Cuando el año que viene se una a las Fuerzas de Defensa de Israel, Nevo Abutbul (17) tendrá el mejor trabajo de todos: será el primer mentalista del ejército y dedicará su servicio a cautivar a los soldados con su rápido ingenio rápido, capacidades para leer la mente y personalidad particular.

“Soy el mentalista más joven de Israel y del mundo. A los seis años empecé a probar suerte con la magia y a los nueve con el mentalismo”, le contó Nevo a ISRAEL21c en Español.

Para él, todo se trata de un entrenamiento formal sumado a sus propias fortalezas. De ese modo, Nevó indicó que desde que tiene memoria ha estado jugando a adivinar qué mano tiene una moneda o cuántas monedas guardan en la otra.

“Lo que me atrajo y me dio curiosidad fueron las reacciones de las personas y la forma en que funciona el cerebro. Aprendí sobre el lenguaje corporal y programación neurolingüística. De a poco empecé a construirme una caja de herramientas mentalista”, explicó el joven.

Nevo Abutbul asegura que el mentalismo tiene que ver con comprender el cerebro y el lenguaje corporal y no con la magia como muchos piensan. Foto: Nir Slakman

Desde que aprendió sobre lo que más le gusta, Nevo se presentó en programas de televisión en Israel y el extranjero, actuó en los mejores escenarios y entretuvo a gente VIP.

Sus planes para los próximos dos años, además de ponerse un uniforme verde, incluyen conquistar el mundo. Y su primera parada será EEUU.

A diferencia de Israel, que ama a sus veteranos mentalistas locales Uri Geller y Lior Suchard, en EEUU no está tan familiarizados con esta actividad, algo que calza perfectamente bien con Nevo.

“En el exterior esto no es popular y allí la gente no sabe mucho al respecto, al menos no en América del Norte. Mi meta es asociar el mentalismo con mi nombre y quiero familiarizar a las personas con esto pero también influenciarlas para que sigan sus propios sueños. No importa la edad que tengan, siempre pueden cumplir sus deseos. Ese es un objetivo que para mí es muy importante promover”, indicó.

Nevo no es como otros estudiantes de secundaria. “Soy alumno de 12° grado y no es fácil compatibilizar los estudios con los programas y la TV. Extraño mucho la escuela pero soy un buen estudiante. Me esfuerzo y es importante para mí, así que me aseguro de ponerme al día mientras vivo mi sueño. Cada día me vuelvo a realizar”, describió el mentalista.

Si bien tiene menos tiempo para pasar el rato con amigos, el joven reveló que ellos lo entienden, son cariñosos y lo alientan mientras él aprende a equilibrarlo todo con la escuela y una relación amorosa.
“Esas son el tipo de situaciones que me mantienen con los pies sobre la tierra y me  ayudan a mantener el equilibrio”, expresó.

Nevo Abutbul asombró a las personas en una reciente gira. Foto cortesía de Sarit&lorens

Nevó aseguró que para que alguien se convierta en un exitoso mentalista -incluso a una edad temprana- se requieren algunos rasgos básicos.

“Como mentalista, hay que muy agudo, estar bien concentrado, prestar atención a los pequeños detalles y pensar unos pasos por delante de los demás. Hay que entender por qué suceden las cosas e influir en la manera en que ocurre. Y, por supuesto, hace falta carisma y aguante. Sin eso, es imposible realizar un espectáculo de una hora con una audiencia concentrada”, explicó.

Mentalismo versus magia

En general, no siempre es fácil diferenciar al mentalismo de la magia.

En ese sentido, Nevó manifestó que la magia consiste en utilizar el movimiento con las manos y hacer trucos engañosos mientras que el mentalismo tiene más que ver con el cerebro, la psicología y el lenguaje corporal.
“Me ocupo del cerebro y no de la rapidez y las cosas que engañan a la vista”, añadió.

De todos modos, mucha gente tiene la idea errónea de que el mentalismo tiene que ver con métodos.
“Apoyo ese punto de vista porque lo hace todo más entretenido y le da mucho placer a las personas. En Israel, las personas intentan descubrir cómo lo hago mientras que en otras partes del mundo me creen más”, dijo.

Para finalizar, Nevo mantuvo que no trata de engañar a la gente sino hacerla feliz y sorprenderla. “Realmente disfruto haciéndolo. Esa es s mi pasión”, concluyó,

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