Israel tendrá una academia de ladino, lengua que todavía hablan algunos descendientes de los judíos expulsados ​​de España en 1492, según decisión unánime tomada en una conferencia internacional de la Real Academia Española (RAE) celebrada en Madrid recientemente.

La entidad, que tiene sede en esa ciudad, también reconoció al ladino como tesoro cultural que sido preservado fuera de España.

El profesor Shmuel Refael, director del Instituto Naime y Yehoshua Salti de Estudios Ladinos de la Universidad Bar-Ilan y experto en ladino reconocido internacionalmente, fue uno de los gestores de la idea.

“Mi sueño se ha cumplido. Es un paso histórico sin precedentes”, dijo Refael, quien fue nombrado oficialmente por la RAE el año pasado para servir como mediador internacional para el establecimiento de la entidad en Israel, que se llamará Academia Israelí de la Lengua Judeoespañola.

Refael ayudó a redactar una declaración presentada al presidente de la RAE en la que se solicitaba la aprobación para establecer la academia. Durante la conferencia leyó la declaración en español y en hebreo.

“Para mí fue importante leer la declaración también en hebreo pues éste es el idioma oficial de Israel, y su influencia ha sido importante en el ladino durante cientos de años”, agregó.

La institución será parte de las 23 academias del español, repartidas en cuatro continentes en el mismo número de países, adjuntas a la RAE.

La entidad funcionará como rama de la Autoridad Nacional para la Cultura Ladina, creada en 1997 por la Knesset, o Parlamento Israelí. La Autoridad está buscando una sede, pero Refael dijo que tiene “la esperanza de que para el otoño de 2019 Israel ya forme parte del club internacional de las academias del español”.

El ladino, conocido también “espanyol de los djudios“, “judeoespanyol”, “espanyolit” o “djudezmo”, se considera en peligro de extinción. Israel tiene el mayor número de hablantes en el mundo, que no suman más de 100.000, seguido por Turquía.

Los judíos sefarditas, como se conocen a los que se originaron en España, lo escribieron en letras hebreas durante muchos siglos, pero desde hace más de 90 años lo escriben en letras latinas. Su ortografía es casi similar a la que se usaba en España en los siglos 15 y 16, y sus reglas gramaticales son idénticas a las del español. He sido influenciado por el árabe, el turco, el italiano, el francés, el hebreo y el portugués.

Tiene una literatura abundante en temas religiosos, obras de teatro, poesía, novelas, además de periodismo.

Es también rico en refranes y dichos, muchos de los cuales desaparecieron en España, pero que los sefarditas preservaron en los países adonde emigraron después de la expulsión. Dos ejemplos: “Boka dulce avre puertas de fierro” (Boca dulce abre puertas de hierro) y “Mas vale azno ke me yeve ke cavallo ke me etche” (Más vale asno que me transporte que caballo que me tire al piso).