El pasado 9 de enero, los residentes de Tel Aviv recibieron de regalo 500 pequeños trozos del suelo de granito de la Plaza Dizengoff, que era lo que dejaban excavadoras y maquinaria a medida que taladraban en este famoso punto de referencia en el centro de la ciudad.

Trozos del suelo de la plaza. Foto de Guy Yehiely y Yoav Shapiro.
Trozos del suelo de la plaza. Foto de Guy Yehiely y Yoav Shapiro.

Muchas otras partes de ésta también están en obra (entre ellas el tranvía y el paseo de la playa); ahora los equipos de construcción han dedicado su atención a la plaza.

El nuevo plan de la ciudad es bajarla al nivel de la calle, tal y como era cuando se inauguró en 1938. La plaza se elevó en 1976 para facilitar el tráfico vehicular.

«La Plaza Dizengoff es un símbolo de la industria de días pasados, cuando el mundo prefería el uso de vehículos privados; se tomó una vía urbana y se convirtió en cruce público. Al bajarla de nuevo al nivel de la calle [estamos haciendo] una declaración pública, que puede tener una contribución importante al espacio público», dijo el alcalde, Ron Huldai.

Las obras de renovación durarán un año y costarán unos 15 millones de dólares.

Además de modernizar el sistema de alcantarillado, agua, electricidad e infraestructuras de comunicación, la ciudad ha decidido bajarla con la esperanza de devolverla a sus días de gloria.

En los años 30 del siglo pasado, la plaza era el centro de moda de la ciudad. En el argot popular, el verbo hebreo l’hizdangef (“a Dizengoff”) se acuñó para describir los paseos por esta emblemática arteria, que va de norte a sur.

Con el paso de los años se convirtió en un lugar sórdido, que muchos culparon a que fuera elevado.

Así pues, la Alcaldía decidió que era tiempo de cambiar.

El proyecto de renovación arrancó a mediados de diciembre con el desmantelamiento de la famosa Fuente de Fuego y Agua que, tras su nstalación en 1986, se convirtió rápidamente en un punto de referencia. Cinética y multicolor, es obra del artista israelí Yaacov Agam, que la donó a la ciudad.

“El elemento más importante de esta pieza artística es su celebración de la vida. Lo más constante en la vida es el cambio, y todo está siempre en movimiento”, dijo el artista Ron Agam, hijo de Yaacov Agam.

Esas palabras no podrían ser más ciertas en un momento en que el punto más famoso de la ciudad se somete a una importante cirugía estética.

La fuente será vuelta a instalar una vez que la renovación haya terminado. La nueva plaza incluirá espacios verdes abiertos, carriles para bicicletas, una nueva configuración del tráfico y aceras renovadas.