemala, en un centro hospitalario más cercano a la zona afectada y en un hospital de campaña establecido en una Iglesia.

“Los médicos guatemaltecos están haciendo un trabajo increíble. Estamos aquí para asesorar y ayudar”, dijo Rabin.

Hasta la fecha la erupción ha causado la muerte de al menos 100 personas y desplazados a miles. Cientos aún permanecen desaparecidos. Tan pronto como las noticias del desastre llegaron a Israel, el Ministerio de Asuntos Exteriores transfirió 10.000 dólares a la embajada en la Ciudad de Guatemala que destinó para la compra de medicinas, alimentos y mantas para las víctimas.

El embajador de Israel en Guatemala, Mattanya Cohen, y su esposa reparten provisiones a las víctima. Cortesía del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Un gel israelí ayuda a las víctimas quemadas

El doctor Josef Haik, director de la unidad de quemados en cuidados intensivos de Sheba y veterano de varias misiones humanitarias, llevó el gel NexoBrid, que contiene una enzima a base de piña para retirar tejidos necróticos sin cirugía en quemaduras de segundo o tercer grado. Es producido por la compañía israelí MediWound.

NexoBrid elimina la piel muerta y deja intacta la sana, lo cual ayuda que los médicos evalúen la profundidad de las quemaduras de forma no invasiva, dijo Rabin, que vio cómo el equipo médico israelí usó el gel con una mujer de 70 años y un hombre de 42, víctimas en el Hospital Roosevelt de la capital.

“El hombre es un líder comunitario en uno de los pueblos afectados. Su hijo nos dijo que todos estaban huyendo a un lugar seguro, pero su padre no quiso irse hasta que terminó de ayudar a que todos vacuaran. Ese es el motivo por el que resultó con graves quemaduras. Espero que nosotros y el equipo guatemalteco podamos ayudar a salvarle vida”.

Los especialistas israelíes tratan a una víctima. Cortesía del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Rabin, de 28 años, ha colaborado a los médicos de diversas formas, entre ellas examinando niños en refugios y coordinando actividades con la Cruz Roja Guatemalteca, que está tratando de reunir a familias separadas por el desastre.

En abril de 2015 viajó con un equipo de la MDA a Nepal, que fue sacudido por un terremoto, y completó un curso de la Cruz Roja en Italia para la coordinación de incidentes con gran número de bajas. La MDA forma parte de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Tal Rabin sostiene a una niña en un refugio. Cortesía.

Rabin dijo que no dudó por un instante en ser parte de la misión cuando su supervisor en la MDA le preguntó si quería ir, a pesar de que eso significaba perderse la última semana de clases en la facultad de medicina en la Universidad de Tel Aviv.

Los otros integrantes del equipo permanecerán más de tiempo en el país, pero ella ya empezó el largo viaje de regreso a Israel para prepararse para los exámenes finales.

“Dejé todo para ir a Guatemala porque me parece que cuando alguien lo necesita, ya sea en mi casa o en cualquier parte del mundo y puedo ayudar aunque sea un poco, eso es lo que tengo que hacer como israelí, como judía, como socorrista y como futura médica”, dijo.

Rabin charla con una paciente. Cortesía.

El equipo médico ha estado acompañado durante toda la misión por Mattanya Cohen, embajador de Israel, y su adjunto. Pero no son los la únicos israelíes en el país.

El 5 de junio, IsraAID, entidad de ayuda humanitaria, envió a especialistas en asistencia a emergencias a Escuintla, la zona más afectada, para distribuir kits de higiene a las familias evacuadas que han sido enviadas a refugios y evaluar las necesidades inmediatas de agua e higiene, así como las sicológicas.

“Hay mucha tristeza y mucha incertidumbre”, dijo Jaime Rhemrev, miembro de IsraAID. “La gente no sabe si sus casas aún están en pie y, aunque lo estén, tienen miedo de no poder regresar. Muchos han perdido familiares, hogares y sus medios de vida”.

Además de los israelíes, 45 voluntarios guatemaltecos, capacitados en marzo por la organización de voluntariado israelí de asistencia ZAKA, se pusieron a trabajar de inmediato para colaborar con los equipos de búsqueda y rescate en la zona del desastre.