Un problema muy conocido es la cantidad de horas que la gente pasa navegando en línea para elegir lo que promete ser un vestido perfecto solo para que luego del envío se descubra que es demasiado largo, muy ajustado o que tiene mangas raras.

Por suerte, ya existe una respuesta a este problema: se trata de una solución de la startup ATALYE, administrada en Israel y con sede en Ámsterdam.

Esta empresa emergente combina tecnología y diseño para ofrecer vestidos ecológicos y ajustados que se hacen a medida luego de que el cliente se escanea a sí mismo con una aplicación en el teléfono.

Los clientes de ATALYE reciben ropa a medida en tiempos normales. Foto: CPTL-Y

Tal Atzmon Shaked, fundadora de ATALYE, reconoció no se veía a sí misma en el campo de la moda: “Siempre me gustó pero nunca pensé en trabajar en esta industria porque vi lo que les hacía a mis amigos, cómo los hacía sentir y lo que les hacía hacer”.

Sin embargo, dos artículos que leyó en 2015 la marcaron: uno fue sobre el colapso de una fábrica de ropa en Bangladesh en 2013 en el que murieron 1.134 trabajadores y el otro sobre una aplicación que escaneaba el cuerpo humano para determinar el tamaño.

Gracias a la tecnología de ATALYE, las clientas pueden elegir color, largo y tipo de manga que se ajustará a su vestido. Foto: CPTL-Y

“Esas notas me recordaron las historias de mis padres sobre el Israel de la década de 1950 donde no había ninguna cadena minorista y tenían que ir al sastre dos veces al año”, le dijo Shaked a ISRAEL21c en Español durante una visita a Israel con sus dos hijos pequeños.

Fue luego de eso que le hizo “clic” la idea de combinar las dos cuestiones pero Shaked no tenía experiencia en moda ni en tecnología.
En 2017, cuando su pareja aceptó un trabajo en los Países Bajos, se inscribió allí en un programa de maestría especializado en emprendimientos en moda.

“Fue una oportunidad increíble convertir esa idea en algo tangible. Cuando terminamos los estudios, cada egresado tenía su propio stand para presentar su negocio a personas de la industria y había un premio. Y mi stand ganó el premio, así que allí decidí que realmente lo iba a hacer”, contó.

Patrones listos para cortar

De ese modo, Shaked empezó a estudiar corte y confección y en conjunto con una empresa de creación de modelos y codificación diseño la tecnología ATALYE, un software basado en la web que puede alterar los patrones de confección y crear un patrón listo para cortar.

Esta tecnología se combina con un escáner físico ubicado en el estudio de ATALYE en Ámsterdam y con una aplicación que les permite a los compradores escanearse ellos mismos desde sus casas.
Gracias a esto, la startup puede crear la prenda perfecta para cada cliente.

ATALYE escanea los cuerpos de sus clientes para asegurarse de que les quede bien la ropa. Foto: CPTL-Y

El proceso se puso en marcha justo antes de la pandemia de COVID-19.

Cuando la crisis de coronavirus estalló a nivel global, Shaked abandonó la idea de una tienda y decidió quedarse solo con el estudio. Así fue como el verano pasado lanzó la página web de ATALYE.

Los clientes de la empresa no diseñan sus prendas sino que personalizan un tipo de vestido, cambiando su largo, la longitud de las mangas, el color y, claro, el talle.

El vestido se puede personalizar en 1.000 diseños diferentes.

Tecnología amigable con el medio ambiente

Tener un vestido hecho a medida también genera beneficios para el medio ambiente.

“Gracias a que solo creamos cada pedido a medida no mantenemos grandes existencias de tela”, explicó Shaked, que indicó que todo el stock textil es una “existencia muerta”, es decir telas que no se vendieron y se dirigen a los vertederos de basura, o son telas ecológicas de Tencel.

Las telas usadas para los vestidos de ATALYE son materiales muertos o ecológicos como Tencel. Foto: CPTL-Y

ATALYE solo usa tejidos fabricados en Europa, creados de conformidad con las normativas medioambientales. Y las prendas son cosidas por modistas en el área de Ámsterdam.

“Nuestra visión es crecer, desarrollarnos y ofrecer moda rápida de manera diferente. En la actualidad, las marcas ecológicas dicen que crean ‘slow fashion’, y las marcas que hacen ropa a medida les dicen a sus clientes que sus pedidos llegarán un mes después de haber recibido el pedido. Nosotros prometemos la entrega en dos semanas y creo que en el futuro podremos acortarlo”, dijo Shaked.

La ropa de ATALYE es cosida en el área de Ámsterdam. Foto: CPTL-Y

La emprendedora señaló el concepto de ropa virtual hecha a medida ya existe. Se trata, particularmente, de dos empresas que crean jeans y trajes de hombre de esta manera.

Pero cuando se trata de moda femenina, Shaked indicó que ATALYE es la primera, tal vez por la dificultad de capturar el volumen corporal de la mujer con un escáner.

“El 50 por ciento de la población mundial está entre tamaños. En el mundo en línea nadie sabe si las cosas encajarán o no. Yo no tengo un tamaño inusual pero generalmente evito hacer pedidos en línea. No hay una estandarización. Cada marca trabaja con diferentes tamaños y cortes distintos”, manifestó.

Quizás es por eso que el lema de ATALYE es “En nuestro futuro, no se necesitan tamaños. Solo tu cuerpo”.

Las mujeres se sienten especiales

La empresaria expresó que todos los que escuchan sobre ATALYE “se emocionan mucho porque es una experiencia muy especial para las mujeres que las hace sentir especiales “.

Con un precio de venta al por menor de alrededor de 200 dólares (unos 620 shekels) por vestido, las prendas de ATALYE atraen a tres tipos de compradores de entre 30 y 50 años: mujeres trabajadoras ocupadas que no tienen tiempo de comprar pero buscan ropa que les quede bien; “espíritus libres” que buscan la nueva experiencia; y mujeres interesadas en la moda sustentable.

Hoy, la empresa financiada por un inversor privado planea expandirse en lo referido a la oferta de indumentaria, colaboraciones con diferentes artistas y marcas de moda, y sus ubicaciones.

Los planes de ATALYE incluyen ampliar la gama de ropa disponible. Foto: CPTL-Y

“Nuestra visión es que dentro de cinco años tengamos tiendas en Europa y EEUU, y que estas tengan clientes que regresen y que puedan hacer pedidos en línea y estar seguros de que la ropa les quedará bien”, afirmó Shaked.

¿Cuántos vestidos de ATALYE tiene ella misma? Ante la pregunta, Shaked sonrió.

“Los hijos del zapatero no tienen zapatos. Pero ya empecé a crear cosas para mí. Mi meta para el invierno es solo usar mi ropa porque tengo que creer en mi producto, y para demostrarlo no hay nada mejor que llevarlo puesto”, concluyó.

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