Ya pasaron más de diez años pero ese recuerdo permanecerá de por vida en la mente de los protagonistas, ambos israelíes. En abril de 2009, el paramédico musulmán Muawiya Kabha llegó a la escena de un terrible accidente automovilístico cerca de Petaj Tikva y encontró a la joven judía Shajar Kugelmas atrapada en su automóvil y ya declarada muerta.

Pero en ese momento Kabha sintió que no debía rendirse y, contra todo pronóstico, logró que el corazón de la muchacha volviera a latir. Una década después, el paramédico compartió la historia en la boda de la chica.

“Cuando la encontré ella estaba sufriendo un paro cardíaco. Y según el protocolo teníamos que declarar su muerte. Pero lo que sentí desde arriba es que tenía que intentar salvarla», relató Kabha en la recepción de la casamiento ante cientos de invitados, con la prometida y su novio Nir más que emocionados.

United Hatzalah (UH), la organización israelí de respuesta de emergencia voluntaria que llevó a Kabha a la escena del accidente, compartió un video del paramédico mientras contaba la historia. El padre de la novia había invitado a Kabha a la boda como una sorpresa para su hija.

La red de UH, que en Israel ya cuenta con más de 5.000 médicos voluntarios, responde a un promedio de aproximadamente 1.000 llamadas diarias en todo el país. El promedio de llegada a las escenas de los accidentes es de tres minutos.

«Shajar, puedo continuar mi trabajo gracias a ti. Porque salvé tu cuerpo, pero tú salvaste mi alma» – Muawiya Kabha, voluntario de United Hatzalah.

En el casamiento, Kabha les explicó a los invitados que llegó al lugar del hecho en solo dos minutos y que luego asistió a Shajar durante 40 minutos. Y aunque la joven respondió con un latido cuando la dejó al cuidado del hospital, Kabha volvió a su casa con pocas esperanzas.

«Puse mi cabeza en la almohada y pensé que el Ángel de la Muerte había llegado pero sabía que había hecho todo lo posible para intentar salvarla. Al final, debo haber hecho lo correcto porque, miren, Shajar está con nosotros», narró.

Kabha concluyó el relato con un agradecimiento para la emocionada novia. «La gente me pregunta todo el tiempo cómo sigo viviendo mi vida después de todas las muertes que veo en mi trabajo. La respuesta está aquí. Shajar, puedo continuar mi trabajo gracias a ti. Porque salvé tu cuerpo, pero tú salvaste mi alma».