Si se trata de experiencia en asistencia luego de grandes tragedias, Yotam Polizer, director ejecutivo de IsraAID, no es un improvisado.

Desde 2001, la organización de ayuda humanitaria con sede en Israel que dirige, ya respondió a emergencias en 56 países así que es fácil de creer cuando Polizer dice que la crisis de refugiados de Ucrania es la peor que haya visto jamás.

“Estoy en esto desde hace 14 años y participé de algunas de las mayores acontecimientos  trágicos de los últimos 20 años -el tsunami en Japón, el brote de ébola, la crisis de los refugiados sirios- pero lo que estamos enfrentando hoy es realmente un desastre histórico de proporciones casi bíblicas”, les dijo Polizer a los seguidores de IsraAID en una reunión por video realizada el 3 de marzo.

Refugiados ucranianos en Palanca, Moldavia, 1 de marzo de 2022. Foto: Ethan Schwartz/IsraAID

El directivo de la ONG remarcó que IsraAID respondió a las recientes oleadas de refugiados causadas por conflictos en Siria, Afganistán, Venezuela y África Oriental pero que la escala de la crisis actual en Ucrania era “realmente abrumadora, incluso para nosotros”.

En menos de una semana había más de un millón de refugiados. En las próximas dos se estima que habrá cerca de nueve millones ingresando a los países vecinos. En términos de seguridad, protección y necesidades humanitarias, la situación en Ucrania está más allá de lo explicable”, enfatizó.

Voluntarios de IsraAID en un refugio para refugiados en el Centro Deportivo Kishinev de Moldavia, 4 de marzo de 2022. Foto: Ethan Schwartz/IsraAID

Espacio para las madres y sus bebés

Durante la última década, la directora global de programas de IsraAID Naama Gorodischer también encabezó sendas misiones de emergencia en todo el mundo.
Hoy, supervisa la respuesta de IsraAID -enfocada en los refugiados que ingresan a Moldavia- a la invasión rusa de Ucrania.

“Recién el 26 de febrero, dos días después de que comenzara la guerra, nuestro equipo fue enviado a Moldavia para explorar la situación y comprender cómo podíamos dar una mejor asistencia. Ante todo llegamos para responder a las necesidades inmediatas, asegurándonos de que la población esté segura y tenga acceso a cuestiones básicas para mantener su bienestar físico y psicosocial. Nuestro foco está puesto en la salud pública, sobre todo para las mujeres y los niños, asegurándonos de que estas poblaciones vulnerables no se vuelvan más vulnerables todavía”, expresó.

IsraAID ayuda a muchas mujeres y niños que huyeron desde Ucrania a Moldavia. Foto: Ethan Schwartz/IsraAID

En ese sentido, Gorodischer describió que la mayoría de los refugiados son mujeres y niños.
Según ella, la mayor parte de los ancianos por ahora se quedan en Ucrania por ahora mientras que los hombres de 18 a 60 años deben quedarse y luchar.

Es por ello que una de las primeras acciones de IsraAID fue la instalación de un espacio para madres y bebés en una tienda de campaña en el cruce de Palanca.
Allí entregan pañales y comida para bebés, organizan actividades para niños, reparten mantas y ofrecen asientos.
Esa carpa también cuenta con voluntarios de la organización local Keystone Moldova.

Centro de madres y bebés erigido en Palanca para refugiados ucranianos. Foto: Ethan Schwartz/IsraAID

“Trabajamos en estrecha colaboración con las autoridades moldavas, ONG locales y la comunidad del lugar en una la planificación a largo plazo. Comprendimos ya que esta no es una situación que terminará pronto porque incluso si finalizara la guerra, el estatus de los refugiados o volverá a ser lo que era. No está claro quién elegirá regresar y dónde se establecerá. Así, trabajamos con estos socios locales para desarrollar la capacidad de continuar satisfaciendo sus necesidades a largo plazo”, manifestó Gorodischer.

Suministros y cambiador en el Centro para la Madre y su Bebé en Palanca, Moldavia, para refugiados ucranianos. Foto: Ethan Schwartz/IsraAID

 

Un mínimo de cinco años

Por su parte, Polizer dijo que IsraAID proyecta una operación mínima de cinco años para ayudar a los refugiados ucranianos.

“Tenemos que pensar en esta crisis no solo para la próxima semana ni el mes que viene. En diciembre terminamos nuestro programa de refugiados sirios en Grecia que duró seis años. Lamentablemente, creemos que en términos de necesidades humanitarias esta crisis podría ser peor que aquella”, remarcó.

Por otra parte, Polizer aseguró que cuando la atención de los medios se aleja de cualquier tragedia global, la gente piensa que la situación está bien y que la realidad es otra.

“Inclusive si pensamos que en el mejor de los casos en la crisis de Ucrania terminará más temprano que tarde, el trauma y la recuperación a largo plazo de estos millones de refugiados llevará años. Y eso es lo que vinimos a hacer (a Moldavia): brindar apoyo a largo plazo para ayudar a estas personas a desarrollar resiliencia, reconstruir sus vidas, sus familias y su futuro”, finalizó.