En 2017, el israelí Netanel Moshé Sagi y su madre Daniela Gemma Abravanel fundaron el retiro holístico Holistic Tikun en la isla mexicana San Miguel de Cozumel.
Es un espacio vegano en el que, además de clases de yoga, qi gong, buceo, capoeira, permacultura, meditación, cábala (misticismo judío), observación de aves y excursiones a los arrecifes de coral, se ofrece una actividad única: una sesión para conocer abejas nativas sin aguijón que Sagi rescata de la deforestación que devasta la península de Yucatán.
Cuando cumplió 25 años en abril, Sagi le contó a ISRAEL21c más sobre su inusual historia y misión: “Crecí en Migdal, en el norte de Israel cerca de Tiberíades, con muchos animales alrededor como perros, caballos, gallinas, gatos, conejos y cabras. Pero cuando tenía 12 años nos mudamos a Italia para estar cerca de la familia de mi madre. Allí estábamos en la ciudad y ya no estaba rodeado de animales”.
Luego de cinco años en Italia, Sagi, su madre y sus hermanas recomenzaron sus vidas en California, donde terminó la escuela secundaria. Y durante unas vacaciones en México, la familia encontró su vocación.
Cuando era joven, la madre de Sagi había pasado dos años en México donde conoció a un chamán con “poderes extraordinarios”. Más tarde viajó a la India y aprendió Cabalá, y finalmente se convirtió en maestra de misticismo judío.
Cuando años más tarde llevó a su familia a visitar México, todos quedaron fascinados al conocer la difícil situación de las abejas sin aguijón Meliponini. Un trabajador de la construcción y rescatador de abejas llamado Efraín Cab fue quien les mostró lo que era
Feroz deforestación
Cerca de 500 especies de abejas Meliponini ayudan a polinizar árboles tropicales y subtropicales en todo el mundo. En Yucatán, la predominante es la Melipona beecheii a quien los antiguos mayas llamaron Xunan Kab (abeja real).
Este tipo de insectos vive en troncos de árboles huecos y está gravemente amenazado por la deforestación provocada por la industria ganadera.
“Cuando se crían y matan 70 mil millones de animales cada año para procesarlos como comida, se necesitan grandes cantidades de tierra para cultivar alimentos para ellos. Al talar árboles para plantar cultivos para el ganado, se liquida a las abejas, las principales polinizadores del bosque tropical. La ganadería es el principal problema de la humanidad en este momento porque no es sustentable, ni hay ética y no es necesaria. Pero es un comportamiento cultural que es difícil de cambiar y que afecta a los animales y a toda la humanidad”, afirmó Sagi.
La tasa de deforestación actual, indicó el hombre, es muy alta y eso no es bueno para las abejas ni para la gente.
“Sin árboles que sean su principal fuente de nutrición, perderemos a las abejas sin aguijón. Y si las perdemos, desaparecerán nuestros bosques”, dijo Sagi.
Es que los árboles son fundamentales para estabilizar el clima global y el ciclo del agua porque luchan contra la erosión, brindan materias primas para alimentos y medicinas, y albergan a aproximadamente el 80 por ciento de las especies de plantas y animales terrestres del mundo, incluidas las abejas sin aguijón que las polinizan.
Un hogar para siempre
Sagi y su madre acordaron que su retiro holístico tenía que incluir un santuario educativo para abejas sin aguijón rescatadas de árboles talados.
“A veces, la gente de la ciudad también tiene árboles con abejas sin aguijón. Yo les aconsejo que las mantengan donde están pero si quieren que se los quiten, iremos y lo haremos”, expresó Sagi.
Al principio, Sagi y su madre patrocinaron misiones de Efraín Cab, que les llevaba las abejas pero luego empezaron a hacer sus propios rescates después de aprender cómo hacerlo. “Comprobamos troncos huecos, llevamos las abejas a nuestro santuario y les damos un hogar para siempre”, describió el hombre.
Holistic Tikun (en hebreo, la palabra tikun significa reparar) ya alberga 24 colonias rescatadas mientras busca patrocinadores u otros recursos para ampliar la capacidad.
“Ya ofrecemos actividades sobre las abejas sin aguijón y a los que se suman les explicamos que la mejor manera de ayudarlas es simplemente dejar de dañar su hábitat. “No solo les mostramos las abejas sino que también les explicamos que tenemos que seguir una dieta basada en plantas para salvarlas. Debemos reducir la producción y crecer de manera orgánica”, manifestó Sagi.
Por otra parte, comentó: “Las abejas son inteligentes. Incluso me reconocen. Hay experimentos que demuestran que las abejas tienen una gran memoria y pueden reconocer caras”.
Si bien la miel de Meliponini es un alimento raro y costoso -con propiedades medicinales bien conocidas por la civilización maya indígena- ni Cab ni Sagi desean explotar a sus abejas rescatadas con fines de lucro porque para ellos todo se trata de conservación y no de producción de miel.
Sagi es vegano, por lo que no consume ni sirve miel de abejas aunque como parte de su encuentro con las abejas, los invitados a su retiro pueden probar lo que producen las Meliponini.
“Es una explosión de acidez y dulzura, combinada con una intensa fragancia floral”, describió la página web Atlas Obscura.
Temas: medio ambiente, personas, abejas, Tikun holístico, México
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