Miri Newcome y Chaya Ben-Baruch se conocieron mientras trabajaban en la biblioteca inglesa de la ciudad de Safed (Tzfat) en el norte de Israel. En ese momento, no sabían que harían realidad sus sueños.

Newcome siempre había querido dedicarse a la apicultura mientras que Ben-Baruch buscaba un empleo significativo para sus hijas con síndrome de Down.

Nacidas en EEUU y emigradas a Israel, al cabo de unos años las amigas crearon Neshikha (beso, en hebreo), una pequeña compañía local que fabrica productos orgánicos con miel y cera de abejas.

La apicultora Miri Newcome llena y pesa recipientes y botellas de miel cruda sin procesar de Neshikha. Foto: davidbrianbender.com

“Una de las características únicas de nuestra amistad es que realmente hablamos de cosas y luego las implementamos. No solo ideamos sino que tenemos una lista para cumplir. En un momento, Chaya y yo compartimos nuestras listas y dijimos: ‘Podemos hacer eso’ y ‘Puedo ayudarte con eso’”, dijo Newcome.

La apicultora recordó que siempre había querido tener abejas y que nunca estuvo en un mismo lugar el tiempo suficientemente como para hacerlo. “En un momento me di cuenta de que era ese el tiempo para aprender sobre la actividad. Mi pensamiento detrás de querer ser apicultora no se trataba de obtener miel sino de entender que las abejas están en problemas y poder ayudarlas”, explicó Newcome.

La apicultora Miri Newcome revisa el marco de una colmena. Foto: davidbrianbender.com

Así fue como Newcome se embarcó en Israel en estudios de apicultura. Al principio, ella y Ben-Baruch solo planeaban producir unos 100 bálsamos labiales orgánicos pero una cosa llevó a la otra y ahora ambas ofrecen una amplia gama de productos.

Gran variedad de bálsamos labiales de Neshikha con aroma orgánico. Foto: davidbrianbender.com

La inclusión en mente

La compañía tiene como meta crear conciencia sobre la importancia de las abejas pero también acerca del potencial de las personas con necesidades especiales como las hijas de Ben-Baruch.

Junto a otras personas con necesidades especiales, Keren y Shalhevet Ben-Baruch contribuyen al proceso de fabricación al verter la cera de abejas caliente en moldes o cuando pegan etiquetas diseñadas.
Esta es una forma de que puedan participar en el proceso de producción de los artículos. Además contribuyen con sus comentarios sobre los aromas, productos y envases.

Keren y Shalhevet Ben-Baruch, hijas de la cofundadora de Neshikha, Chaya Ben-Baruch, con un paquete de bálsamo labial con aroma orgánico. Foto: davidbrianbender.com

“De principio a fin, todos nuestros productos se crean con la inclusión en mente. Lo que importa es qué huele bien, qué te hace sentir mejor, qué tipo de molde de vela te gustaría ver esta temporada y así”, indicó Newcome.

Por su parte, Ben-Baruch añadió que en todo lo que hacen, intentan y producen el objetivo es compartir su mensaje de inclusión y conciencia ambiental.

La cera de abejas para todos los productos de Neshikha proviene de las abejas de Newcome y por ello el emprendimiento es boutique.

“Tenemos una cantidad limitada de miel porque Miri solo tiene un número determinado de abejas que cuida. Básicamente, ella tiene una relación con sus insectos y un interés personal en asegurarse de que sean lo más felices posible. Por ello no producimos en masa y cada colmena tiene su propia y única personalidad”, expresó Ben-Baruch.

Una abeja obrera carroñera usó cera de abejas para traerla de regreso a la colmena. Foto: davidbrianbender.com

La miel y la cera de abejas resultantes de las colmenas de Newcome se destinan a la miel orgánica de Neshikha. Las velas de cera, el envoltorio ecológico, las cestas de regalo y los bálsamos labiales, también.
Los bálsamos comenzaron a producirse luego de un profundo proceso de investigación y desarrollo que involucró 23 iteraciones diferentes para llegar a la fórmula correcta.

“Las personas que lo prueban no quieren usar nada más. Somos muy, muy exigentes y conocemos las fuentes de todos nuestros ingredientes”, resaltó Newcome.

Un nuevo lote de velas de cera de abejas orgánicas caseras de Neshikha. Foto: davidbrianbender.com

Hoy en día, los productos Neshikha están únicamente disponibles en línea pero las socias y el esposo de Newcome, Dave Bender, esperan hacer de la compañía un nombre familiar.

A la vez, planean desarrollar colmenas urbanas y programas educativos/turísticos de acompañamiento así como convertirse en un modelo escalable y reproducible para la inclusión en el lugar de trabajo.

“Mi mensaje es que hay que emplear a personas con necesidades especiales, pero no solo por lo que son sino también porque necesitan tener participación en lo que está sucediendo. La meta es involucrarlas de cualquier manera en que sean capaces para que puedan crecer mejor, y usar eso como modelo para mostrarles a los demás. Es factible y sostenible”, dijo Newcome.

Y finalizó Ben-Baruch: “Comenzamos a educar a la gente sobre las abejas. Muchos no comprenden que si las matamos y no las cuidamos, no vamos a tener frutas, verduras ni flores”.

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