Avi Solomon está sentado en el sofá de su casa en Beit Shemesh y juega con Malka, su hija de dos meses.
Nike, su perro de servicio, está a su lado, y sus otros seis hijos están en la escuela. Es un raro momento de tranquilidad para Solomon, un corredor de maratón, porque, por orden médica, tiene que descansar.

En octubre, Solomon, que es no vidente, se cayó antes en el kilómetro 31 del Maratón de Londres y se lesionó la pierna. Pero eso no lo detuvo por mucho tiempo ya que en noviembre tuvo lugar la carrera de 40K de Abu Dabi de la que participó y en la que terminó 62 entre 12.000 participantes.

Avi Solomon con Malka, su séptima hija. Foto: Judith Sudilovsky.

Además de correr maratones, Solomon tiene varios trabajos para mantener a su familia.
El deportista fundó la organización sin fines de lucro Moreshet Avot para traer de regreso a jóvenes y adultos etíopes al judaísmo religioso, y lidera actividades de inclusión para grupos como Afikim, una ONG que ayuda a niños y familias en riesgo.

El día le queda corto.

“Tienes suerte de encontrarme aquí”, admitió Solomon (38) ante la cronista de ISRAEL21c en Español mientras recibía numerosas llamadas telefónicas durante la entrevista.
¿Sobre qué? Desde zapatillas para correr hasta cómo preparar su entrenamiento matutino con su entrenador Daniel Ishta.

Desafío a la adversidad

Salomón se ha enfrentado a la adversidad toda su vida. Nacido en Etiopía, llegó a Israel en 1991 con seis años junto a sus padres y cuatro hermanos -seis murieron en el país africano- en una operación de transporte aéreo a través de Italia. Su vista ya fallaba y la cirugía no había logrado rectificar la situación.

En Israel le diagnosticaron glaucoma y, con apenas 14 años, perdió la vista por completo luego de una operación.

Tres años después, falleció su madre, piedra angular de la familia. La mujer había aprendido hebreo rápidamente y trabajó duro para ayudar a su familia a adaptarse a sus nuevas circunstancias, al mismo tiempo que dio a luz a tres niños más en Israel.

“Mi madre jugó un papel muy importante para todos nosotros y perderla fue muy difícil. Estábamos en una gran crisis porque ya lidiábamos con la pérdida de seis hermanos. Tuve que correr entre mi internado y mi casa para ayudar con mis hermanos menores que nacieron en Israel. No fue fácil”, reveló Solomon.

En lugar de dejarse vencer, el joven encontró la manera de correr maratones, a veces  recaudando dinero para el Centro de Perros Guía de Israel.

Desde niño los deportes son una parte integral de su vida. Mientras podía ver, era un buen jugador de fútbol pero tras perder la vista, se puso a correr.

“Buscaba buscando un deporte que pusiera a prueba mis propias habilidades personales. En un disciplina individual perder o ganar depende solo de ti. Correr es el mejor deporte porque no te quedas en un solo lugar. Siempre estás en movimiento, conociendo gente nueva y en comunicación con tu entorno. Si quieres correr en silencio, lo haces. Si prefieres correr en grupo, lo haces. Correr no te exige mucho. Te pones el calzado correcto, una camiseta y… ¡yallah! Estás en camino”, dijo.

Una logística compleja

Al ser un corredor no vidente, la logística es obviamente más compleja.
A través de los años, Solomon formó un equipo de apoyo que incluyó a los guías de carrera Ariel Goldsmith y Lior Berhano, con los que completó el Maratón de Londres 2019 en tres horas y siete minutos.

Menos de dos años tras, el equipo sufrió un golpe devastador: Goldsmith, fundamental en la organización de la logística, atención médica y financiación de Solomon, murió de forma inesperada.

“Fue una pérdida real para nosotros y realmente lo extrañamos. Afectó todos los aspectos de mi carrera. Éramos como hermanos”, indicó el atleta.

Solomon esperaba competir por Israel en los Juegos Paralímpicos de Tokio del verano pasado pero con el tiempo de clasificación reducido de 3: 15 a 2:30, su meta hoy es lograr una mejor marca personal de menos de tres horas.

“La diferencia en el tiempo de clasificación es de 45 minutos, así que no estoy preparado. No mentiré. No me comparo con los demás y tengo mi propio desafío: correr un maratón en menos de tres horas. Espero tener éxito. Si no es este año, será el próximo”, reveló.

De izquierda a derecha, Neil Wigan, embajador británico en Israel; Avi Solomon con el perro guía Nike; y Justine Zwerling, directora de Mercados Primarios de Israel en la Bolsa de Valores de Londres. Foto: Yasmin Kaye/Embajada británica

Lior, el hijo de diez años de Solomon, llega a casa durante la entrevista y convence a su padre de que lo lleve a Jerusalén para su actividad programada en Afikim.

El niño le pone el arnés a Nike mientras Solomon toma su maleta de equipo. “Ser padre es algo con lo que siempre soñé desde que era muy joven. Tenía planes muy precisos al respecto”, confesó Solomon.

Incluso viajó a Etiopía para encontrar esposa. “Siempre soñé con casarme en Etiopía y cuando conocí a Tehila me gustó la seriedad de su personalidad. Estaba callada y conectada con la gente. Tenía la capacidad de comprender una situación”, remarcó.

Incluso con el caos doméstico diario con todos los niños en casa, para Solomon -según él mismo dijo- formar una familia es su mayor éxito.

“Siempre hay mucha acción en nuestra casa, y mis hijos no me la hace más fácil porque soy no vidente. Mi mayor victoria ha sido criar a mi familia”, expresó.

Ayudar a los niños a enfrentar desafíos

Cuando el automóvil entra en Jerusalén por la carretera de Hebrón, Salomón inclina la cabeza hacia arriba y dice: “Estamos en Jerusalén ahora, ¿cierto? Puedo sentir el cambio en el aire”, dijo.

Un grupo de niños lo espera y a Nike también.

Avi Solomon habla con niños en Afikim acompañado de su perro guía y una maleta con material deportivo para no videntes. Foto: Judith Sudilovsky.

 

Solomon les explica a los menores cómo Nike le ayuda a moverse y cómo se siente ser no vidente. Para ello, les pide que se cubran los ojos. Luego saca su equipo con bastones, arneses y balones grandes con cascabeles adentro para jugar al golbol.

El atleta no se inmuta por los chillidos y las risas de los niños que resuenan en las paredes mientras corren por el pabellón de deportes en equipos de dos probando el equipo.

Al haber podido superar sus propios obstáculos, Solomon reconoció que siente una conexión con los niños que también enfrentan desafíos. “También estuve en este tipo de lugares después de la escuela, donde hacíamos la tarea y recibía apoyo, así que entiendo a los niños. Siempre quise ser voluntario y ayudar”, afirmó.

Niños del programa extracurricular de Afikim en Jerusalén practican correr “a ciegas” con un guía de carrera, una actividad dirigida por el corredor de maratón no vidente Avi Solomon. Foto: Judith Sudilovsky.

Para Solomon, las dificultades que tuvo que afrontar al principio de su vida lo ayudaron a mantener las cosas en perspectiva. “Mis dos modelos principales fueron mis padres, que, a pesar de todas las dificultades que experimentaron, siguieron adelante. Así, sé que una persona que se concentra en un objetivo lo logrará cueste lo que cueste. Para mí, el deporte es el testimonio de mi madre que me enseñó a hacer todo: cómo lidiar con las dificultades, el éxito y el fracaso, y hacer lo que es bueno para uno”, explicó.

El atleta remarcó que su madre siempre lo apoyó y que la siente presente. “Ella está ahí arriba mirándome. Reza y se preocupa por mí para que tenga éxito y sabe que si fallo, convertiré el fracaso en un éxito”, relató.

A la izquierda, Avi Solomon corre con Lior Berhano. Foto cortesía de Justine Zwerling

En todo hay una razón

Cuando terminen sus días de maratón internacional, Solomon espera seguir corriendo e Israel y encontrar un empleo estable en el campo de los deportes.

“Al verme correr la gente quiere hacerlo también y desafiarse a sí misma. Me preguntan cómo puedo correr siendo no vidente y les explico para que entiendan que es posible”, describió

Luego de la entrevista, Solomon comenzó a entrenar mientras aún se sometía a fisioterapia para su lesión.

En un comunicado antes de la carrera de Abu Dabi, les dijo a sus seguidores: “Sé que hay mucha gente buena en el mundo y creo que mi presencia en el maratón y de todas las personas que estarán conmigo allí solo puede añadir un sabor especial y promover la creación de conexiones entre Israel y Abu Dabi”.

Allí, Solomon y su equipo de 15 miembros fueron bienvenidos y participaron en una cena de Shabat organizada por la comunidad judía local, que salió a apoyarlo durante el maratón, una carrera que completó con su compañero de carrera Berhano en tres horas, 22 minutos y 24 segundos.

En el país árabe estuvo acompañado por Justine Zwerling, cofundadora del Foro de Mujeres del Golfo-Israel y directora de Mercados Primarios de Israel en la Bolsa de Valores de Londres, entre otros.

¿Cómo maneja su ajetreada vida?

“Soy hiperactivo. No me gusta estar sentado mucho tiempo. Todo lo que tenga un propósito, lo haré. Y haré lo que necesite para tener éxito”, concluyó.