Arqueólogos israelíes y estadounidenses han encontrado una nueva cueva en Qumran, al noroeste del Mar Muerto, en el desierto de Judea, donde creían que se escondían manuscritos del período del Segundo Templo.
El hallazgo, que representa un hito en las investigaciones de esos manuscritos, fue hecho por el doctor Oren Gutfeld y Ahiad Ovadia, del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Contaron con la colaboración del doctor Randall Price y estudiantes de la Universidad Liberty en Lynchbur, Va.
En 1947 se encontraron siete manuscritos enrollados en otras cuevas del lugar, producidos aproximadamente mil años antes de los textos bíblicos conocidos hasta entonces.
Entre 1947 y 1956 se hallaron más de 850 manuscritos y miles de fragmentos, de contenido no bíblico, escritos en hebreo, arameo y griego en 10 cuevas más.
Ese grupo de manuscritos se conoce como Rollos de Mar Muerto.
«Esta fascinante excavación es lo más cerca que hemos estado de descubrir nuevos rollos del Mar Muerto en 60 años. Hasta ahora se creía que sólo se encontraban en 11 cuevas de Qumran, pero ahora no hay duda de que también estaban en la número 12”, dijo Gutfeld, que es también director de la excavación.
Los arqueólogos dijeron que la excavación reveló que hubo rollos en ella en el pasado. Se encontraron numerosas tinajas y tapas del periodo del Segundo Templo, escondidas en nichos en las paredes de la cueva y en la parte posterior de un túnel largo.
El Segundo Templo existió en Jerusalén entre los años 349, antes de esta era, y el 70 de la corriente, cuando fue destruido por los romanos.
Hasta ahora se creía que los rollos se habían encontrado en sólo 11 cuevas. Los arqueólogos dijeron que les gustaría que la nueva cueva fuera clasificada como la número 12. Al igual que la Cueva 8, en la que se encontraron tinajas, pero no rollos, la nueva cueva será designada como Q12 (la Q, letra inicial de la palabra Qumran, precede al número para indicar que no se han hallado rollos).
Según los arqueólogos, los recipientes encontrados estaban rotos y vacíos. El hallazgo de un par de cabezas de hierro de piquetas en la cueva, hecho al final de la excavación, que fueron dejadas allí desde los años 50 para ser usadas posteriormente, prueban que fue saqueada.
“Los hallazgos indican sin ninguna duda que en la cueva había rollos que fueron robados, e incluyen las tinajas en las que los rollos y sus cubiertas estaban escondidos, una correa de cuero para atarlos, y pedazos de piel que conectaban fragmentos, y otra cosas más «, dijo Gutfeld.
También fueron encontrados fragmentos de las cubiertas de los rollos, una cuerda que servía para atarlos y restos de cuero que formaba parte de uno de ellos. Otros objetos hallados —cerámicas y hojas de sílex, además de puntas de flecha y un sello de cornalina— les probaron a los arqueólogos que la cueva fue usada en los periodos neolítico y calcolítico.
El neolítico ha sido datado entre los años 3500 y 5000 antes de esta era y el calcolítico hacia los comienzos del tercer milenio, también antes de esta era.
«El importante descubrimiento de otra cueva atestigua que aún queda mucho trabajo por hacer en el Desierto de Judea y que nos esperan hallazgos de gran repercusión”, dijo Israel Hasson, de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Agregó: “Estamos en una carrera contra el tiempo, pues hay ladrones de antigüedades que buscan materiales que pertenecen al patrimonio mundial para su beneficio personal. El Estado de Israel necesita movilizar y destinar los recursos requeridos para poner en marcha una operación histórica, con la cooperación del público, con el fin de emprender una excavación sistemática de todas las cuevas del Desierto de Judea”.
La excavación contó con el apoyo de la Administración Civil de Judea y Samaria, la Autoridad de Parques Naturales y la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA), y forma parte de la nueva “Operación Rollo” de ésta, puesta en marcha por Hasson.
Nuevas excavaciones en Masada
Por otro lado, en Masada, una fortaleza en el Desierto de Judea, cerca al Mar Muerto y Qumran, arqueólogos y estudiantes de la Universidad de Tel Aviv iniciaron excavaciones en los jardines de Herodes y en las viviendas de rebeldes el 5 de febrero, que continuarán hasta el 3 de marzo. Son una continuación de las que se iniciaron en 2006.
En el año 66 de este era un grupo de rebeldes judíos se alzaron contra los romanos.
«Aunque Masada ha sido objeto de numerosas excavaciones, aún queda mucho por investigar», escribe Guy Stiebel, doctor de arqueología en la Universidad de Tel Aviv y experto en Masada, en un blog.
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