Cuando la gente piensa en Israel, no son muchos los que relacionen al país con castillos y palacios.
Esto es una pena ya que el país cuenta con algunos edificios realmente grandiosos. Algunos de ellos se remontan a miles de años mientras que otros son más recientes en el tiempo pero todos son parte de una historia fascinante que incluye imperios extinguidos y luchas de poder dignas de una serie de Netflix.
Aquí presentamos los que consideramos los 10 mejores castillos y fortalezas para que puedan ser admirados y, por qué no, visitados.
1. Castillo de Belvoir
Como muchos de los castillos y fortalezas repartidos en todo el país, el “Chateau Belvoir” fue construido por los cruzados que rigieron Tierra Santa desde el siglo XII al XIII. Ubicado cerca del Mar de Galilea, se trata de un castillo concéntrico (tiene dos circuitos de murallas defensivas uno dentro del otro).
La construcción fue destruida por los conquistadores musulmanes a principios del siglo XIII para asegurarse de que las fuerzas cruzadas no lo volvieran a ocupar en el futuro.
Por suerte solo destruyeron el piso superior y rellenaron el foso, dejando intacta la base que aún hoy es posible ver.
En la actualidad, el castillo es parte de un parque nacional, el castillo cuenta no solo con grandes ruinas sino también con una impresionante vista panorámica.
2. Castillo de Cafarlet
El castillo de Cafarlet, ubicado en lo que hoy es el moshav Habonim en la costa centro-norte de Israel, es muy misterioso porque hay pocos registros históricos acerca de él. Lo más probablemente es que fuera construido por los gobernantes musulmanes de la Tierra de Israel entre los siglos VIII y IX junto a fortificaciones similares erigidas a lo largo de la costa para proteger la zona de los invasores cristianos bizantinos.
El castillo rectangular tenía torres de vigilancia en cada esquina y todas sufrieron reconstrucciones cuando fueron tomadas por los cruzados. Finalmente, el área fue nuevamente conquistada por invasores musulmanes y el castillo y el área circundante comenzaron a deteriorarse.
Hoy en día, el sitio está fuera de la carretera y no es mantenido por lo que quizás sea mejor disfrutarlo a distancia.
3. Ciudadela de David
Se trata de uno de los monumentos más conocidos de Jerusalén y está ubicada a la entrada de la Ciudad Vieja. Es un complejo imponente que originalmente fue el sitio de las torres de vigilancia del rey Herodes hace unos 2000 años.
Más tarde fue convertido en una fortaleza por los gobernantes árabes de Jerusalén, más fortificada por los cruzados y luego reforzada por los musulmanes que regresaban a dominar Tierra Santa.
El minarete que ahora lo adorna fue agregado por los otomanos, que también la rodearon con un foso. Por estos días, la ciudadela alberga descubrimientos arqueológicos, el Museo de la Torre de David y un impresionante espectáculo de luz y sonido.
4. Castillo de Nimrod
El castillo de Nimrod en las laderas del monte Hermón en el norte de Israel parece sacado directamente de la serie “Juego de tronos”. Se ve medieval y todo.
El enorme complejo fue construido por gobernantes musulmanes en un lugar estratégico para proteger la importante ruta a Damasco.
Hace cientos de años cayó en desuso pero aún coronaba en gran medida el paisaje local, lo que incluso llevó a Mark Twain a llamarlo “la ruina más majestuosa de ese tipo en la tierra”. Hoy es un parque nacional abierto al público y contiene una inscripción de piedra antigua, arquitectura deslumbrante y magníficas vistas.
5. Castillo de Montfort
Este es único en su tipo. Sí, el castillo de Montfort es de la era de los cruzados pero fue construido no para proteger el reino cristiano de los invasores árabes, sino para albergar a algunos miembros de la Administración de la Orden Teutónica y cuidarlos de los cruzados rivales.
Construido en el siglo XIII, está ubicado en un escarpado acantilado en el norte de la Galilea y está rodeado de un frondoso bosque verde.
Por estos días forma parte de un parque nacional que también alberga plantas exóticas y en peligro de extinción.
6. Masada
Masada es, posiblemente, la fortaleza más asombrosa de esta lista. Se trata de uno de los principales sitios arqueológicos de Israel.
Elevado en lo alto de un acantilado en el desierto de Judea, este complejo albergaba los palacios del rey Herodes y allí fue donde los rebeldes judíos volvieron a fortificar la cima para defenderse de los romanos hasta que, según indica la tradición, se suicidaron en el 74 d.C. para no caer cautivos.
El Parque Nacional de Masada es uno de los lugares turísticos más visitados del país y a él se accede por dos senderos para caminar o un teleférico. El mejor momento para visitarlo es el amanecer, cuando el desierto y el adyacente Mar Muerto se iluminan con los primeros rayos de sol.
7. Fortaleza de Apolonia
Apolonia es una ciudad costera antigua, fundada a más tardar en el siglo IV a. C. Ella fue hogar de samaritanos, griegos, romanos, musulmanes, cruzados, inmigrantes judíos y, más recientemente, israelíes de buen pasar.
Los cruzados dejaron la huella más memorable en el lugar en forma de una fortaleza que se adentra en el mar.
La construcción existió de forma completa unos 24 años antes de que ser arrasada por los conquistadores musulmanes.
Actualmente es parte de una popular reserva natural que también incluye una villa romana, un foso y una mezquita.
8. Fuerte de Antipatris
El fuerte de Antipatris, también conocido como Binar Bashi (fuerte, en turco), fue construido a fines del siglo XVI por los gobernantes otomanos de la Tierra de Israel para proteger el pasaje entre las fuentes -o manantiales- del río Yarkon y áreas más distantes.
Se halla en la antigua ruta comercial Vía Maris que une a Egipto con Siria. El impresionante fuerte ahora es parte del Parque Nacional Tel Afek, que incluye un lago y extensos terrenos recreativos.
9. Fortaleza Hospitalaria de Acre
La Orden Hospitalaria de los cruzados construyó esta extraordinaria fortaleza en Akko (San Juan de Acre) en el siglo XII cuando ellos y otras comunidades cristianas residían en la ciudad portuaria del norte.
Los restos de su complejo incluyen un patio, lo que era una puerta fuertemente asegurada y una torre de entrada. Además está el comedor de los caballeros, una enorme sala de piedra con pilares que es posible imaginar repleta de soldados con armaduras brillantes devorando sus carnes asadas.
10. Fortaleza de Atlit
Cuando los cruzados construyeron la fortaleza en Atlit en el siglo XIII, poco sabían que algún día se convertiría en un campamento de comandos de la Marina de Israel y que fascinaría al público (al que no se le permite entrar). Además de ser una fortaleza enorme y bien ubicada, el sitio fue el último bastión de los cruzados en la Tierra de Israel desde donde los últimos caballeros cristianos partieron de regreso a Europa.
Con los años, las piedras de la fortaleza se usaron para construir nuevas edificaciones en ciudades cercanas y todo el lugar sufrió daños por un terremoto en el siglo XIX.
De todos modos , es una vista imponente, sobre todo cuando uno en los buceadores secretos que acechan debajo.
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