Cada piedra en Israel lleva a los arqueólogos a una aventura a través del tiempo: buscan encontrar los orígenes de artefactos desenterrados y para qué eran utilizados.
Hace seis meses, a la Autoridad de Antigüedades de Israel se le presentó un misterioso objeto dorado, procedente del cementerio de la Ciudad Vieja de Jerusalén, y no tenían ni idea qué era.
Arqueólogos e historiadores analizaron el objeto, que tiene forma de espiral y de cetro, pero no acertaron a fechar su origen.
Entonces, alguien de la institución decidió poner la foto del objeto en la página de Facebook de ésta y pedir ayuda a sus usuarios. En pocas horas se resolvió el enigma.
«Felicidades a Micah Barak de Italia y a todos aquellos que han ayudado a resolver el misterio del objeto del cementerio de Jerusalén», publicó la Autoridad en su página.
«Unas horas después de ser publicada la historia, Micah Barak identificó el objeto y dijo que servía como ‘halo protector’ para uso de naturópatas y seguidores del movimiento de la Nueva Era y practicantes de energías de sanación. El objeto, fabricado por una compañía alemana, se conoce como ‘Proyector de Isis’, nombrado así por la diosa egipcia de ese nombre, quien según la mitología egipcia era la deidad de la sanación, la magia y la naturaleza”.
La Autoridad dijo que recibieron cientos de respuestas. En el debate que suscitó el tema los usuarios sugirieron otros usos para el objeto, tan variados como interesantes: podría ser un instrumento para inseminar ganado, un complemento para rodillos, una pieza de maquinaria industrial, un masajeador o un objeto de culto utilizado en el Templo.
Aunque el misterioso objeto ha sido identificado, la Autoridad todavía está perpleja por qué apareció en el cementerio. Plantearon una nueva pregunta en Facebook para hallar la respuesta: «Esperamos que los responsables de ocultar el objeto en el cementerio se pongan en contacto con nosotros y nos digan por qué estaba enterrado allí y a cuál de los muertos querían transmitir energía positiva”.
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