Israel es un país pequeño y es fácil pensar que hasta el último centímetro es bien conocido pero esto es una falacia.
El viajero ávido -o aquel que viaja desde un sillón- puede llegar a un sinfín de recónditos lugares donde disfrutar del anhelado silencio.

Para poder subirte a la aventura la próxima vez que surja viajar a Israel o salir de paseo en el país, te presentamos 12 lugares apartados a lo largo y ancho del territorio.

1. Estanques de evaporación Evrona – Desierto de Aravá

Una bandada de flamencos descansa en los estanques de evaporación cerca de Eilat. Foto: Mila Aviv/Flash90

¿Te gustaría ver a un flamenco en el desierto? En los estanques de evaporación en Evrona, cerca de Eilat, un grupo de estas hermosas aves que migraron a Israel hizo del sitio su hogar. Los flamencos solían sobrevolar la zona en su camino a África pero hace más de 20 años hicieron que ese lugar fuera su residencia permanente gracias a la comida disponible que hay allí.
Estas piscinas naturales están ubicadas justo en la frontera con Jordania, lo que significa que los flamencos reciben público de ambos países, que a su vez también pueden saludarse entre sí. Una convivencia al estilo flamenco.

2. Lago escondido de Timna – Desierto de Aravá

Israel está lleno de increíbles gemas como el lago escondido de Timna en el sur del país. Foto: Emma Grimberg/Shutterstock

En Timna, en el desierto de Aravá en el sur del país, hay un lago escondido que es quizás una de las vistas más llamativas de Israel. Se trata de un cuerpo de agua de color turquesa brillante rodeado de montañas rojas en medio del desierto.
Ubicado a pocos kilómetros de Eilat, el lago no es natural pero se formó cuando las canteras de cobre del lugar se inundaron y debido a que está situado entre minas, no es un sitio muy accesible.
Sin embargo, los viajeros entusiastas se dirigen hacia allí para nadar en las aguas saladas e incluso, debido a su reciente popularidad, para bucear en un sitio inusual.

3. Curvas de Nitzana – Desierto del Néguev

Vista del parque de piedra caliza de Hamukei Nitzana cerca de la frontera con Egipto. Foto: Mendy Hechtman/Flash 90

Hamukei Nitzana (Curvas de Nitzana) es un parque natural lleno de grandes rocas de piedra caliza blanca y brillante que se forman en lechos suaves y curvos. Su ubicación en la frontera sur de Israel con Egipto indica que no que no está inundado de turistas incluso en los momentos -sin COVID-19- con m[as visitantes dispuestos a caminar y disfrutar del entorno lunar en paz y tranquilidad. También es un gran destino para una caminata a la luz de la luna, cuando las piedras calcáreas brillan de forma intensa.

4. Pequeño cráter – Desierto de Néguev

El Pequeño Cráter en el desierto de Néguev es un fenómeno geológico único. Foto: Ester Inbar/Wikimedia Commons

A pesar de su nombre, el Pequeño Cráter es un lugar secreto bastante grande, con ocho kilómetros de largo, casi 6,5 de ancho y 460 metros de profundidad.
Este cráter es un fenómeno geológico poco común y es mucho menos famoso que sus primos, el cráter Ramon y el Cráter Grande.
Recién en 2019 fue considerado una reserva natural después de una lucha de décadas con el sistema de Defensa de Israel, que se oponía a la medida porque parte del sitio pertenece al Centro de Investigación Nuclear del Néguev.
Es el hogar de formas geológicas únicas, rocas coloridas y una vida silvestre en peligro de extinción, además de ser un sitio maravilloso para una caminata por el desierto.

5. Aguas termales de Kedem – Mar Muerto

La gente disfruta del agua en el Mar Muerto que a pesar de su popularidad todavía contiene gemas ocultas. Foto: Noam Revkin Fenton/Flash 90

El Mar Muerto es uno de los destinos de viaje más conocidos de Israel pero también está lleno de sorpresas, entre ellas las fuentes de aguas termales salpicadas a lo largo de la costa donde la corriente de Kedem se encuentra con el lago más salado del mundo.
Algunas de estas fuentes son lo suficientemente grandes como para albergar a una familia y otras pequeñas para contener a parejas románticas. No es simple llegar allí y se requiere salir de la carretera y evitar peligrosos sumideros.
Esto no parece disuadir a los pocos valientes que se aventuran allí, especialmente en la temporada invernal.

6. Antigua Fortaleza – Playa de Ashdod

Las ruinas de la Antigua Fortaleza en Ashdod. Foto: Michael Stein 121272/Shutterstock

Si bien las playas de Tel Aviv son tal vez las más famosas, la costa de Israel recorre una parte sustancial del país y la playa de Ashdod cuenta incluso con su propia fortaleza.

Construida por gobernantes árabes en el siglo VII, ese fuerte se usó en centurias posteriores para defender Tierra Santa de los cruzados, aunque sin éxito. Los conquistadores católicos se apoderaron de la zona también tomaron posesión de la fortaleza.
En la actualidad, los restos de la fortaleza crean una imagen magnífica contra una franja de arena que de otro modo estaría vacía y esto lleva a las parejas a elegir el lugar para casarse en pequeñas ceremonias (durante la pandemia).

7. Azotea del Hospicio Austríaco – Jerusalén

La azotea del Hospicio Austríaco en la Ciudad Vieja de Jerusalén ofrece magníficas vistas. Foto: Thomas Marchhart/Shutterstock

La Ciudad Vieja de Jerusalén tiene muchos tejados desde donde disfrutar de las impresionantes vistas. Uno de los mejores -y más accesibles, es el del Hospicio Austríaco, inaugurado en 1863.
Este edificio sirvió primero como albergue de peregrinos de la Iglesia católica austriaca antes de convertirse en un hogar de convalecencia militar durante la Primera Guerra Mundial, y luego como un campo de reclusión durante la Segunda Guerra Mundial. Más tarde se convirtió en un hospital y nuevamente en un albergue actual con su propia tienda de café vienés
Si bien la cafetería es famosa por su chocolate caliente y su strudel de manzana, los que buscan una experiencia diferente harían bien en subir tranquilamente las escaleras hasta la azotea desde donde pueden ver cómodamente el corazón de la Ciudad Vieja.

8. Anfiteatro del Monte Scopus – Jerusalén

El anfiteatro de piedra de la Universidad Hebrea fue testigo de grandes batallas. Foto: Movraw/Shutterstock

El anfiteatro al aire libre ubicado en uno de los bordes del campus de la Universidad Hebrea en el Mount Scopus de Jerusalén es uno de los secretos mejor guardados de la universidad, junto con sus jardines botánicos.
El teatro al aire libre se erigió en 1925 cuando se colocó una estructura temporal de madera antes de la ceremonia de apertura de la universidad que incluía a grandes personalidades como el británico Lord Balfour y el general Edmund Allenby.
La estructura de piedra actual fue construida una década después y resistió acontecimientos históricos como la Guerra de Independencia de Israel y la Guerra de los Seis Días.
En la actualidad, los visitantes que hacen la caminata interminable hasta el borde del campus son recompensados ​​con hermosas vistas del desierto que se extienden hasta Jordania.

9. Iglesia de San Pedro – Tel Aviv

La iglesia ortodoxa rusa de San Pedro se cierne sobre el sur de Tel Aviv. Foto: Eyal Asaf

La iglesia ortodoxa rusa de San Pedro es de color rosa brillante y se eleva sobre las copas de los árboles. Es un espacio inusual añadido a una zona residencial bastante anodina del sur de Tel Aviv. Construido en el siglo XIX, el complejo incluye una iglesia y un monasterio y está abierto al público solo por un corto tiempo cada semana, lo que se suma a su estatus de secreto.
Disfrutado principalmente por los lugareños, el sitio y el parque circundante son un soplo de aire fresco en el área metropolitana.

10. Playa Midron – Yafo

La gente se reúne en la playa Midron en Yafo. Foto: Eyal Tagar/Tel Aviv/Flickr

Ubicada en el lado sur y menos conocido de Yafo, la playa Midron que se extiende desde el vecindario de Ajami hasta el mar Mediterráneo cuenta con extensos prados de césped, senderos para bicicletas, carriles para hacer caminatas y franjas de arena.
Por alguna razón aún no atrajo a las multitudes que sí han  encontrado otros lugares de Yafo y Tel Aviv. La playa se disfruta mejor los viernes por la noche temprano, cuando las familias se reúnen para cenar, las parejas salen en citas románticas y los niños se pasean, todo en un ambiente local muy agradable.

11. Manantial Ein Sukot – Valle del Jordán

El manantial Ein Sukot en el Valle del Jordán es una joya secreta. Foto: Matanya Tausig/Flash 90

Ein Sukot es un gran manantial rodeado de juncos que le da a todo el lugar un ambiente muy privado y aislado. Se halla fuera de la carretera entre un par de asentamientos, lo que hace que llegar allí sea todo un desafío.
Se trata de uno de los lugares favoritos entre los viajeros que no pueden soportar la idea de compartir una tarde con las masas. Muy secreto.

12. Cueva de Alma – Galilea

La entrada a la cueva de Alma en la región norte de la Galilea. Foto: Dmitry Babin/Wikimedia Commons

La cueva de Alma en la región del norte de la Galilea es todo lo que podrías desear de una caverna: larga, oscura, fría y llena de murciélagos. Hay algunas leyendas que la rodean, como la que afirma que los judíos regresaron a la Tierra de Israel de su exilio en Babilonia a través de ella (porque es muy larga).

Miles de años después, la cueva está equipada con clavijas y reflectores de luz para facilitar el paso a los visitantes, que aún deben venir con ropa de manga larga y zapatos antideslizantes.
En esta época, la cueva está cerrada para proteger a su población de murciélagos, pero una vez que se vuelva a abrir, valdrá mucho la pena.