El viaje de Tel Aviv a Haifa es fácil de hacer y los 95 kilómetros que separan a las dos ciudades se pueden cubrir en una hora y media.

Pero para quienes tienen el tiempo y los deseos de conocer más, esta ruta, que es bastante transitada y que a veces pasa directamente al lado del hermoso mar Mediterráneo, también se puede convertir en un viaje fabuloso de un día o quizás más.
A lo largo del camino hay hermosos paradores donde se puede ver parques nacionales, museos y playas.

Aquí te compartimos un itinerario de viaje que nos gusta mucho.

Tel Aviv – Parque Nacional Apollonia (14,5 kilómetros)

Apollonia es uno de los parques nacionales más pequeños de Israel pero también uno de los más populares. Está situado sobre un acantilado desde donde el Mediterráneo ofrece vistas de postal y paisajes imperdibles que no se aprecian igual desde un automóvil.

Vistas deslumbrantes desde el Parque Nacional Apollonia, Herzliya. Foto por Lara Hart/FLASH90
Vistas deslumbrantes desde el Parque Nacional Apollonia, Herzliya. Foto: Lara Hart/FLASH90

 

Abierto todo el año, Apollonia rodea a una ciudad convertida en ruinas con una fortaleza cruzada del siglo XIII que es su atracción principal. Hay dos cortos senderos para recorrer: uno accesible para silla de ruedas y carritos de bebé y el otro para personas con cierta experiencia.
Visitar el parque en primavera y otoño, con espectaculares flores silvestres de fondo, es un regalo para los visitantes. Hay que pagar entrada.

Apollonia – Moshav Ein Vered (25 kilómetros) 

Ein Vered se creó en 1930 como una cooperativa agrícola dedicada al cultivo de cítricos, colmenas y flores. En la actualidad, aún abundan los agricultores entre los 1.200 habitantes del kibutz pero hay otras atracciones para los visitantes.

En Sarina Chocolate se pueden comprar exquisitos chocolates caseros o hacerlos uno mismo (con reserva previa) y ver los únicos árboles de cacao de invernadero del país.

Sarina Chocolate se convierte en una dulce parada técnica. Foto en nuestra biblioteca de medios
En Sarina Chocolate todo es dulzura y novedades. Foto cortesía.
En el Museo de Tractores de Ein Vered, cada pieza del equipo que se exhibe tiene una historia sorprendente que cuenta cómo se usó para convertir a Israel en el país que es hoy.

Si realmente quieres hacer algo diferente, Extreme Israel, situado en Ein Vered, ofrece un viaje en paracaídas motorizado (conocido como “tractor volador” en hebreo) a quienes deseen una vista excepcional de este diminuto país desde el aire.

Moshav Ein Vered – Beit Yanai (24,3 kilómetros)

Beit Yanai es considerada como la playa más hermosa del país. Es también uno de los mejores sitios para kite-surfing en Israel. Tómate el tiempo para mirar las olas o disfrutar de una zambullida en agua tibia. Adyacente a la playa está Alexander Stream, hogar de tortugas de caparazón blando. Y cerca de allí también se encuentra un bosque de eucaliptos, además de ruinas.

Beit Yanai – Cesárea (14,3 kilómetros)

Antes de parar en Cesárea, planea cuánto tiempo te quieres quedar. Hay tanto para hacer que podrías pasar la noche pero igualmente te quedarías sin tiempo antes de continuar hacia Haifa. En Cesárea se encuentra el único campo de golf de 18 hoyos de Israel, diseñado por Pete Dye. .

Campo de golf de Cesárea. Foto por Moshe Shai/FLASH90
Campo de golf de Cesárea. Foto: Moshe Shai/FLASH90

Cesárea es conocida por su parque nacional, puerto, museos y playa. Los aficionados a la arqueología, entusiastas del buceo, amantes del arte y la comida quedarán encantados con todo lo que ofrece esta histórica ciudad-puerto.

Cesárea – Zijron Yaakov (15,3 kilómetros)

La ruta del vino en Zijron Yaakov. Foto: Nati Shohat / FLASH90

Zijron Yaakov es una de las escalas favoritas de turistas extranjeros y locales. Este pintoresco pueblo situado en las montañas del norte se fundó en 1882. Su centro, únicamente peatonal, es un buen lugar para estirar las piernas, comer algo, probar el vino producido allí, visitar pequeñas galerías y talleres de artistas y comprar souvenirs. El pueblo es rico en historia, agricultura y arquitectura.

Zijron Yaakov – Daliat El Carmel (23,9 kilómetros) 

El pueblo druso de Daliat el-Carmel es un punto de destino popular para israelíes que buscan comidas tradicionales. Algunas personas viajan al mercado sabatino, una acertada adición a los negocios de la calle principal.

Una mujer drusa hace pan de pita en Daliat el-Carmel. Foto: Jorge Novominsky/FLASH 90

Pero la razón principal para detenerse allí es la comida: hojas de parra rellenas, pita druso, knafeh, café con cardamomo, baklava, aceitunas, aceite de oliva, queso labaneh y más. Recomendado llegar con hambre.

Daliat El Carmel – Ein Hod (19,5 kilómetros)

Ein Hod Nos no se parece a ningún otro lugar de Israel. Es el único pueblo que tiene una cooperativa de artistas en el país y visitarlo es casi una obligación. El pintor dadaísta Marcel Janco lo creó en 1953 y con la ayuda de un grupo de artistas progresistas construyó un entorno creativo para el arte y la educación artística.

En cada esquina de Ein Hod hay sopresas para los ojos. Foto: Garrett Mills/FLASH90

Entre los residentes se encuentran la escultora Dina Merhav, reconocida a nivel internacional; el escultor y pintor Benjamín Levy; y el fotógrafo Ron Kedmi, entre otros. Visita el museo, las galerías, las casas de los artistas, la micro fábrica de cerveza y los estudios y tiendas.

Ein Hod – Haifa (17 kilómetros)

Has llegado a tu destino final. Si estás interesado en actividades para hacer en en la ciudad, lee nuestro artículo sobre las 10 joyas escondidas para descubrir en Haifa.