Hoy, la época más esperada del año es cuando que bajan las temperaturas pero también disminuyen los casos de COVID en el país.

En ese sentido, vale la pena esperar un tiempo para comenzar a recorrer el Sendero Nacional de Israel, el más largo del país con aproximadamente 1.025 kilómetros.

Incluido por National Geographic como una de las mejores caminatas largas distancia del mundo, el Sendero Nacional de Israel contiene en sí una gran variedad de paisajes como arroyos y playas de arena y cañones del desierto que se unen  a enormes dunas.

La caminata es buena para no solo estirar los músculos sino mimar a la mente con un camping al final de un largo día en quietud bajo un vasto cielo estrellado.

Para aprovechar al máximo el potencial del sendero, aquí van 11 consejos que me ayudaron cuando hice el recorrido con mi hijo y mi esposo.

  1. Ponte en forma

El sendero cubre un terreno difícil y para prepararme bien hice caminatas más cortas, ejercicio en cintas de correr y máquinas elípticas, y practiqué cargando una mochila llena de pesas. De ese modo me fue mucho más fácil adaptarme que mi esposo, que es guía turístico y no tenía tiempo para hacer ejercicio. Si bien en los primeros días de caminata sufrió dolores y molestias, al final se adaptó, gracias al consejo n° 2.

  1. “Empaca” la mentalidad correcta

Vas a vivir momentos de agotamiento, dolor y aburrimiento, e incluso quizás desesperación. Eso es algo totalmente normal. Por cada diez senderistas que se propusieron a hacer el recorrido de una sola vez, solo tres o cuatro lo consiguieron.

Marcas a lo largo del Sendero Nacional de Israel. Foto: Tzippi Moss

Si bien hay gente que no lo logra por lesiones, muchos abandonan debido a unas expectativas poco realistas como las distancias que esperan cubrir en un día o sus condiciones.

Incluso si no planeas hacer toda la distancia, tal vez te subas a una montaña rusa mental. En ese sentido, vale la pena que tengas claro por qué emprendes esta aventura y qué es lo más importante para ti. He conocido jóvenes después del ejército que querían explorar Israel antes de ir al extranjero. Otros buscaban alejarse de todo o “encontrarse a sí mismos”.

En nuestro caso, lo hicimos para recaudar dinero para la investigación de la esclerosis lateral amiotrófica, la causa por la que falleció mi suegra, pero también para poner a prueba nuestros límites personales. Por supuesto tuvimos nuestros puntos de ruptura -por suerte en diferentes momentos- pero pudimos seguir adelante cuando pensamos que ya no lo lograríamos.

  1. Invierte en tu equipo
Compra buenas botas de montaña antes de la caminata. Foto: Tzippi Moss

El segundo día de la caminata conocimos a un hombre con unas terribles ampollas. Su calzado era de mala calidad y no le quedaba bien.
Bien, nada va a arruinará más rápido una caminata que unas malas botas o una mochila que no ofrece el soporte adecuado.

Recomiendo calcetines que absorban el sudor, bastones de senderismo y equipo para la lluvia, incluida una buena lona o una carpa liviana, sobre todo si sales de excursión en la temporada lluviosa.

  1. Toma suficiente agua

En Israel, más del 50 por ciento del territorio es desierto por lo que pueden pasar dos o tres días en el sur sin lugares para rellenar las botellas. En el norte, de cuatro a cinco litros por día suelen ser suficiente para beber y cocinar.

Al sur de Arad, transportamos seis litros y nos aseguramos de almacenar suficiente comida y agua, incluida una cantidad extra para lavar la suciedad y el polvo. Hay compañías que contratas para que lo hagan por ti.

  1. Aliviana tu mochila

Ya que justo hablé de la necesidad de transportar mucha agua, haz lo posible para reducir el peso de tu mochila. Un paquete pesado puede convertir tu experiencia en algo muy desagradable o, lo que es peor, provocarte fracturas por estrés. En caso de dudas, prescinde de lo innecesario.

  1. Mímate

Las caminatas van de ocho o 12 horas al día. Dada la intensidad de la actividad, golosinas pequeñas y grandes pueden marcar una gran diferencia.

En cada oportunidad, compré buen chocolate. También empacamos hongos shitake secos y tomates y algunas especias exóticas para agregar a nuestro guiso diario. Además, paquetes de papel de aluminio almacenados, comida india y una botella de vino tinto como un capricho después de una sección especialmente difícil del camino.

Al final del día puedes relajarte con un buen libro de bolsillo o un instrumento liviano como una flauta dulce o una armónica. Para aquellos con bolsillos más holgados, las cafeterías, restaurantes ocasionales o la habitación en un hotel o albergue es un lujo encantador que no debe negarse.

  1. Descanso
Ezra Rabin descansa al mediodía durante un recorrido por el Sendero Nacional de Israel. Foto: Tzippi Moss

En promedio, para recorrer el Sendero Nacional de Israel se necesitan de 45 a 60 días pero date tu tiempo sin importar el ritmo que elijas. Toma días de descanso porque esto no solo sirve para reacondicionar a tu cuerpo sino que también te da la oportunidad de disfrutar del sol en las playas de Tel Aviv con una cerveza o un mojito, pasear por las callejuelas de la Ciudad Vieja de Jerusalén y los coloridos mercados, así como explorar antiguos e históricos sitios como Masada y Tel Arad.

  1. Aprovecha la red de Trail Angels

Israel tiene una red de aproximadamente 400 a 500 “Trail Angels” de todas las edades, culturas y creencias religiosas que ofrecen una variedad de servicios gratuitos que pueden incluir desde cómodas camas y duchas con agua caliente a comidas caseras y el acceso a un lavarropas.

Ubicados en todo el país, tanto en áreas urbanas como en los asentamientos más remotos, estos “ángeles del camino” te dan una vista poco común del caleidoscopio de la diversidad humana de Israel. No habrás recorrido el Sendero Nacional de Israel hasta que te topes con al menos un “Trail Angel”.

  1. Elige la temporada
Senderismo en la playa. Foto: Tzippi Moss

Para el senderismo en Israel hay dos temporadas principales: otoño (de fines de septiembre a noviembre) y primavera (de febrero a mayo). Ambas tienen ventajas y desventajas.

En otoño, la mayoría comienza el recorrido en el norte, en Tel Jai, donde el terreno y la logística más simples permiten una aclimatación más fácil a los desafíos del sendero. El paisaje tiende a ser más seco e incoloro debido al calor del verano pero hay un final sorprendente junto al Mar Rojo.

En la primavera, la mayor parte de los senderistas empiezan cerca de Eilat para alejarse de las elevadas temperaturas del desierto. Los primeros días, cuando los músculos aún no se han ajustado por completo, involucran ascensos muy desafiantes, pero la ventaja es que el terreno está repleto de coloridas flores silvestres y pastos después de las lluvias.

  1. Prepárate para lo inesperado

Ningún viaje digno sale exactamente igual a como lo planeamos. Todo puede o va a cambiar. Perdimos la comida, el agua no era suficiente… Después del primer incidente, tenemos que aseguramos de empacar suministros adicionales por si acaso nos vuelve a ocurrir lo mismo.

Las montañas de Eilat. Foto: Tzippi Moss

El otoño que caminamos fue particularmente lluvioso. Luchamos contra olas de calor, tormentas e inundaciones. Mientras que en el norte el clima puede ser apenas una molestia, en el sur las cosas pueden volverse mortales: hay inundaciones repentinas que atraviesan cañones de tobogán o inesperadas olas de calor que amenazan a los excursionistas con una insolación.
De esa forma, asegúrate de consultar los informes meteorológicos y hablar con las autoridades locales en caso de dudas.

  1. Apóyate en la experiencia de los que ya lo hicieron

Hay muchos y excelentes recursos para ayudarte a planificar la caminata, incluido el Libro rojo de Jacob Saar, que incluye mapas topográficos detallados e itinerarios diarios sugeridos . Otros recursos excelentes son The Israel National Trail (en inglés) y WikiTravel (en inglés).

Tzippi Moss camina después de una lluvia del desierto. Foto: Tzippi Moss

Puedes elegir caminar con otros o solo durante el día y compartir historias y una comida nocturna con un grupo.

* Tzippi Moss reside en Jerusalén y es coach de vida y psicoterapeuta en Inner Alchemist Coaching. Para seguirla en Facebook, clic aquí. Para conseguir “El libro de Moss, Angels & Tahina (tapa blanda con fotos)”, escribir a angels.tahina@gmail.com. El libro electrónico con fotos y el libro de bolsillo sin fotos están disponibles en Amazon.