Es sabido que las ballenas se comunican entre sí pero ¿qué pasaría si pudiéramos entender lo que dicen y transmitirles nuestros propios pensamientos?

Eso es justamente lo que científicos marinos de la Universidad de Haifa y otras importantes universidades de todo el mundo esperan hacer con un nuevo estudio de cinco años para descifrar cómo se comunican los cachalotes y si sus patrones de habla se pueden replicar para que los humanos puedan comunicarse con ellos.

La Iniciativa Interdisciplinaria de Traducción de Cetáceos (CETI) tuvo lugar a fines de abril y comenzó con una conferencia de prensa en Dominica en el Caribe, donde se llevará a cabo el proyecto.

Los científicos de la Universidad de Haifa se unirán a colegas en biología marina, acústica marina, inteligencia artificial y lingüística de las universidades de Harvard, Ciudad de Nueva York (CUNY), el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), el Imperial College de Londres, U.C. Berkeley y otros.

Allí usarán el aprendizaje automático de última generación y la robótica no invasiva para escuchar y traducir el lenguaje de los cachalotes e incluso intentar responder a estas hermosas y cada vez más extrañas criaturas.

Una charla compleja y la familia muy unida

El cachalote, considerado una especie vulnerable, tiene el cerebro más grande de la Tierra, con cinco veces más peso que el de los humanos.
Como las personas, esta ballena también tiene un sistema de comunicación complejo y vive en grupos familiares muy unidos.

¿Me estás hablando a mí? Una hembra de cachalote junto a un buzo. Foto: Amanda Cotton

Pueden crecer hasta casi 21 metros de largo y vivir 70 años o más, y son vitales para el medio ambiente porque mantienen el carbono fuera de la atmósfera, soportan nuestro suministro de oxígeno y aumentan la vida marina.

“Cuando están en compañía de otras ballenas, estos animales emiten un sonido de clic en distintas frecuencias. La pregunta es si se trata de un código simple o un lenguaje verdadero”, afirmó el profesor Dan Tchernov de la Facultad de Ciencias Marinas Leon H. Charney de la Universidad de Haifa, uno de los líderes del proyecto.

Tchernov indicó que la base de datos que tiene no es lo suficientemente completa como para conocer la respuesta a esta pregunta pero que con el avance del aprendizaje automático y la lingüística avanzada, los científicos se dieron cuenta de que si reunían suficientes datos sobre sus voces, el contexto en el que se emplean y la comprensión, comportamiento y motivación detrás de estos sonidos, los investigadores podían desarrollar un algoritmo.
Y esto es lo que determinará si tienen un idioma auténtico.

“Está claro que nuestro sueño sería ver si pudiéramos comunicarnos con ellos en sus términos”, agregó Tchernov, también es director científico de la Estación de Investigación Marina Morris Kahn.

Cae la biodiversidad

Las posibles implicaciones en caso de que este proyecto tenga éxito son numerosas ya que la biodiversidad del planeta cae rápidamente y la humanidad debe hallar una manera de coexistir con las criaturas que quedan en la Tierra.

El líder del proyecto es David Gruber, profesor presidencial de Biología y Ciencias Ambientales en la CUNY, y junto a él están el doctor Shane Gero, un explorador de National Geographic y experto en biología de ballenas que ha investigado a los cachalotes de Dominica durante más de diez años.

Ambos trabajarán con Tchernov, que se desempeña como director operativo del proyecto.
También lo harán otros investigadores de la Universidad de California, Berkeley y el profesor Shafi Goldwasser del MIT junto al director del programa de Robótica de la Universidad de Harvard, el profesor Rob Wood.

¿Qué estarán diciendo? Tres crías de cachalote en el mar. Foto: Amanda Cotton

También forman parte del equipo de la Universidad de Haifa el doctor Roee Diamant del Departamento de Ciencias Marinas, que será el asesor acústico principal del proyecto, y la doctora Bracha Nir, titular del del Departamento de Trastornos de la Comunicación de esa casa de estudios.
Ella investigará los temas de comunicación entre madres y crías.

“Hoy tenemos las herramientas para identificar y traducir la estructura profunda de los patrones comunicativos de las ballenas y para comenzar a andar el camino hacia un diálogo significativo con otra especie. Al ilustrar su increíble inteligencia y abogar por la legislación, podemos acelerar los esfuerzos de conservación”, afirmó una declaración en la página web oficial del Proyecto CETI, llamado apropiadamente The Audacious Project.