Uno de las entradas del menú de degustación de 19 platos que se sirve en OCD de Tel Aviv, votado recientemente por Best Restaurant Academy como el tercero entre 50 restaurantes en Oriente Medio, es un tartaleta de pepino rellena de tartar de mero, salsa alioli ahumada y guarnición de láminas de algas fritas carmesí.

La guarnición de estas tartaletas de pepino en OCD en Tel Aviv es alga gracilaria frita. Foto: Haim Yosef

Las algas no llegaron desde Japón sino de Michmoret, 40 kilómetros al norte de Tel Aviv. Tampoco crecieron en el mar como se supone sino que son el producto de una compañía de Israel que desarrolló una tecnología única para el cultivo de algas marinas en tierra.

En su granja cerca de la costa mediterránea, Seakura cultiva algas marinas orgánicas en piscinas con agua bombeada desde un pozo de aguas profundas filtrada para eliminar contaminantes como los metales pesados.

Las piscinas de cultivo se dividen en tres secciones, o lo que el director ejecutivo Haim Oz llama “la guardería, el jardín de infantes y la casa de los adultos”.

Lotes de prueba en la granja de algas marinas de Seakura. Foto: Yoram Aschheim y Shay Cohen
Lotes de prueba en la granja de algas marinas de Seakura. Foto: Yoram Aschheim y Shay Cohen

Con la regulación de la temperatura del agua y la exposición a la luz, la producción de algas se potencia y se mantienen constante durante todo el año a diferencia de la variedad silvestre, que es estacional y está sujeta a condiciones ambientales que afectan de forma negativa el crecimiento y la calidad.

Altas en proteína

En un mundo que lucha contra la escasez de alimentos para una población mundial cercana a los ocho mil millones de personas -y que busca con desesperación fuentes amigables con el medio ambiente- las algas marinas parecen prometedoras aunque aún no se han popularizado como sí lo han conseguido otros súperalimentos.

La gente todavía no descubrió que cuando se trata de proteínas las algas superan a las fuentes habituales que consumen los humanos.

“Las algas se parecen más a un huevo que a una planta. Contienen 32 gramos de proteína en comparación con la carne roja (25 gramos), el pollo (21,7 gramos) y un huevo (12 gramos)”, indicó Oz.

De las miles de especies de algas marinas Seakura eligió dos: Ulva (también conocida como lechuga de mar), una variedad de hoja verde que se parece a las algas más clásicas; y Gracilaria, que es de un color rojizo intenso y tiene frondas delicadas.

Incubación de algas en Seakura. Foto: Yoram Aschheim y Shay Cohen

La compañía llevó adelante una selección genética para garantizar la cantidad óptima de proteínas, minerales y vitaminas de cada alga.

Las algas marinas también pueden competir -y a menudo vencer- a otros súperalimentos como la col rizada, chía y espirulina por su fibra dietética, el magnesio, calcio y, sobre todo, su mayor contenido de yodo.

La deficiencia de yodo es la más preocupante ya que representa una de las principales carencias nutricionales en el mundo actual y puede provocar problemas de salud graves, como bocio y males relacionados con el embarazo.

Falafel de algas y pesto

En un recorrido por la finca, ISRAEL21c en Español probó la lechuga de mar de hojas verdes directamente de la piscina de agua de mar donde se crían (es como un jacuzzi burbujeante).

El sabor a umami era sabroso aunque la salinidad se mantuvo durante unas cuantas horas. Para aquellos que desean aumentar sustancialmente su ingesta de yodo, la línea de suplementos Seakura probablemente sea la adecuada.

Otra alternativa son los nuevos productos alimenticios que la empresa lanzó este año y que nueve cadenas de supermercados en Canadá ya venden.
Se trata de la mezcla de falafel de algas marinas orgánicas, pastas de algas marinas con lentejas, maíz o quinua, dos opciones de pesto y hojuelas para sazonar.

En Italia, Seakura provee de algas marinas frescas a la productora de alimentos congelados Rispo, que tiempo atrás agregó panqueques ultracongelados con algas marinas a su variada gama de frittelle salados.

Rispo usa algas Seakura en su frittelle salado. Foto cortesía de Rispo

Oz le contó a ISRAEL21c en Español que en los últimos años las exportaciones totales de Seakura a Europa crecieron de forma dramática: de 34 a 100 toneladas al año.

Las algas en la dieta diaria

¿Por qué los productos con algas marinas no se alinean en los estantes de los supermercados en Israel?

“Estamos en contacto con todos los mejores chefs del Israel que aman nuestro producto recién recolectado. En Asia, las algas son parte de la dieta pero para el resto del mundo, incluido Israel, todavía son un alimento exótico y desconocido. La gente solía pensar que se trata de algo molesto que se pega a las piernas en la playa y una comida. Ahora se están dando cuenta de lo saludable y sabroso que es ese plato”, explico Oz.

A pesar de estos desafíos, Seakura tiene como meta “poner algas en el plato de uno de cada cinco israelíes y no solo en forma de sushi”.

Cuando ISRAEL21c en Español visitó la granja, una delegación de Emiratos Árabes Unidos estaba invitada para tomar un brunch repleto de platos hechos con algas marinas: pesto de algas marinas con galletas saladas de algas marinas, ensalada de habas y algas marinas, berenjenas al vapor en salsa de sésamo y maní con guarnición de algas marinas y un saludable batido de manzana, apio y… algas marinas.

No es descabellado pensar que en un futuro no muy lejano los platos de muchas más personas comiencen a verse de esa manera. Y Seakura lo sabe.

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