Da la impresión de que la patología se ha vuelto poco atractiva y así lo demuestra la disminución del número de estudiantes de medicina que ingresan al campo que diagnostica enfermedades a partir de biopsias de tejidos.

Sin embargo, al mismo tiempo crece el número de biopsias que requieren análisis por parte de los patólogos, lo que lleva a sufrir tiempos de espera más largos y, en algunos casos, diagnósticos inexactos.

En ese sentido, la empresa emergente Ibex Medical Analytics de Israel tiene como meta devolver el equilibrio perdido gracias a una solución que usa inteligencia artificial  para acelerar el proceso que requiere mucho tiempo para los patólogos humanos.

Conocida como «segunda lectura», la tecnología Second Read de Ibex para detectar cáncer de seno usa algoritmos para analizar casos mientras en paralelo trabaja con un patólogo.
El software compara el diagnóstico del patólogo y los hallazgos del algoritmo y si encuentra discordancia, el patólogo recibe una alerta de inmediato.

Esta solución ya está en uso en el servicio de salud Macabi de Israel, que empezó a implementarla a en 2019 en su instituto de patología, el más grande en su tipo del país.

En febrero de este año, Ibex recibió la certificación CE-IVD (diagnóstico in vitro) para su segunda herramienta de inteligencia artificial para patólogos, en este caso para el diagnóstico del cáncer de próstata.
Según la empresa, esta tecnología puede diagnosticar el cáncer de próstata a partir de una biopsia con aguja gruesa con una sensibilidad del 98,6 por ciento y una especificidad del 95,6 por ciento.

Una imagen de cáncer de próstata (representada por un mapa de calor) detectada por la solución Ibex Galen en una biopsia que el patólogo había diagnosticado antes como benigna. Foto cortesía

Esos resultaron llevaron a la doctora Delphine Raoux, jefa de tecnologías de innovación en Medipath, la red más grande de laboratorios privados de patología en Francia, a decir que estaba impresionada con los resultados que están en una concordancia casi perfecta con el diagnóstico de consenso entre múltiples patólogos.

Macabi ha probado la solución de próstata de Ibex y el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh ha estado realizando un estudio de validación sobre el algoritmo de Ibex.

Los patólogos son humanos

Usar inteligencia artificial para detectar el cáncer y otras enfermedades no es algo nuevo. En el pasado, ISRAEL21c escribió sobre varias compañías israelíes como Zebra, Aidoc y Viz.ai, entre otros, que usan inteligencia artificial para buscar anomalías en exploraciones radiológicas generadas por máquinas de tomografías computadas y resonancias magnéticas.

Sin embargo, Ibex es la primera startup de Israel en aplicar la técnica a las biopsias de tejidos.

Joseph Mossel, director general y cofundador de Ibex. Foto cortesía

“La falta de patólogos es alarmante. En el Reino Unido, el 97 por ciento de los laboratorios informan que ya no tienen suficiente personal. Para 2030, Estados Unidos tendrá un 40 por ciento menos de patólogos que hoy», describió Joseph Mossel, director general y cofundador de Ibex, a ISRAEL21c.

Los resultados de los errores de patología pueden ser una cuestión de vida o muerte. «Realizamos estudios con diferentes institutos en Israel y del exterior y vemos tasas de error de hasta el 12 por ciento. En otras palabras, ese porcentaje regresó en forma de cáncer cuando fue analizado por segunda vez por el software de Ibex”, explicó el ejecutivo.

¿Qué causa los errores?  Para Mossel la respuesta está en el hecho de que los patólogos son humanos.

A veces, el problema es que un tumor canceroso es pequeño y difícil de ver. Otras veces es fatiga o «la brecha entre la capacidad y la capacidad de lidiar con la carga».

La primera lectura

El próximo producto de Ibex, que saldrá a fines de 2020 podría cambiar las reglas de juego de la patología tradicional. Se tratará de una «primera lectura» impulsada por inteligencia artificial con la que el patólogo tendrá un diagnóstico más certero que le permitirá trabajar más rápido y no tener que esperar a recibir una alerta para indicar si se perdió algo. En principio se harán estudios de cáncer de próstata y de mama.

Ibex entrenó su algoritmo con alrededor de 60.000 diapositivas de biopsias de próstata y un número similar de cáncer de seno. Las imágenes fueron principalmente provista por Macabi de Israel pero también con casos de Europa y EEUU para enriquecer el conjunto de datos.

Ibex se lanzó en 2017 y ya cuenta con 25 empleados en sus oficinas de Tel Aviv.

La experiencia de Mossel no tenía que ver con la patología sino con el software de computadora. «Hace unos años, esto habría sido considerado ciencia ficción. Recuerdo cuando me acerqué por primera vez a la mujer que se convertiría en la directora médica de la compañía. ¡Me echó de su oficina!», contó Mossel.

Por suerte para todos los que forman parte del proceso, Mossel no se rindió. «Sabiendo lo que sabíamos sobre la ciencia de datos, el aprendizaje automático y la visión por computadora, llegamos a la conclusión de que había una oportunidad», dijo el emprendedor.

Ibex licencia su software bajo la marca «Galen», que lleva el nombre de Claudius Galenus, el médico romano considerado como el padre de la patología.
Si bien la comprensión original de la anatomía de Galen hace 2.000 años se basó en los «cuatro humores», la contraparte de inteligencia artificial de Galen es 100 por ciento de vanguardia.

Esta es quizás la mejor noticia para los pacientes que padecen cáncer y los patólogos que luchan con el estrés y el exceso de trabajo.

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