Alrededor de 500 millones de aves migratorias cruzan los cielos de Israel en un peregrinaje que realizan dos veces al año. Este año, el fotógrafo Chanoch Seif fotografió algunas en pleno vuelo al pasar frente la superluna de hace dos semanas.

El Lago Hula, cuya preservación está financiada por Keren Kayemet Le’Israel-Fondo Nacional Judío (KKL-JNF), ha comenzado a darle la bienvenida a sus visitantes, que migran en el invierno de Europa a África.

Las aves, entre ellas pelícanos, garzas, cigüeñas y grullas, llegarán en grandes bandadas durante su travesía esta temporada. Estarán acompañadas de aves rapaces y otras especies.

KKL-JNF restauró la zona en la década de los noventa con la creación del lago, de 100 ha, en el Valle de Hula, que filtra el agua que fluye desde allí hasta el Lago Kinneret, al norte. Renovó también el caudal original del río Jordán.

Desde su restauración el Lago Hula se ha convertido en un sitio de reconocido prestigio internacional para la observación de aves.

La superluna de la noche del 3 de diciembre fue la primera de tres que se verán en los próximos dos meses. Las dos siguientes aparecerán en las noches del 1 y del 31 de enero, fenómeno que la NASA ha llamado “trilogía de superlunas”. La del 31 será, además, la segunda luna llena del mes, lo que la convierte en luna azul. Como si fuera poco, ocurrirá durante un eclipse lunar total.