Imagina que eres un joven judío ultraortodoxo que buscas conocer a tu amada. En tu caso, las citas espontáneas o prolongadas están fuera de discusión, sólo puedes ver a tu futura cónyuge -previa aprobación de su familia y la casamentera- un par de veces antes de tomar una decisión.

Entonces, ¿cómo saber si esa persona es adecuada para ti?

Es aquí donde entra en juego la grafología o el análisis de la escritura a mano. Esta herramienta puede ayudarte a comprender mejor el carácter, los rasgos y el estado mental de tu chico o chica, todo descifrado por el veterano grafólogo Shaul Halali, un residente secular de Tel Aviv.

“No hay dos escrituras idénticas en el mundo y cada letra habla de una persona. La escritura a mano cambia según el carácter de una persona”, explicó Halali.

El veterano grafólogo Shaul Halali ayuda a las parejas jóvenes ultraortodoxas a conocer a sus amados. Foto cortesía

Halali sabe de lo que está hablando. Con más de 80 años, durante los últimos 40 se ha dedicado a la grafología, descifrando caligrafía para la policía, los tribunales y las fuerzas de seguridad.

El especialista se sintió atraído a esta disciplina por su amor por las personas. “Me gusta mucho la gente y me interesa su lenguaje corporal, sus ojos, su alma”, aseguró.

Halali remarcó que la escritura a mano “refleja la totalidad de la psicología interna de una persona en casi todos los campos, no se trata de adivinación”.

Durante los últimos 20 años, el grafólogo estuvo analizando la escritura a mano para comunidades religiosas y ultraortodoxas de todo el mundo que adoptaron su técnica para el emparejamiento. «Como no soy un casamentero y trato con las relaciones de pareja, he aprendido qué va con qué. Si descubro por la letra que se trata de un joven muy introvertido, muy retraído, entonces digo que es un rasgo suyo», describió Halali.

Esta información podría ser de gran importancia para una futura esposa. «Si es emocionalmente abierta y curiosa, tendrá dificultades para lidiar con alguien timorato y comedido”, añadió.

Cómo funciona

Para analizar a una persona según su letra, Halali requiere al menos unos pocos párrafos escritos en forma libre y una firma. Y mejor, algo más que una muestra.

“Hace falta una serie de cosas que el escritor escribió en diferentes períodos de tiempo. La escritura a mano puede cambiar: la persona puede estar cansada o de un humor particular. Hay cuestiones temporales, así que examino más de un escrito de la misma persona. Siempre me preguntan qué significa este tipo de ‘Lamed’ (letra L, en hebreo) o este tipo de ‘Aleph’ (primera letra del alfabeto hebreo) pero eso no será una grafología precisa. Necesito examinar de 25 a 27 símbolos”, explicó.

El grafólogo indicó que el proceso requiere de muchos símbolos gráficos (cerca de 30) que tienen que ver con edición, forma, implementación, rupturas, borrado, altura superior, altura inferior y más. Y que todos los símbolos dan fe de la estructura de personalidad de aquel que los escribió.

La experiencia de Halali hizo que fuera requerido para cuestiones de parejas en comunidades ultraortodoxas donde los solteros tienen pocos encuentros cara a cara antes del matrimonio.

Shaul Halali y su hija Michal Edelsburg trabajan juntos en el análisis de la escritura. Foto cortesía

La agenda de Halali está tan completa que puede llevar meses concertar una cita con él. Junto a su hija Michal Edelsburg -con quien trabaja-, lanzó una página web donde las posibles parejas pueden subir muestras de escritura a mano.
Allí también se ofrece una opción de “análisis único” para las personas que buscan asesoramiento sobre asuntos no románticos, como la idoneidad laboral.

El COVID-19 generó un auge del análisis grafológico

Si bien Halali se especializa en hebreo, también analiza las letras latinas y también trabaja con comunidades ultraortodoxas en EEUU, Reino Unido y Bélgica.

«En la actualidad, sobre todo cuando es muy difícil reunirse debido al COVID-19, la grafología está experimentando un auge real porque no hay forma de que las parejas verifiquen la personalidad del otro más que recurriendo a un grafólogo. Ahora, en que las reuniones son virtuales, se puede prevenir casos extremos. Sobre todo el dolor de corazón!”, indicó Edelsburg.

De acuerdo con Halali, la grafología sigue siendo relevante en un mundo donde la gente escribe a mano mucho menos de lo que solía hacerlo. “Incluso las personas que no han escrito nada durante los últimos diez  o 20 años y solo lo han hecho en una computadora, si escriben unas pocas líneas, vuelven a su letra natural . Hay un centro de escritura en el cerebro que no cambia”, explicó.

Aunque Halali se refiere a la escritura a mano como “una radiografía del cerebro”, también admite que la grafología no suele revelar el cien por ciento del carácter de una persona sino que se alcanza un máximo del 80 por ciento “o un poco más”.

Para él, la letra bonita no da fe de una buena personalidad. “A veces, la peor letra es una ‘buena’ letra”, afirmó.

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