“Cuando una ve a un joven muriendo en el suelo de un hospital porque no hay camas y no se puede hacer nada para ayudarlo, y su madre está llorando, se me rompe el corazón”, le dijo Odeda Benin-Goren a ISRAEL21c en Español.
Benin-Goren es una enfermera israelí que en los últimos 30 años ha viajado por el mundo para ayudar a personas en áreas devastadas por inundaciones, terremotos, incendios y guerras.
La dramática escena que describió antes tuvo lugar en agosto pasado en Sudán del Sur, un país sacudido por la guerra civil desde su independencia en 2011.
Gran parte del país no tiene agua corriente y la electricidad funciona unas pocas horas al día.
“Las necesidades básicas de las personas no son satisfechas”, explicó la enfermera.
En una misión de la Agencia MASHAV de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, Benin-Goren viajó a Sudán del Sur durante diez días con la doctora Hadas Stiner, especialista en medicina de emergencia y médica general en el Centro Médico Rabin en Petaj Tikva; y el doctor Nimrod Aviran, cirujano y especialista en traumatología del Centro Médico Hillel Yaffe de Hadera.
La delegación israelíes llevó equipo médico, camas y suministros al Hospital Docente de Juba para instalar y capacitar al personal a administrar una unidad de emergencia y trauma.
Durante su visita a Sudán del Sur, la enfermera recordó que “la vida es muy frágil” y que ella no puede cambiar eso. Pero sí puede ayudar a mejorar los resultados de los pacientes.
Luego de pasar diez intensos días de trabajo en el hospital de Sudán del Sur, Benin-Goren aún está a disposición de los trabajadores de la salud del lugar, que la llaman a Israel para hacerle preguntas, buscar consejos y recibir orientación.
“Lo que hace que el programa sea exitoso es que no termina cuando nos vamos”, le dijo Benin-Goren a ISRAEL21c en Español.
A los 65 años, la trabajadora de la salud registrada y certificada en enfermería de emergencia no muestra signos de desaceleración.
Es que, como dijo, la vida es muy frágil.
Hace tres décadas, cuando era una joven enfermera, Benin-Goren, tenía el “sueño de salvar el mundo”.
Después de su primer viaje para practicar medicina de emergencia en Etiopía, se dio cuenta de que “no se puede salvar el mundo pero sí encender algunas luces para al menos mejorar un poco la vida de las personas”.
Con un doctorado y experiencia en enfermería clínica en los campos de la medicina interna, salud pública y emergencias, Benin-Goren no es ingenua sobre todo lo que puede hacer.
“Siembro las semillas en diferentes países y luego está en manos de la gente continuar. Después de que nos vamos, en algunos lugares no hacen nada con lo que les enseñamos pero en otros sí”, reveló.
Como única mujer israelí miembro de la Comisión de Evaluación y Coordinación de Desastres de las Naciones Unidas bajo la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Benin-Goren es coordinadora de la ayuda humanitaria en áreas afectadas por desastres y ha visto muchas tragedias.
También es consultora en preparación para desastres y evaluación de riesgos para la Organización Mundial de la Salud.
Su firma de consultoría Odron se enfoca en los niveles estratégico, táctico y operativo de los desastres antes, durante y después de los desastres.
Más allá de las fronteras
Viajar como enfermera y consultora de preparación para desastres a otros sitios le dio la oportunidad de ver diferentes culturas.
Su trabajo la llevó a muchos países africanos, europeos, asiáticos y americanos, entre ellos Brasil, Guatemala y Honduras.
El día que fue entrevistada por ISRAEL21c en Español, Benin-Goren vestía un colorido vestido estampado que había comprado en África, y tenía un esmalte de uñas rojo brillante y lápiz labial a juego.
“Mi madre me dijo que siempre necesitaba dos cosas: lápiz labial y esmalte de uñas”, dijo entre risas.
¿Incluso en una unidad de trauma? “Bueno, cuando fui a Sudán del Sur, usaba un esmalte de uñas más claro, definitivamente no este rojo”, remarcó.
Su trabajo en lugares donde hubo muchas víctimas la hace apreciar más todo lo que tiene. “Pero en un momento, si hay un terremoto o una inundación, si las personas que amamos sufren accidentes o son diagnosticadas con una enfermedad, también podríamos perderlo todo”, destacó.
Como miembro de la Sociedad para el Desarrollo Internacional de Israel (SID), una organización paraguas que abarca a más de 170 miembros locales y 1.000 socios, Benin-Goren da conferencias sobre ayuda humanitaria y acerca del trabajo que realiza.
Y si bien cree que la ayuda debe brindarse “más allá de las fronteras”, también admitió que siempre está orgullosa de “decir que soy de Israel porque eso muestra nuestra presencia positiva. Voy como individuo pero también represento a mi país”.
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