Se trata de un grupo de una 160 cabras, ovejas, vacas y camellos. Por más raro que el pastoreo ha sido nombrado en muchos estudios como una forma efectiva y ecológica de reducir el riesgo de grandes incendios.

En estos días, una nueva investigación local (en hebreo) busca expandir y alentar el pastoreo de cabras en Israel ya que estos animales contribuyen a la prevención de incendios al comer el exceso de vegetación en zonas donde el crecimiento de las plantas es denso.

Las vacas y las ovejas también ayudan a reducir pero se alimentan principalmente de pastos mientras que las cabras prefieren comer arbustos y ramas bajas de los árboles. Incluso se paran sobre sus patas traseras para alcanzarlas.

Cuando los arbustos y las ramas inferiores de los árboles son más delgados, es más difícil que un fuego encendido en el suelo se eleve hacia la copa de los árboles. En ese sentido, las cabras ayudan a prevenir una situación en la que las llamas alcanzan lo más alto de un árbol y se genere un pequeño incendio local con muchas probabilidades de convertirse en un peligroso siniestro forestal sin control que rápidamente consumiría cientos de hectáreas de bosques.

En el pasado, en Israel había un pastoreo generalizado de cabras. Esto se redujo de forma significativa tras la sanción de la Ley de Protección Fitosanitaria, ampliamente conocida como la «Ley de la Cabra Negra», llamada así por una raza común de caprinos vinculada a los beduinos del país.

Esta ley, promulgada en 1950 y ampliamente aplicada desde 1978, restringió el pastoreo de cabras, algo que llevó a una drástica disminución en el número de animales, sobre todo en el área de las montañas del Carmel. Mientras que en 1970 había unas 15.000 cabezas, en 2013 la cifra cayó a apenas 2.000.

Con los años se acumuló evidencia de los beneficios de la prevención de incendios forestales a través del pastoreo y así fue como la ley fue derogada en 2018. Pero el alcance del pastoreo en Israel todavía es limitado.

Más libertad, menos leche

De acuerdo con la nueva investigación, el pastoreo tiene beneficios para los agricultores. Uno de ellos es dar alimento gratis a los animales.

Sin embargo, para expandir la actividad hay que abordar varios problemas importantes, relacionados principalmente con el propósito agrícola central de la cría de cabras: la leche y sus derivados.

Cuando las cabras dependen de una dieta que se les da en un ambiente controlado como un cobertizo, los granjeros pueden elegir alimentos que aumenten la producción de leche. Las cabras que se alimentan libremente de los pastos tienden a producir menos leche.

Por otro lado, para los animales de raza europea -muy entendida en todo el país- es difícil pastar bajo el clima y sobre el terreno de Israel. Así, tienen que ser criados en cobertizos.
Las cabras locales, bien adaptadas a la región, pueden no tener problemas para pastar, pero producen menos leche que sus parientes europeos.

Al margen de esto, esto tiene costos directos porque se necesita un pastor para acompañar al rebaño.

La doctora Liron Amador, investigador del Open Landscape Institute (OLI) del Museo Steinhardt de Historia Natural en la Universidad de Tel Aviv y coautor de la nueva investigación afirmó en el nuevo estudio que la asistencia humana es indispensable cuando se realiza el pastoreo para evitar incendios. “Alguien debe dirigir al rebaño a los lugares recomendados, como zonas con vegetación muy espesa o áreas cercanas a sitios residenciales donde el pastoreo ayudará a proteger a las comunidades de los incendios”, afirmó.

El pastoreo en áreas abiertas también presenta desafíos técnicos. Incluso cuando las cabras salen a pastar, necesitan un establo temporal como refugio cálido por la noche y, por supuesto, como lechería

Estas instalaciones tienen que estar ubicadas a no más de tres kilómetros de la zona donde el rebaño está pastando ya que a las cabras les resulta difícil hacer frente a distancias más largas. Es por eso que a veces se construyen al aire libre, lo que puede causar daño al medio ambiente.

Animar a pastores aficionados

Con el apoyo de la División Forestal del Keren Kayemet LeIsrael, la OLI evalúa diferentes métodos para ver cómo se puede ampliar el pastoreo como prevención de incendios.

Con ese fin, los investigadores encuestan a criadores de ovejas y representantes de organizaciones rurales para verificar diferentes factores en ubicaciones relevantes y para hacer análisis geográficos.

Una de las sugerencias de la investigación es alentar el pastoreo de cabras entre los productores aficionados, especialmente entre aldeanos que crían cabras como pasatiempo y que a menudo no son tomados en cuenta por los funcionarios porque su número de animales es pequeño.

Los investigadores hallaron que bajo ciertas condiciones -recibir ayuda logística o financiera, por ejemplo- estos criadores acordarían aumentar ligeramente sus rebaños y los dejarían pastar en sus vecindarios. “Ya saben cómo criar cabras y les gusta, ¿por qué no alentarlos? Necesitamos a los pequeños rebaños”, afirmó Amador.

Como solución al problema de construir recintos en áreas abiertas, los investigadores propusieron levantar los edificios adyacentes a los límites de los asentamientos agrícolas.

En un análisis geográfico del Consejo Regional de Mateh Yehuda en el Distrito de Jerusalén, los investigadores encontraron que por las distancias relativamente cortas entre las comunidades, el pastoreo de cabras sería posible en casi todas las áreas donde se necesita. Y esto sin dañar las áreas protegidas o las reservas naturales. .

Rebaños móviles

Otra dirección que los investigadores observaron fue la posibilidad de crear rebaños móviles. Esto existe desde hace una década luego de que la iniciativa fuera lanzada por el Keren Kayemet en Mateh Yehuda junto con un grupo de pastores beduinos.

Todos los años, durante varios meses, los pastores llegan del norte del Néguev a las montañas de Jerusalén y permanecen allí en instalaciones móviles. A cambio del pastoreo en el área, los propietarios de cabras reciben beneficios para sus rebaños, como subsidios, vacunas, agua y alimentos suplementarios cuando sea necesario.

Los investigadores descubrieron que existe el potencial de establecer rebaños móviles en el norte, especialmente por pastores y organizaciones voluntarias como HaShomer HaJadash (La Nueva Guardia). “Es imperioso fortalecer la comprensión entre las comunidades rurales y urbanas de qué importante y beneficioso es el pastoreo de cabras en ciertas áreas”, describió Amador.

Según la científica, el pastoreo como prevención de incendios también se está probando en comunidades como Haifa, Kiryat Tivon y Kojav Yair. “Se está produciendo un cambio. En muchos lugares, las comunidades se dan cuenta de que el pastoreo es una opción más lucrativa y a la vez benigna para el medio que cortar mecánicamente la vegetación y tirarla a los sitios de desechos. Las cabras pueden hacer todo el trabajo”, finalizó Amador.

Racheli Wacks escribe para la Agencia de Noticias de Ciencia y Medio Ambiente ZAVIT