Los Rollos del Mar Muerto continúan siendo misteriosos desde que aquel día en la década de 1940 en que fueron descubiertos y generaciones de académicos aún se preguntan quién los escribió, dónde y con qué fines.

Para ayudar a resolver este enigma, los antiguos manuscritos fueron analizados con una tecnología de pruebas de ADN aplicada a las pieles de los animales en las que se escribieron.

Un equipo interdisciplinario de la Universidad de Tel Aviv (TAU), la Autoridad de Antigüedades de Israel y la Universidad de Uppsala de Suecia consiguieron decodificar ADN antiguo extraído de las pieles de animales y caracterizar las relaciones genéticas entre diferentes fragmentos de rollos.

Los hallazgos mostraron que algunos rollos fueron traídos a Qumran desde otros sitios y que en la Antigua Judea circularon versiones divergentes del Libro de Jeremías. Además, aparentemente los rollos representan un contexto social más amplio del período de lo que comúnmente se piensa en la comunidad científica.

Texto del Libro de Isaías cuya firma genética resultó ser diferente a la de otros papiros de Qumran. Foto: Shai Halevi/Autoridad de Antigüedades de Israel

Los Rollos del Mar Muerto son una colección de cerca de 25.000 fragmentos de cuero y papiro descubiertos en las cuevas de Qumran cerca del Mar Muerto en el desierto de Judea. Estos vestigios datan del siglo III A.C. al siglo I D. C.
Se trata de las copias más antiguas de textos bíblicos, y apócrifos y sectarios, algunos de los cuales son considerados obra de una secta judía radical.

En la investigación, la Unidad de Rollos del Mar Muerto de la Autoridad de Antigüedades de Israel ofreció muestras, (a veces solo polvo) cuidadosamente retiradas de la parte posterior no inscrita de los fragmentos, que luego fueron analizados por investigadores y colegas de la Universidad de Tel Aviv fuera de Israel.

Para el profesor Oded Rechavi de la Facultad de Ciencias de la Vida de la TAU, un la identificación de dos fragmentos distintos del Libro de Jeremías traídos de otro sitio al desierto de Judea fue un hallazgo realmente significativo.

Muestras de ADN de los antiguos y frágiles Rollos del Mar Muerto. Foto: Shai Halevi/Autoridad de Antigüedades de Israel

«Descubrimos que casi todos los pergaminos analizados estaban hechos de piel de oveja. En consecuencia, la mayor parte de los esfuerzos se invirtió en la difícil tarea de tratar de reunir fragmentos hechos de la piel de un tipo de ovejas y separarlos de aquellos escritos en pieles de diferentes ovejas que también comparten un genoma casi idéntico”, explicó el especialista.

El científico contó que se descubrió que dos muestras estaban hechas de piel de vaca (dos fragmentos diferentes tomados del Libro de Jeremías) y que en el pasado, se pensaba que uno de los fragmentos hechos de piel de vaca pertenecía al mismo pergamino que otro fragmento que se halló y que estaba hecho de piel de oveja. “Hoy estos hallazgos refutan esa teoría», manifestó.

Rechavi añadió que la cría de vacas requiere pasto y agua, por lo que es muy probable que la piel de vaca no se procesara en el desierto sino que fuera llevada a las cuevas de Qumran desde otros sitios. “Esto tiene una importancia crucial porque los fragmentos de piel de vaca provienen de dos copias diferentes del Libro de Jeremías, que reflejan diferentes versiones del libro y se apartan del texto bíblico tal como lo conocemos hoy”, describió.

De izquierda a derecha, los profesores Oded Rechavi y Noam Mizrahi. Foto: Tadmit/Universidad de Tel Aviv

El misterio de los cánticos del sacrificio del shabat

Lo último que se descubrió es un texto que no es de la Biblia sino con se relaciona con un escrito litúrgico. Se trata de los cánticos del sacrificio del shabat, una oración que se encuentra en múltiples copias en las cuevas de Qumran y también en Masada.

El texto es similar a la literatura de místicos judíos de la Antigüedad tardía y la Edad Media pero el manuscrito del desierto es anterior a la literatura mística judía (y por varios siglos).
Los estudiosos han debatido durante mucho tiempo si los autores de la literatura mística estaban familiarizados con las cánticos.

«Probablemente, estos cánticos fueron probablemente un ‘best seller’ en el mundo antiguo. Los Rollos del Mar Muerto contienen diez copias, que es más que la cantidad de copias de algunos de los libros bíblicos que se hallaron”, dijo el profesor Noam Mizrahi del Departamento de Estudios Bíblicos de TAU.

Mizrahi destacó que incluso después de que se hallara el fragmento de Masada, algunos estudiosos argumentaron que todo se originó con refugiados que huyeron a la fortaleza desde Qumran llevando consigo uno de sus pergaminos. “El análisis genético demuestra que el fragmento de Masada fue escrito en la piel de diferentes ovejas que las utilizadas para hacer pergaminos encontrados en las cuevas de Qumran», explicó.

En ese sentido, aseguró el especialista, se corrobora la posibilidad de que la tradición mística que subyace a los ´canticos continuase transmitiéndose en canales ocultos incluso después de la destrucción del Segundo Templo y durante la Edad Media.

Las cuevas de Qumran cerca del Mar Muerto en el desierto de Judea. Foto: Shai Halevi/Autoridad de Antigüedades de Israel

Aparte de dar respuestas, el estudio planteó una nueva pregunta sobre un fragmento que contiene texto del Libro de Isaías y fue publicado previamente como un rollo de Qumran. Las pruebas de ADN mostraron que su firma genética resultó ser diferente de otros pergaminos en Qumran.

“Esto plantea una nueva y curiosa pregunta curiosa: ¿este fragmento realmente se halló en las cuevas de Qumran u originalmente se encontró en otra ubicación aún no identificada? Esta es la naturaleza de la investigación científica: resolvemos viejos acertijos pero luego descubrimos nuevos misterios”, finalizó Mizrahi.