La historia dice que Tal Macmull no se despertó una mañana y decidió construir una guitarra premiada y aclamada en el mundo sino que fue la realización constante de un sueño de la infancia lo que lo llevó a ese lugar.

En diciembre de 2021, su guitarra Stinger ocupó el primer lugar en los premios Gear of the Year: Best Premium Electric Guitar of 2021 de Guitar.com y superó a líderes de la industria como Fender y Gibson.

Las guitarras Macmull son obra de Tal Macmull y su amigo de la infancia Amit Sadras. Ambos operan su taller en las afueras de Jerusalén pero construyeron su primer instrumento de este tipo cuando eran adolescentes.

Recién se dedicaron a esto hace una década y desde entonces ya construyeron unas 400 guitarras boutique todas hechas a mano.

Amit Sadras (izquierda) y Tal Macmull, fundadores de Macmull. Foto cortesía de Amit Sadras

Los socios aprendieron su oficio por ensayo y error. “Las guitarras son muy complejas porque no están construidas solo con madera. Hay todo tipo de cosas de las que ocuparse como la pintura y electrónica, entre otras. Nosotros hacemos todo y eso es lo que hace que nuestras guitarras sean tan buenas. Casi no subcontratamos y hoy en día somos seis trabajadores”, dijo Macmull.

Las guitarras Macmull se construyen con la estricta supervisión de la calidad de los materiales y el proceso de producción. Foto: Amit Sadras

El equipo de Macmull construye cerca de 130 guitarras cada año.
La fábrica tiene cinco diseños y dentro de cada uno de ellos crean diferentes colores y versiones electrónicas que se envían a las tiendas de todo el mundo o se venden de forma directa a clientes privados que las piden en línea de acuerdo con sus preferencias específicas de color y hardware.

Las guitarras Macmull se pueden enviar a todo el mundo. Foto: Amit Sadras

Mucha atención a los detalles

Según su fundador, lo que distingue a la marca es la atención al detalle y la búsqueda de la perfección.

“No es casualidad que Amit y yo no nos expandamos. Existe algo muy fuerte entre nosotros con respecto al tema de la calidad, somos gente muy meticulosa y rigurosa. También somos muy estrictos con la calidad del material… bastante extremos. Cada uno de nosotros tiene su propio campo que lidera de la mejor manera posible”, reconoció Macmull.

Los fundadores de Macmull aprendieron todo desde cero: desde electrónica y hardware hasta el montaje. Foto: Amit Sadras

Las guitarras tienen un precio de venta al público de 2.990 dólares -alrededor de 10.000 shekels-. Ese modelo asequible es el que recientemente ganó el premio internacional.

“El hecho de que sea más accesible no significa que sea peor. Trabajamos en este modelo durante años pero había quedado entre bastidores hasta que durante la pandemia de COVID-19 tuvimos algo de tiempo y nos entregamos a ese desarrollo. Así,  creamos por primera vez un modelo totalmente nuestro ya que tomamos toda la experiencia acumulada y la pusimos en un solo instrumento”, explicó Macmull.

Macmull tiene cinco diseños de guitarra y cada uno de ellos puede personalizarse en términos de color o hardware. Foto: Amit Sadras

El luthier indicó que todo se trata de tomar material de muy alta calidad y saber tratarlo de forma adecuada sin agregarle demasiadas cosas. “Se trata de la simplicidad. Es un instrumento asombroso y lo demostró al ganarle a guitarras de 15.000 dólares”, manifestó.

Los clientes regresan

Casi todos sus clientes tienen más de una guitarra Macmull. Es lo que dice su creador

“La mayoría de los guitarristas tienen de tres a cuatro guitarras como los chefs tienen todo tipo de cuchillos. En general, cuando alguien compra uno de nuestros modelos se da cuenta de que ya no puede tocar otro instrumento. Se emocionan tanto que compran otro y luego otro, hasta que toda su colección se convierte en Macmull”, relató el emprendedor.

Entre los clientes israelíes famosos de Macmull hay guitarristas y cantantes como Idan Amedi y Yehuda Poliker, e internacionales como el guitarrista y productor John Shanks y el guitarrista Pete Thorn.

«También está nuestro ídolo Mike Campbell que tocó con Tom Petty hasta que murió y ahora lo hace con Fleetwood Mac. Este era nuestro mayor sueño y lo hemos conseguido pero aún queda una larga lista por delante, comenzando con Bob Dylan”, dijo Macmull.

Las guitarras Macmull son tocadas por célebres guitarristas israelíes e internacionales. Foto: Amit Sadras

Macmull reconoció que entrar al mercado de guitarras boutique no es una tarea fácil, sobre todo si se trata de alguien periférico como Israel cuando la escena de fabricación de guitarras es casi monopolio de EEUU.

«Para lograrlo, tenemos que seguir desarrollándonos más y más, y tener éxito en hacer algo que sea mucho mejor”, indicó Macmull.

Macmull planea crecer más pero no volverse del todo comercial. Foto: Amit Sadras

De cara al futuro, Macmull indicó que la firma planea crecer de manera constante sin perder la intimidad y la conexión de sus dueños con cada una de las guitarras.

“La mayoría de las personas que empieza a hacer guitarras quiere hacer muchas más y tener una gran fábrica. Eso es algo que quiero sin desear que se vuelva comercial. El objetivo no es convertirme en multimillonario porque hacemos esto por pasión”, afirmó.

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