Al cierre de esta nota, más de 2.600.000 israelíes ya habían recibido ambas dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech para prevenir el COVID-19.

La increíblemente organizada y rápida campaña de vacunación en Israel no tiene igual en ningún otro país del mundo y gracias a ello todos -incluida la industria farmacéutica pueden ya analizar y comprender los primeros datos críticos reales sobre las nuevas vacunas de ARNm.

Este tipo de vacuna instruye a las células para que produzcan una proteína de “pico” que activa el sistema inmunológico para producir anticuerpos contra la proteína de pico correspondiente en la superficie del coronavirus SARS-CoV-2 que causa el COVID-19.

“Pfizer sabe que los datos que conseguirá de Israel serán buenos y precisos. Ellos ven que nuestra tasa de vacunación es muy eficiente y así lo que pueden informar de forma rápida”, indicó el doctor Natan Keller, experto en microbiología, vicepresidente del Comité de la Junta de Revisión Institucional del Centro Médico Sheba y ex presidente de la Sociedad de Enfermedades infecciosas de Israel.

La aprobación del uso de emergencia de la Administración de Drogas y Alimentos de EEUU para la vacuna Pfizer estuvo basada en un estudio de 24.000 receptores de vacunas y 24.000 receptores de placebo.

Hoy Israel tiene datos de más de 4.000.000 de personas que recibieron al menos una dosis y el número aumenta en al menos 100.000 cada día.

ISRAEL21c recopiló información de expertos israelíes y los cuatro servicios nacionales la salud acerca de lo que Israel aprendió sobre la vacuna y su eficiente distribución.

EFECTIVIDAD DE LA VACUNA

Lo que sabemos

Los estudios de Pfizer-BioNTech mostraron que las vacunas de ARNm tienen una efectividad de cerca del 95 por ciento dentro de un cierto período de tiempo después de la segunda dosis.

“Sabíamos que los datos de Pfizer eran bastante precisos. La efectividad escala por arriba del 90 por ciento luego de la segunda dosis y mientras la compañía dice que tras ocho días se alcanza una inmunidad completa, yo recomiendo esperar a los 14 días posteriores”, indicó Keller.

Los estudios de los servicios de salud Clalit y Macabi respaldan la recomendación de Keller. Aun así, Macabi notó una caída del 60 por ciento en las hospitalizaciones por COVID-19 entre los miembros de 60 años o más tan solo dos días después de la segunda dosis.

“De acuerdo con nuestros datos, la mayoría de las personas infectadas después de la primera dosis se contagiaron durante las dos primeras semanas de vacunación. En términos estadísticos sabemos que la enfermedad es menos grave en los vacunados con aunque sea una dosis que en los no vacunados”, destacó el científico.

En esa línea, Maccabi informó que de un total de 128.600 personas unas 20 se infectaron con COVID-19 después de recibir la segunda dosis, estos solo experimentaron síntomas leves y se recuperaron en sus casas.

Un dato que también fue alentador es que un estudio del Centro Médico Sheba halló que los empleados que recibieron ambas dosis tenían más anticuerpos contra el nuevo coronavirus que los pacientes recuperados de COVID-19.

Lo que no sabemos

La doctora Gili Regev-Yochay es directora de la Unidad de Epidemiología de Enfermedades Infecciosas del Centro Médico Sheba. Junto a su equipo hará un seguimiento durante más de un año con voluntarios vacunados para continuar estudiando la interacción entre el virus y la vacuna.

“Hasta ahora, nadie sabe realmente cuánto tiempo protege la vacuna. Es posible que necesitemos vacunas actualizadas cada uno o dos años”

Regev-Yochay afirmó dijo que es poco probable que las personas vacunadas puedan transmitir el virus SARS-CoV-2 a otras personas pero que eso aún no está probado.

Ella Sklan, inmunóloga clínica y microbióloga de la Universidad de Tel Aviv. Foto cortesía de Ella Sklan

Por el momento tampoco hay datos científicos que respalden la decisión de algunos países de retrasar la administración de la segunda dosis debido a la alta morbilidad y la escasez de vacunas. “Esperar más tiempo podría ser mejor, igual o peor. Hay que esperar 21 días entre dosis de Pfizer y 28 días en las de Moderna y estas fueron las únicas condiciones probadas y que demostraron ser eficientes, cualquier desviación de estos programas es un experimento”, manifestó Ella Sklan, doctora del departamento de inmunología clínica y microbiología de la escuela de medicina de la Universidad de Tel Aviv.

Para la especialista, es por eso que la mayoría de los servicios de salud no recomiendan retrasar la segunda dosis aunque para otras vacunas con diferentes mecanismos de acción, la dosis final se puede administrar medio año después y funciona bien.

EFECTOS SECUNDARIOS

“El sistema de salud pública de Israel tiene un software especialmente desarrollado hace años que permite tener una logística de vacunación muy eficiente y un seguimiento de los efectos secundarios”, expresó dice Keller.

En ese sentido, el médico detallo que en general, los efectos secundarios de la vacuna son extremadamente raros. “Cuando llegan a darse la segunda dosis, la mayoría de las personas informaron efectos secundarios menores en la primera inoculación”, agregó.

Estos efectos de tratan principalmente de molestias o dolor en el lugar de la inyección en el brazo, algo que un día o menos desaparece por completo.

De acuerdo con Keller, estos datos completos provienen del personal médico o de personas mayores de 60 años. Para él, los efectos secundarios reales son realmente menores.

VACUNA VS. MUTACIONES

“En la actualidad, el coronavirus infectó a 100 millones de personas en el mundo y eso crea muchas posibilidades de que surjan mutaciones”, dijo Sklan, que enfatizó que por ahora sólo se ha visto una o dos alteraciones en el genoma del virus SARS-CoV-2 por mes, lo que no es mucho en comparación con otros virus.

Sklan indicó que la mayoría de las mutaciones no causa ningún cambio reconocible en el virus y que algunas realmente lo dañan. “Es raro que una mutación le dé una ventaja a un virus”, expresó.

Sklan y Keller coinciden con los expertos que asumen que las vacunas existentes serán efectivas contra la mayoría de las nuevas variantes. “Las vacunas ARNm de Pfizer y Moderna contienen la secuencia que codifica la proteína de pico, que es grande y está compuesta por 1.273 aminoácidos en una estructura tridimensional”, explicó Sklan.

La científicos describió que la respuesta de anticuerpos generada por la vacuna es contra múltiples áreas de la proteína de pico. Por lo tanto, si hay mutaciones, por ejemplo en 10 aminoácidos, se asume que tendrá algún impacto en la efectividad, pero no bloqueará completamente la capacidad de los anticuerpos para neutralizar el virus.
“Además, aparte de los anticuerpos, tenemos otros componentes inmunitarios que también pueden atacar al virus”, dijo.

LA INMUNIDAD DE REBAÑO

Para Sklan, conseguir la inmunidad colectiva (la protección indirecta que se produce cuando un porcentaje suficiente de la población tiene inmunidad) depende del número de infecciones en una comunidad y de otros factores pero enfatizó en que será difícil detener las infecciones si una gran proporción de la población, como los niños, no está vacunada.

La vacuna de Pfizer fue aprobada para mayores de 16 años aunque ya se está haciendo una prueba en adolescentes de entre 12 y 16 años.
Actualmente, ningún desarrollador de vacunas está probando con niños menores de 12.

“Hasta que se apruebe la vacuna para los más jóvenes, lo único que nos queda hacer es vacunar a la mayor cantidad posible de personas en el grupo de edad que puede recibirla porque eso va a reducir el número de infecciones en la población general, el número de pacientes graves con COVID-19 y la probabilidad de aparición de nuevas variantes”, manifestó Sklan.

El doctor Ran Balicer, epidemiólogo director de innovación del servicio de salud Clalit y asesor de la Organización Mundial de la Salud, tuiteó hace poco: “Si podemos llegar a una cobertura del 60 por ciento (de vacunados) en marzo, es probable que la transmisión viral se vea muy interrumpida y la dinámica de transmisión cambie para mejor de forma considerable”, explicó.

LOGÍSTICA DE VACUNACIÓN

SYN-RG-Ai Integrative Solutions usó su experiencia en gestión de crisis para ayudar a las agencias gubernamentales israelíes a lograr una implementación rápida y eficiente de las vacunas.

Avi Cohen, cofundador de SYN-RG-Ai. Foto de Avshalom Levi para SYN-RG-Ai

“La campaña de vacunas de Israel fue exitosa porque el Gobierno utilizó el aparato diario de nuestro sistema para servicios de salud que afecta a todos los ciudadanos”, dijo el coronel (ret.) Avi Cohen, cofundador de SYN-RG-Ai, que señaló que la logística no ayuda si la gente no va a vacunarse y que en el país son pocos los que no quieren recibir la vacuna en comparación con el 40 por ciento en algunos países europeos”.

En paralelo, se sabe que se proporcionaron datos clínicos y de investigación completos de Pfizer y Moderna a los médicos de atención primaria de los servicios de salud locales y que sus médicos fueron los primeros en vacunarse como ejemplo para sus pacientes.

La logística fue ajustada a cada lugar y, por ejemplo, en las ciudades con opciones de transporte inadecuadas, hay minibuses disponibles para llevar a las personas a la localidad más cercana para vacunarse.

Cohen aconsejó a todos los países que pongan la logística de vacunación en manos de organizaciones confiables que trabajan en estrecha colaboración con los ciudadanos en el día a día, como los grupos comunitarios de voluntarios.

“Si se opera a través del grupo más fuerte y de mayor confianza en cada área, todo funciona”, dijo el empresario.

DE CARA AL FUTURO

A medida que llegan más datos sobre la efectividad de las vacunas COVID-19, Keller (del Centro Médico Sheba) aseguró que las medidas preventivas como el uso de máscaras, el distanciamiento social y el lavado de manos siguen siendo esenciales.

“Debido a que siempre hay algunas personas que no se vacunan, o que no pueden hacerlo por razones médicas como los menores de 16 años o aquellos que se tratan con quimioterapia o son inmunodeficientes, es muy importante no dejar de tomar precauciones durante muchos meses. Tenemos la responsabilidad de protegerlos a ellos también”, declaró Keller.

Finalmente, Balicer añadió que las precauciones también son necesarias porque ninguna vacuna contra el COVID-19 es cien por ciento efectiva. “No hay una protección completa”, concluyó.