La aventura puede significar cosas diferentes para cada uno de nosotros. Para algunos, es la búsqueda de emociones fuertes y para otros es algo que conmueve el corazón y el alma.

Yo creo que cuando te esfuerzas por salir de tu zona de confort, estás viviendo una aventura. Y mi año sabático en Israel fue una oportunidad única para explorar la vida de una manera nueva que no solo incluyó diferentes tipos de aventuras, sino que también me sirvió como trampolín para el crecimiento personal.

Están son algunas de las mejores experiencias:

  1. Rappel
Participantes de Aardvark Israel hacen rappel en Nahal Jilabun. Foto: Danya Belkin

 

Para el auténtico aventurero, el rappel cumple todos los requisitos. Durante los feriados de Pésaj, yo estaba a cargo de planificar las actividades para mi grupo de amigas. Luego de investigar un poco, la opción de hacer rappel en cascadas en Nahal Jilabun en el norte de Israel sonaba como una actividad perfecta para mí y mis compañeros en busca de emociones.

Pasamos siete horas caminando hacia las cascadas vestidos con trajes de neopreno y cascos, y portando arneses.
Nos sentíamos celebridades cuando los transeúntes israelíes se sorprendían al escuchar cómo es que haríamos rappel por enormes cascadas. Incluso nos sacaron fotos.

Como novata, debo admitir que sentí un miedo tremendo cuando descendí por primera vez las cascadas. Después de aclimatarse rápidamente a la habilidad necesaria para hacer rappel, es posible apreciar la vista en lo que considero una oportunidad única en la vida.

La experiencia fue extraordinaria. Cuando llegué al fondo, miré hacia la cascada y me quedé en estado de shock mientras procesaba lo que acababa de lograr.

  1. Parasailing
Parasailing sobre Eilat. Foto: Danya Belkin

 

El parasailing -o paravelismo- fue una experiencia increíble que colmó mi espíritu aventurero y una actividad perfecta para disfrutar de las vistas de Eilat.

La aventura comenzó cuando abordé un bote de parasailing con nueve amigas. Luego  de navegar por el Golfo de Eilat en el extremo norte del Mar Rojo, nos dividimos en parejas, nos atamos con arneses y nos conectamos a un paracaídas.

Pronto me encontré elevándome sobre el mar con una vista increíble de Israel y Jordania y el infinito desierto en la distancia. Tomé la mano de mi amiga mientras disfrutábamos de este momento por encima del agua.

Las únicas fotos que pudimos tomar fueron las de nuestros ojos, que siempre quedarán guardadas en mi memoria. Fue en ese momento en que aprecié la pequeñez de Israel en comparación con sus países vecinos.

  1. Tubing (tubo parachoques)
Tubo parachoques en Eilat. Foto: Danya Belkin

 

Un fin de semana en Eilat, mis amigas y yo probamos hacer tubing ya que parecía muy emocionante. Esta actividad implica acostarse boca abajo y sujetar dos correas por encima de la cabeza mientras un bote tira del tubo a través del agua.
El agua de mar brota en tus ojos y si te sueltas, te caes del tubo y esperas en el agua a que el bote te vuelva a recoger.

Me caí varias veces y, lamentablemente, perdí uno de mis anillos. Por eso aconsejo que se quiten todos los accesorios antes de hacer tubing. Esta es una maravillosa actividad para compartir con familiares y amigos que disfrutan del agua, el aire fresco y ganas de reírse un buen rato.

  1. Senderismo
Danya Belkin, a la izquierda, y Ava Rosen haciendo senderismo en Israel. Foto: Danya Belkin

Como aventurera que soy, el senderismo me permitió explorar Israel de manera rentable junto a gente querida. Tuve la suerte de que el personal del programa Aardvark Israel organizara numerosas caminatas para los participantes.
También busqué recorridos de senderismo autoguiados con mis compañeros de todo el año.

Algunas de mis caminatas favoritas en Israel incluyen Ein Gedi, Nahal Og y Ein Prat. Varios de los lugares más hermosos que vi en el país fueron descubiertos en estas caminatas.

En el desierto del Néguev hay algo realmente mágico. Allí me siento como si estuviera en una escena de película mientras miro las arenas y las esplendorosas montañas.
Las caminatas dan aventura a mi alma y mi cuerpo, y siempre siento una sensación de renovación cuando regreso de hacer un largo recorrido.

  1. Wakeboard (esquí acuático sobre tabla)
Danya Belkin haciendo wakeboard en el Mar de Galilea. Foto: Ava Rosen

 

Incluso si eres un surfista experto o un experto en snowboard, el wakeboard es algo único. Mi experiencia tuvo lugar en el Mar de Galilea y comenzó con un corto paseo en bote.

Luego de ajustarme un chaleco salvavidas, até mis pies a lo que parecía una tabla de snowboard y me sujeté con un arnés y una cuerda larga al bote. Salté al agua, me dieron una breve lección y esperé a que el bote ganara impulso para poder levantarme y montar en la superficie del agua.

Fue estimulante. La semana siguiente recordé la maravillosa experiencia ya que mis brazos estaban muy doloridos.

  1. Vehículos todo terreno
Participantes de Aardvark Israel en Mitzpé Ramon. Foto: Danya Belkin

 

Mis actividades durante a mi año sabático me recordaron lo que extrañaba de mi país de origen. Una de esas cosas era conducir. Ya había pasado seis meses sin conducir hasta que me encontré en la Reserva Natural de Mitzpé Ramon con un grupo de amigas con las que decidimos probar los vehículos todo terreno.
Estos autos, con capacidad para cuatro personas, tenía que ser manejado por alguien con licencia de conducir válida. ¡Yo!

Mitzpé Ramon es el más grande de los cinco cráteres naturales de Israel y está entre los siete de su tipo en el mundo. Estábamos equipados con antiparras y bufandas que nos cubrían la nariz y la boca para evitar el polvo. Fue emocionante tener el viento en mi cara mientras sostenía el volante.
La escapada de dos horas fue sin duda genial, con extraordinarios vistas del cráter y del desierto.

  1. Aguas termales

Mis amigas y yo nos propusimos disfrutar de las aguas termales de Tiberíades en un día lluvioso, lo que resultó ser ideal porque el nombre “aguas termales” no miente.
De hecho, había de todo: desde baños tibios hasta abrasadores.
Y yo estaba decidida a probarlos todos.

Mucha gente cree que las aguas termales tienen poderes curativos. Desde los tiempos bíblicos, los manantiales naturales han tratado a personas de diversas dolencias, incluida la “posesión por demonios”, trastornos de la piel y mucho más.
El olor a azufre no era tan fuerte como imaginaba y la experiencia en general fue muy relajante.

  1. Esnórquel
Una selfie mientras hacía esnórquel en Eilat. Foto: Danya Belkin

 

Esta no era mi primera vez pero definitivamente no era una experta en lo que respecta al esnórquel en Eilat. Esta actividad requiere saber nadar pero no se necesita ninguna otra instrucción importante.

Luego de navegar en un bote a poca distancia de la orilla, llegamos a nuestro destino. Salté al Mar Rojo, sentí el impacto del agua helada e inmediatamente comencé a ver arrecifes de coral, peces y más vista interesante debajo de mí. Incluso pude tomar fotos bajo el agua con la cámara Go-Pro de mi amiga.

Poder ver la belleza de la vida marina de primera mano es muy inspirador. Y es posible entender por qué nuestro medio ambiente es precioso.
Solo espero que otros puedan experimentar la belleza del mar de manera similar.

  1. Tour en jeep
Danya Belkin y sus amigas hacen jeeping por las montañas de Eilat. Foto: Danya Belkin

 

Después de recuperarnos del COVID-19, mis compañeros de cuarto durante el aislamiento y yo decidimos darnos un gusto: un fin de semana con un recorrido en jeep por las montañas de Eilat. Esto duró cuatro horas y  fue una experiencia inolvidable.

Nuestro guía informativo nos mostró las hermosas formaciones rocosas y describió la historia de en nuestro entorno. Mientras estábamos sentados en el jeep, el terreno irregular nos sacudió de un lado a otro mientras el vehículo trepaba por las rocas.
No importaba si nos sentábamos o estábamos parados, con la cabeza asomando por el techo corredizo del jeep, el aire fresco se filtraba a través de nuestra piel mientras la experiencia se hacía un lugar para siempre en nuestras almas.

  1. Paseos en camello/Aldea beduina
Danya Belkin y amigas montando camellos. Foto: Danya Belkin

La experiencia de pasar una noche en una aldea beduina es hermosa y emocionante. La hospitalidad no tiene rival e incluye comida deliciosa y café. Allí aprendí de primera mano sobre la cultura, la historia y el estilo de vida nómada de los beduinos.

Disfruté especialmente de montar en camello en el desierto de Néguev. Ese paseo fue aterrador ya que todo el tiempo me agarré con fuerza al camello para no caerme. Al final del día dormimos en una tienda beduina bajo las estrellas.

  1. Ver amanecer y atardecer
Amanecer espectacular en el desierto de Néguev. Foto: Ava Rosen

Ver salir y ponerse el sol en Israel es una aventura espiritual. Desde despertarme a las 3 de la madrugada para ver el amanecer desde Masada hasta sentarme en la playa de Tel Aviv para ver el atardecer, en Israel tuve la posibilidad de ver albas y ocasos.

Mientras miraba hacia atrás, pensaba en mi pasado, presente y futuro y en cómo vivir en Israel durante un año cambió mi vida para siempre.

Estas aventuras por todo Israel no solo fueron agradables sino que también me sirvieron como un modo de crecimiento personal. Estoy muy agradecida de haber tenido la oportunidad de participar en esas experiencias y es por ello que animo a personas de todo el mundo a que vengan y busquen por ellos sus propias aventuras en este hermoso país que tuve la suerte de llamar mi hogar durante un año.