¿Qué tienen en común los pepinos, los aguacates y el café? Además de ser productos de consumo cotidianos son, como todos los cultivos, polinizados por las abejas.
Lamentablemente, si estos laboriosos insectos siguen muriendo de forma masiva cada día, pronto podríamos calificar a los pepinos, los aguacates y el café como bienes premium.
Consideradas por muchos como pequeñas y molestas alimañas que zumban cerca de nuestros oídos, las abejas son más que importantes. Cerca de un tercio de todas las plantas y productos vegetales que consumen los humanos dependen de la polinización de las abejas.
Lamentablemente, la combinación de la demanda moderna y el estrés natural, como el cambio climático, las plagas y las enfermedades, se traduce en que la población mundial de abejas está muriendo a un ritmo vertiginoso y así pone en peligro nuestra dieta y nuestro bienestar.
Para combatir esto, el mundo hace increíbles esfuerzos que buscan rehabilitar la población de abejas. En Israel, como siempre, a estas tareas se les imprime un concepto innovador en el que factores como la visión por computadora, la inteligencia artificial y la robótica de precisión tienen un papel principal.
Así, la empresa emergente Beewise creó la primera colmena autónoma del mundo llamada Beehome. Esta solución incluye un dispositivo que puede albergar hasta 40 colonias de abejas -unos 2 millones de abejas- y cuidar su salud y mantenimiento a través de una aplicación simple en un teléfono independiente o una tableta del apicultor.
«Beehome es una innovación disruptiva. Gracias a ella, vamos a reemplazar a todas las colmenas del mundo», afirmó Saar Safra, director general de Beewise.
Colmenas actualizadas
La idea de crear una colmena autónoma surgió de la mente de Eliyah Radzyner, socio comercial de Safra. Apicultor de profesión, se sentía inquieto al ver que los métodos de apicultura no progresaban con el paso de años y cada vez más abejas morían en el mundo y en Israel.
Radzyner estaba convencido de que una computadora podría ayudar a hacer un trabajo mucho mejor y así decidió unir esfuerzos con Safra, un emprendedor “serial”.
Hoy en día, la mayoría de las colmenas en todo el mundo se siguen viendo como hace 150 años: son estructuras simples de madera cuyo mantenimiento requiere que los apicultores se vistan con trajes especiales, cuidándolas de plagas y dándole alimento y agua a las abejas mientras cosechan la miel.
Todo este engorroso trabajo manual muestra que los apicultores comerciales, que se encargan de la mayoría de las abejas en el mundo, solo llegan a cada colmena una vez cada pocas semanas.
De ese modo, muchas abejas mueren por enfermedades, ataques de otros insectos y más inconvenientes.
“Si se logra identificar el problema desde el principio y se encuentra la forma de solucionarlo de una forma específica, lo que se lleve a cabo será mucho menos invasivo mientras que resolverá el problema antes de que se convierta en una preocupación irreversible. Y, por supuesto, se salvará a las abejas”, analizó Safra.
Para construir una colmena moderna, la empresa utilizó tres componentes principales: inteligencia artificial, visión por computadora y robótica de precisión.
Según Safra, la inteligencia artificial se encarga de reconocer e identificar los problemas desde el comienzo. Luego se lleva a cabo una respuesta en tiempo real al usar la visión por computadora -que detecta y monitorea la situación- y finalmente se ejecuta la solución mediante el uso de la robótica de.
Lo único que aún requiere la mano del hombre en una colmena autónoma es llenar el agua de esta y suministrarles los alimentos a las abejas.
Si bien existen otras empresas que buscan cuidar a las abejas, Beewise es la única que construyó una colmena autónoma. En la actualidad, el proyecto se encuentra en fase beta.
Por el momento, Beehome está siendo usada por algunos apicultores comerciales cuya respuesta al dispositivo ha sido muy positiva.
“El rendimiento es increíble”
«Al principio hay cierto escepticismo porque se trata de algo revolucionario pero desde el momento en que les mostramos a las personas cómo funciona el dispositivo, se genera una increíble emoción”, manifestó Safra.
El emprendedor dijo que hay apicultores de segunda, tercera o cuarta generación que ven cómo sus negocios desaparecen ante sus ojos a una velocidad increíble. “De pronto llegamos nosotros con nuestra tecnología, les mostramos cómo funcionan las colmenas autónomas y en sus caras se comienza a ver el alivio”, describió Safra.
Con Beehome se salva la vida de las abejas porque la inteligencia artificial aplicada a la industria de la apicultura hace que la actividad tenga un rendimiento es increíble.
La compañía recibió fondos de capital de riesgo y subvenciones europeas e israelíes. “Hacer negocios en Israel ha sido maravilloso”, afirmó Safra, que regresó a Israel hace unos dos años luego de vivir 15 años en EEUU.
Para el empresario, “el ecosistema en Israel es asombroso. Simplemente está optimizado para nuevas empresas y también hay una infraestructura genial en términos de servicios para las empresas emergentes».
Beewise pretende ser el nuevo estándar, de acuerdo con lo que piense Safra. Según él, hay 90 millones de colmenas en todo el mundo y todas son “ineficaces”.
«Lo estamos haciendo muy bien. Cada colmena que creamos y que funciona y tiene éxito da como resultado más abejas vivas», concluyó el emprendedor.
Para más información, clic aquí.
Comentarios