Las uvas, las nueces y los aguacates son algunos de los frutos que hoy se cultivan de manera más eficiente gracias a los sistemas de riego por goteo creados en Israel en la década de 1960.

A diferencia del riego por inundación, el método por goteo distribuye gotas de agua y fertilizante de forma uniforme a la zona de las raíces de cada planta a través de mangueras – llamadas líneas de goteo- salpicadas de unidades que liberan agua en poca cantidad.

Cambiar el riego por inundación por riego por goteo ahorra mucha agua y fertilizantes, aumenta el rendimiento y preserva la capa superficial del suelo.

A pesar de este éxito, 2347 de los 2832 millones de hectáreas de tierras agrícolas irrigadas de todo el planeta aún son regadas por inundación, un sistema arcaico y de alto derroche.

Como ocurre en casi todo los casos, la elección se debe a cuestiones económicas. Es que muchos agricultores no pueden afrontar los enormes gastos operativos y de capital del riego por goteo.
La infraestructura es costosa, así como la electricidad necesaria para filtrar e impulsar el agua a través del sistema.

Esto le hizo ruido al profesor Uri Shani, experto internacional en agua, que facilitó la desalinización y el reciclaje del agua durante cinco años como comisionado del agua de Israel.

Su solución es un sistema de “microirrigación” accionado por gravedad y su nombre es N-Drip.

La gravedad como propulsión

“N-Drip brinda todos los beneficios del riego por goteo pero para cultivos de campo como alfalfa, sorgo, maíz y papas. Estos son cultivos básicos que tienen un margen de beneficio muy bajo pero que rendirán más con un nuevo tipo de gotero propulsado solo por gravedad. Esa es la asombrosa magia y el gran avance que puede cambiar la escasez mundial de agua de forma significativa”, indicó Seth Siegel , uno de los primeros inversores en N-Drip y hoy su director de sostenibilidad.

En 2015 Siegel conoció a Shani mientras investigaba su libro de 2015 “Que haya agua: la solución de Israel para un mundo hambriento de agua”.

“El tema de que los recursos hídricos en casi todas partes estén sobrecargados -y debido a que el agua para la agricultura consume más del 70 por ciento del agua dulce del mundo- tenemos que reducir la tasa de uso del agua para cultivar”, indicó Siegel, que también señaló que el riego por inundación no cambió mucho en 5.000 años.

De acuerdo con el especialista, en la antigüedad no había mucha gente y había mucha agua. “Hoy sabemos que en el riego por inundación se desperdicia entre el 50 y el 60 por ciento del agua, y en ocasiones hasta el 70 por ciento, por evaporación. Esto acentúa los cultivos, produce un rendimiento atrofiado y conduce a la destrucción de la capa superficial del suelo, un gran problema en la agricultura”, explicó Siegel.

En el caso de N-Drip, el sistema no solo reduce el uso de agua a la mitad o más mientras aumenta el rendimiento hasta en un 40 por ciento, sino que también se trata de una solución verde sin emisiones de carbono que se puede instalar usando la infraestructura existente del campo.
Los goteros sin obstrucciones fabricados en Israel no necesitan agua filtrada ni mantenimiento.

“Este es el primer y único sistema de ‘microirrigación’ impulsado por gravedad que funciona bien en granjas de todos los tamaños. De bajo costo, N-Drip ofrece un riego preciso sin la necesidad de energía externa o filtración”, le dijo dice Siegel a ISRAEL21c en Español.

Veinte tipos de cultivos

N-Drip empezó a comercializarse hace apenas tres años.
El primer cultivo que se utilizó para regar fue la caña de azúcar en Suazilandia (Eswatini), África.

Hoy, agricultores de unos 20 países de América del Norte, África y Asia ya usan la solución para 20 tipos de cultivos, incluido el arroz, y cualquier vegetal que crezca en tierras llanas.

Cultivos regados con el sistema N-Drip en Eswatini. Foto de Will Brown

“En EEUU, N-Drip se usa especialmente en los Estados de California, Nuevo México, Arizona y Nebraska”, comentó dice Siegel.
California tiene 1.620.000 millones de hectáreas que aún son regadas por inundaciones.

Si bien Arizona tiene graves problemas de escasez de agua, unas 365.000 hectáreas de tierras agrícolas de ese Estado – principalmente para cultivar algodón, alfalfa y sorgo- se irrigan por inundación.

Hace dos años, la compañía estatal de agua se asoció con N-Drip para comenzar a transformar estas granjas.

Siegel manifestó que los agricultores que reemplazan el riego por inundación con N-Drip ahorran de 1.230.000 a 2.100.000 litros de agua por hectárea por temporada de crecimiento y aumentan el rendimiento del 15 al 40 por ciento.

Un campo de sorgo de Arizona regado por N-Drip. Foto de David Huff

Howard Rother, un agricultor de Nangwee, Australia, informó que probó el sistema en 11 hectáreas de su campo de cultivo de un total de 70 hectáreas.
El hombre notó un ahorro de agua del 26 por ciento combinado con un 47 por ciento más de rendimiento en comparación con el área regada por inundación.

“El campo de goteo fue de 11 fardos por hectárea en comparación con la inundación que fue de 7,5. Fue un resultado notable. La diferencia permitió que el sistema se amortizara en un año”, afirmó Rother.

Una grave amenaza

En diálogo con ISRAEL21c Siegel reconoció que hace unos diez años se preocupó por la escasez de agua. “Vi que es una grave amenaza no solo para la seguridad nacional de EEUU, sino también para la estabilidad global. Creía que eso conduciría a un aumento de los precios de los alimentos y al flujo de refugiados. En África, unos 60 millones de personas, y en Asia, varios cientos de millones se verían afectados”, contó.

Abogado, ejecutivo de negocios y autor, Siegel terminaba entonces de completar el manuscrito de su libro de 2019, “Aguas turbulentas: ¿Qué hay de malo en lo que bebemos”, cuando él y Shani hablaron en una conferencia sobre el agua en Milwaukee.

“Shani me habló de este invento que perfeccionaba y le dije que si era real, me gustaría participar”, recordó.

A principios de 2021, Eran Pollak, director ejecutivo de N-Drip, invitó a Siegel a convertirse en director de sustentabilidad de la compañía.
Hoy, su función es ayudar a las empresas, las grandes ONG, las cooperativas agrícolas y los gobiernos a ver cómo N-Drip puede asistirlos para conseguir que los sistemas de riego sean más sustentables.

En ese sentido, Siegel dijo que los dos cultivos que consumen más agua son el algodón y la alfalfa.

Cultivo de algodón con riego N-Drip en Queensland, Australia. Foto cortesía de N-Drip

La alfalfa y el sorgo se usan principalmente como alimento para el ganado. “Desde 2010, casi 1.000 millones de personas salieron de la pobreza extrema y el mayor cambio en su vida diaria es que están comiendo más proteína animal. Millones más aspiran a comer carne, por lo que tenemos que ser inteligentes sobre cómo cultivamos alimentos como la alfalfa y el sorgo”, vaticinó.

En la actualidad, las líneas y goteros N-Drip se fabrican en Migdal HaEmek en el norte de Israel.

“En los próximos años vamos a tendremos tres o cuatro fábricas o empresas conjuntas para fabricar las líneas en India y Arizona y otros lugares más cercanos al mercado pero los goteros siempre se fabricarán en Israel”, dijo.

Para finalizar, Siegel expresó que N-Drip podría llegar a ser tan grande como Waze. “Es la solución a un problema que no va a desaparecer”, concluyó.

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