En tiempos normales y sin pandemia, la ciudad norteña de Nazaret es quizás el mejor lugar de Israel para sumergirse en el espíritu navideño: sus calles están llenas de luces festivas, el mercado navideño está repleto de gente que consume deliciosas comidas y bebidas.
Este año, la historia es completamente diferente ya que debido a las medidas contra el COVID-19 se han cancelado algunos eventos clásicos para respetar el distanciamiento social.
Sin embargo, la ciudad donde creció Jesús hace todo lo posible para celebrar la Navidad. Si estas fotos de bebés disfrazados de Santa Claus no contagian el espíritu de la fiesta es que ninguna otra cosa podrá lograrlo.
“El ambiente está aquí y nada puede cambiar eso. Está la atmósfera, las luces, el árbol de Navidad… Pero no hay actividades”, expresó Sharif Sharif-Safadi, director general del municipio de la ciudad.
Por lo general, Nazaret es sede de un desfile de Navidad en el que unas 150.000 personas se reúnen para celebrar. Hay conciertos, fuegos artificiales, un mercado navideño, oraciones masivas y hoteles y restaurantes repletos.
Lamentablemente, nada de eso sucederá este año.
“No podemos tener actividades que impliquen grandes reuniones y no tenemos la opción de repetir lo que se ha hecho en el pasado pero hacemos lo que podemos, que es dar vida a la ciudad con la iluminación y los árboles de Navidad”, afirmó el funcionario. Y añadió: “Así y todo, la gente puede venir aquí y sentir las fiestas en Nazaret pero no como solían hacerlo debido a la situación actual”.
Mientras tanto, en el hospital EMMS de Nazareth se realizan esfuerzos para mantener el espíritu navideño de la manera más linda.
El personal de lo que se conoce localmente como el “hospital inglés” y los bebés que nacieron allí en diciembre se vistieron para su retrato navideño y lograron enviar así un divertido recordatorio de lo que significa la Navidad.
“La Navidad es una época de alegría y celebración. Este año festejamos las vacaciones a la sombra del COVID-19, lo cual no es simple, pero estamos decididos a no permitir que la situación impida nuestra felicidad. No hay nada más simbólico que celebrar el milagro del parto durante una festividad con un nacimiento como centro de todo. Estoy feliz y emocionado por todos los nuevos padres de diciembre y espero que tengamos un año mucho mejor que este último por el que hemos pasado”, indicó el profesor Fahed Hakim, director del hospital.
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