Israel tiene muchas playas hermosas pero la mayoría de ellas esconden un horrible secreto: están repletas de colillas de cigarrillos.
Y mientras muchos se conforman con quejarnos de toda esta basura tóxica, Julian Melcer está haciendo algo al respecto.
“El proyecto Clean the Butts nació en el verano de 2018 cuando cumplí 24 años. Vi muchas colillas de cigarrillos en la playa y también observé que la gente usaba la arena como un cenicero, así que pensé en invitar a personas a través de Facebook para limpiar las playas de las colillas de cigarrillos”, contó Melcer.
Amigos de Melcer y contactos de Facebook se unieron a él para su celebración ecológica y ese día recogieron una cantidad considerable de 5.000 colillas.
La experiencia inspiró al joven a continuar con este esfuerzo fue así que fundó la ONG Clean the Butts que cuenta con voluntarios que los fines de semana recorren las playas de Israel en busca de las colillas desechadas.
Hasta la fecha, la organización ya recogió unas 160.000.
La ONG comenzó como una iniciativa informal pero recibió un premio de dinero en efectivo de la municipalidad de Tel Aviv y la organización israelí Midburn, una rama del festival Nevada Burning Man, por una estatua hecha con colillas de cigarrillos.
Esto llevó a Melcer a invertir más tiempo.
El verano pasado, Clean the Butts despegó y Melcer y sus compañeros voluntarios empezaron a ir a las playas -principalmente Tel Aviv y su periferia- para recoger las colillas y vender ceniceros de bolsillo a los bañistas.
Esto, dijo Melcer, les proporciona una solución alternativa fácil a la acción de tirar sus desechos en la arena.
“A algunos no les gusta que se les acerquen pero puedo decir que el 90 por ciento de la gente está muy agradecida ya que les ofrecemos una solución en tiempo real. “Yo diría que del 90 al 99 por ciento, la recepción es extremadamente positiva y cálida”, definió el joven.
Melcer indicó que durante el verano de 2020, la ONG logró vender unos 9.000 ceniceros de bolsillo y que espera que esta temporada sea aún más fructífera.
“El dinero me permite hacer el activismo. Importamos los ceniceros de China pero nuestro sueño es hacerlos en Israel. Sin embargo, tomará más tiempo para eso”, aseguró Melcer «.
Algunas de las colillas recogidas se convierten en obras de arte, mientras que otras son enviadas a una instalación de reciclaje de colillas en Irlanda. “Nuestra próxima etapa es trabajar con los municipios acerca de los ceniceros públicos porque queremos tenerlos en todo Israel para poder recolectar las colillas desde allí y luego reciclarlas”, expresó Melcer.
En ese sentido, añadió, los planes futuros son dobles: “Nuestro plan de máxima es fundar una escuela con cursos para jóvenes emprendedores, es decir estudiantes de secundaria que quieran ser emprendedores ecológicos. La visión es hacer crecer a la próxima generación de emprendedores ecológicos”.
Mientras tanto, Melcer espera aprovechar el proyecto no solo para mejorar el medio ambiente sino también las relaciones con los vecinos de Israel. “Con suerte, nos gustaría ser los recicladores de colillas de cigarrillos de Oriente Medio. Eso sería el mejor proyecto. Tal vez podamos convertir las colillas de cigarrillos en algo que traiga más paz al mundo”, concluyó el emprendedor.
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