No se necesita mucho para accionar un interruptor y encender una luz, un refrigerador, un acondicionador de aire o una lavadora pero esa falta de esfuerzo es engañosa porque todos los aparatos eléctricos domésticos consumen mucha electricidad para generar la energía que necesitan.

Y esa energía no solo es cara sino que también es dañina para el medio ambiente.

La gran mayoría de la electricidad aún es generada con combustibles fósiles, principalmente con la altamente contaminante quema de carbón.
Según la Asociación Mundial del Carbón, esto alimenta el 37 por ciento de la electricidad mundial y en algunos países hasta el 70 por ciento.

No se prevé que las fuentes renovables, como la energía solar y eólica, tengan impacto en esa cifra en el futuro previsible.

“La mayoría de la gente no piensa realmente en la conexión de encender la luz o el aire acondicionado con el medio ambiente pero es muy directo”, indicó el profesor de química de la Universidad Hebrea Lioz Etgar.

El profesor Lioz Etgar de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Foto: Tehila Katz

El científico, que investiga nuevos materiales que pueden generar energía solar de manera más eficiente y económica, explicó que usar menos electricidad en la vida cotidiana no se trata solo de reducir las facturas de servicios públicos.

“Por supuesto que es bueno ahorrar dinero pero conservar la electricidad es importante para todos, principalmente por el medio ambiente. Si consumimos mucha electricidad, esto consume mucho carbón que tenemos que quemar para generarla y eso genera mucha contaminación e influye en nuestro clima y nuestra vida en el planeta”, definió Etgar.

Esto son algunos de los consejos de Etgar para cuidar el uso de energía:

  1. Apagar la luz cuando se sale de una habitación de la casa.

2. Usar energía termosolar para calentar el agua de la ducha en lugar de un termotanque eléctrico.

3. Los electrodomésticos como lavadoras, secadoras, lavavajillas, refrigeradores, congeladores y acondicionadores de aire representan el 20 por ciento de la factura de electricidad de un hogar promedio. Es mejor elegir electrodomésticos con una alta calificación de eficiencia energética. En algunos países son los de clasificación A (o incluso A+++). Esos aparatos utilizan entre un 10 y un 50 por ciento menos de energía cada año que un equivalente sin eficiencia energética.

4. Hacer funcionar la lavadora o secadora solo con carga completa y solo cuando sea necesario. Pensar dos veces antes de tirar la ropa en el cesto de la ropa sucia.

5. En un día caluroso, configurar el aire acondicionado a una temperatura específica, de alrededor de 23 grados.

6. Ubicar el refrigerador lejos de hornos, radiadores y luz solar directa. Mantenerlo lleno para una mayor eficiencia energética y bien organizada para que poder encontrar más rápido los productos. Dejar al menos cinco centímetros de espacio alrededor de los costados, la parte posterior y la parte superior del refrigerador para ventilación porque una nevera emite calor constante para mantener la temperatura baja.
Sin un espacio de aire, trabaja más y consume más energía.

7. No dejar las luces encendidas cuando no se está en la casa. Si se prefiere tener algunas luces encendidas por la noche por razones de seguridad, mejor conectarlas a un temporizador automático económico para apagarlas durante el día.