El año 2022 es un período emocionante para la industria de las energías renovables porque se acelera la transición a la energía limpia y los gobiernos aprovechan la oportunidad de la recuperación económica de la pandemia de COVID-19 para implementar políticas que ayuden a cumplir los objetivos de reducir las emisiones de carbono.

Por otra parte, la guerra en Ucrania puso de manifiesto la necesidad de que los países occidentales se independicen en lo que respecta a la energía.
Así, se espera que las inversiones en el mercado mundial de energías renovables aumenten un ocho por ciento durante este año.

Para 2030, Israel apunta a conseguir el 30 de las energías renovables en la generación energética.
En 2020, estas representaron menos del siete por ciento de la combinación de energía del país.

El éxito de las energías renovables depende de la creación de más capacidad de almacenamiento, reducción de la dependencia de los combustibles fósiles, y la acción de conseguir sistemas de energía más flexibles y resistentes.

El hidrógeno “verde”, producido por fuentes renovables, es una novedad que, en esta transición, cambia las reglas de juego.

David Rubin, socio gerente de energía renovable en Cukierman & Co. Investment House. Foto cortesía de Cukierman & Co.

El hidrógeno es el elemento más abundante en el universo.

Se trata de un combustible portátil de gran densidad energética y escalable que puede descarbonizar los sistemas energéticos y económicos que son difíciles de electrificar.

Para 2040, alrededor del diez por ciento de la demanda mundial de energía primaria podría reemplazarse con ese gas.

Se espera que el mercado mundial de hidrógeno se duplique con creces desde menos de 100 toneladas métricas actuales a 223 para 2050.

En 2021, la actividad de capital riesgo en hidrógeno sumó casi 2.000 millones de euros.

Única solución viable y escalable

El hidrógeno verde y sus derivados son la única solución viable y escalable para abordar sectores de movilidad difíciles de reducir como los camiones de larga distancia, el transporte marítimo y los viajes aéreos.

También puede servir como combustible sin carbono para aquellos procesos industriales de alta temperatura como la fabricación de acero y cemento.

En paralelo, este elemento puede almacenar de forma segura grandes cantidades comerciales de energías renovables para su uso cuando el sol no brilla o el viento no sopla, y servir como una fuente de energía limpia y firme para el sector eléctrico.

Una parte esencial es la descarbonización de la economía global. Allí, el hidrógeno verde puede reemplazar el hidrógeno “gris” y “negro” en industrias químicas como la producción de amoníaco que utiliza el gas como materia prima.
Además, tiene la capacidad de reemplazar al carbón en la producción de acero y al gas natural para la calefacción industrial.

Primero, la seguridad

Si bien el hidrógeno es combustible solo se quema cuando se combina con un cierto porcentaje de agente oxidante, como cloro u oxígeno, así como con una fuente de ignición.

Su almacenamiento, manipulación y transporte a nivel industrial se han estudiado y comprendido bien durante más de un siglo.

Incluso en caso de fuga -por su flotabilidad natural- el hidrógeno se disipa de inmediato a la atmósfera y a la vez no es tóxico ni emite contaminación nociva.

A pesar de los beneficios, el hidrógeno tradicional todavía presenta algunas cuestiones.
El gas de hidrógeno comprimido o el hidrógeno licuado requieren de una infraestructura compleja y medidas de seguridad engorrosas y costosas, al tiempo que sufren una menor densidad de energía.

Cuatro compañías para seguir

Las siguientes cuatro empresas tecnológicas de Israel desarrollaron aplicaciones para resolver los problemas relacionados con el almacenamiento, producción y fabricación de hidrógeno.

Estas son apenas algunos ejemplos del creciente número de empresas israelíes del sector.

Electriq Global diseñó una tecnología que enfrenta a los desafíos nombrados y ofrece soluciones prácticas del mundo real.
El proceso de hidrogenación de la empresa une el gas de hidrógeno con borato de potasio (KBO2) para producir un compuesto similar al café en polvo (KBH4). Es un producto listo para un fácil almacenamiento y transporte.
El proceso de deshidrogenación libera hidrógeno y KBO2 como subproducto, formando así un ciclo completo.

Así funciona el sistema Electriq-Global. Foto: cortesía.

Además, Electriq Global le da el visto bueno a una nueva tecnología de combustible que extrae hidrógeno del agua y lo convierte en electricidad para propulsar vehículos.

Por su parte, Hydro X desarrolló una tecnología disruptiva para almacenar y transportar hidrógeno en un vehículo verde, no tóxico, no inflamable, no explosivo, económico y energéticamente eficiente.

La tecnología de la compañía usa el ciclo formiato-bicarbonato para almacenar y liberar hidrógeno en un vehículo orgánico líquido verde, seguro y energéticamente eficiente, alterando así el paradigma de las operaciones convencionales de almacenamiento de hidrógeno.

A su vez, H2Pro creó un método revolucionario para dividir el agua, denominado E-TAC.

Similar a la electrólisis, este proceso utiliza electricidad para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno. Sin embargo, a diferencia de la electrólisis convencional, el hidrógeno y el oxígeno se generan de forma separada y en diferentes pasos: uno electroquímico (E) y otro químico activado térmicamente (TAC).

Los reactores electrolíticos sin membrana de E-TAC son adecuados para la producción de hidrógeno a alta presión y el escalado rentable.
Este proceso permite la producción de hidrógeno verde de una forma en que éste conserva una alta eficiencia energética dentro de los reactores y una eficiencia del sistema del 95 por ciento.

GenCell inventó generadores alimentados por hidrógeno que pueden brindar energía a las personas que carecen de electricidad centralizada.

Instalación de una solución de energía fuera de la red GenCell A5. Foto cortesía

La solución de energía FOX de GenCell libera la energía de las celdas de combustible mediante el uso de amoníaco líquido económico para proporcionar energía confiable y libre de emisiones para sectores como telecomunicaciones, escuelas, purificación de agua y más.

* David Rubin es socio gerente de energía renovable en Cukierman & Co. Investment House de Tel Aviv. Sus cuyos clientes representan una variedad de sectores que incluyen hidrógeno, tecnología de baterías y fabricación industrial e Industria 4.0, entre otros.