En un hito de la historia de Israel, un niño que había salido a buscar hongos después de las recientes lluvias se topó con una pieza arqueológica que había emergido a la superficie por el diluvio.

Stav Meir, de 13 años y residente de Cesarea, buscaba setas con miembros de su familia cuando vio una losa de mármol con una extraña inscripción que sobresalía de la tierra.

«Inmediatamente entendí que era algo antiguo ya que estudié arqueología en la escuela con la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA)”, dijo el alumno de séptimo grado.

Rápidamente, Stav informó de su hallazgo a la IAA, que pudo identificar la losa como una pieza del período bizantino.

Stav Meir, estudiante de séptimo grado, sostiene el objeto encontrado. Foto: Karem Said/Autoridad de Antigüedades de Israel

«Se trata de una lápida. Es una losa de mármol con una inscripción grabada en griego que comienza con una cruz. La piedra, que aparentemente indicaba la ubicación de la tumba en el cementerio y la identidad del difunto, reza: ‘La tumba de Anastasius’ o ‘Anastasia’… «, explicó Peter Gendelman, investigador de la IAA en Cesarea.

El experto describió que ya en la antigüedad Cesarea era un centro de atracción para una población de gente adinerada. “La calidad de la losa descubierta por Stav muestra el bienestar económico de la persona enterrada así como las costumbres y creencias de los habitantes de Cesarea en la era bizantina. Esta inscripción se une ahora a una gran colección de lápidas ya descubiertas alrededor de la antigua Cesarea», explicó Gendelman.

Gracias a su hallazgo, la IAA le dio al niño un certificado de agradecimiento y se comprometió a visitar su escuela para darles a los alumnos una lección especial sobre el descubrimiento que hizo.

“Estamos muy orgullosos del buen comportamiento de Stav como ciudadano y la aplicación real del conocimiento que ha adquirido con nosotros, tanto en el aula como en el terreno. El hallazgo de esta inscripción enriquece el conocimiento arqueológico y nuestra comprensión de la antigua Cesarea ”, dijo Karem Said, arqueólogo de la IAA para el distrito de Haifa.

“Instamos a los ciudadanos a ser nuestros socios para preservar los tesoros de esta tierra. Si descubren objetos arqueológicos que han emergido por las lluvias, hágannoslo saber», finalizó el científico.​