Los Acuerdos de Abraham firmados entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos en agosto son una buena iniciativa para la gente de la región pero también para la fauna.

Esto es bien claro cuando se trata de la avutarda hubara, un ave en peligro de extinción que tiene preocupados a conservacionistas de ambos lados de Oriente Medio.

Estos pájaros residen en el área que se extiende desde Mongolia hasta las Islas Canarias. En Israel, su población es de apenas 400 pero esa cifra no le resta su importancia porque se trata de un ave icónica del desierto y una especie insignia cuya existencia revela el estado de su ecosistema.

Las avutardas hubara son indicadores ambientales que apuntan al bienestar de sus ecosistemas. Foto: Asaf Mayrose

“Estas aves son un indicador ambiental. Hay una amplia variedad de animales, desde insectos hasta pequeños mamíferos y reptiles, en el sistema y la humanidad, con su tecnología y capacidad para llegar a todas partes, los ha estado cazando y lastimando hasta dañar su hábitat. Hoy  hay un esfuerzo global para preservarlos como grupo. El foco actual son las avutardas hubara”,  explicó el ecologista aviar de la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel (INPA) Ohad Hatzofeh.

Ohad Hatzofeh, ecologista aviar de la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel. Foto cortesía de INPA

Una investigación conjunta

La INPA ha estado trabajando durante las últimas dos décadas para tratar de preservar a esta aves y como parte de eso declaró a sus hábitats como reservas naturales para evitar que sean cazados.

Mientras se estaba a punto de comenzar un esfuerzo renovado para determinar un plan de conservación del espacio, se produjeron los acuerdos de normalización de relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos.

Como parte de esta esto, la INPA planteó el tema y los emiratíes respondieron de forma favorable.
Así, el resultado terminó en un memorando de entendimiento para un proyecto de cooperación de investigación de cinco años con el Fondo Internacional de Abu Dabi para la Conservación de Hubara.

Los emiratíes lideran proyectos de conservación de avutardas hubara en todo el mundo y la próxima investigación conjunta con Israel es parte de ese esfuerzo. Foto: Doron Nissim/INPA

Los emiratíes -describió Hatzofeh- también están preocupados por la disminución del número de aves aunque por razones ligeramente diferentes: allí, las aves son cazadas.

“Desde nuestro punto de vista, eso no es bueno. Y ellos entendieron que la especie se extinguirá y no tendrán qué cazar. De ese modo, se están responsabilizando por ello  ya que quieren que las poblaciones crezcan para poder cazarlas también”, afirmó el especialista.

Esto es lo que se conoce como uso sostenible y, aunque no se practica en Israel, donde la caza es ilegal, se lleva a cabo en diferentes sitios del mundo.

En los Emiratos hay proyectos de conservación de avutardas hubara a nivel internacional y la próxima investigación conjunta con Israel es parte de ese esfuerzo. “Ellos lideran los esfuerzos de conservación de los más altos estándares profesionales,  desde Marruecos hasta el Lejano Oriente y saben que Israel tiene una de las poblaciones más estables, es decir, que no migra. A pesar de ser pequeña, la población de hubaras de Israel es unas de las que ha mantenido su número”, remarcó Hatzofeh.

Por otra parte, la población de avutardas de este tipo en el país también es de interés para los emiratíes porque es genéticamente única.

Usar herramientas adecuadas

Las reuniones entre ambas partes hoy se dan a través del Zoom debido a la pandemia de COVID-19 pero Hatzofeh ya visitó los Emiratos para su investigación hace muchos años. “El objetivo final es la preservación de hubaras. Para ellos se trata de reducir el riesgo de extinción. Para nosotros, de tener las herramientas adecuadas para cuidarlas y, en consecuencia, que su población mejore, crezca y esté protegida”, indicó

Por otra parte, Hatzofeh señaló que hay otras especies que también pueden recibir atención conjunta de ambos Estados. “Empezaremos con las avutardas porque son una especie paraguas y protegerlas crea mucho amparo para otras especies”, finalizó.