/Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv (TAU) identificó a los genes que protegen a las células de la infección viral causada por el Zika.

La investigación, dirigida por la doctora Ella Sklan de la Escuela de Medicina Sackler de la TAU,  fue publicada en el Journal of Virology y significa un paso hacia el desarrollo de un tratamiento para el Zika y otras infecciones virales.

El Zika es un virus transmitido por mosquitos que ya afectó a más de 60 millones de personas, principalmente en América del Sur. Tiene consecuencias potencialmente devastadoras para las mujeres embarazadas y sus hijos no nacidos. Actualmente no existe una vacuna o tratamiento específico para combatirlo.

El estudio israelí utilizó la activación conocida como CRISPR, una modificación de la técnica de edición de genes CRISPR-Cas9 que permite la expresión de genes específicos en sus ubicaciones de ADN originales.

«La activación CRISPR puede usarse para identificar genes que protegen contra la infección viral. Utilizamos este sistema adaptado para activar cada gen del genoma en las células cultivadas. Luego infectamos las células con el virus del Zika. Si bien la mayoría de las células mueren después de la infección, algunas sobreviven debido a la sobreexpresión de algunos genes protectores», explicó Sklan.

La secuenciación de próxima generación y el análisis bioinformático ayudaron al laboratorio de Sklan a identificar genes que permitieron la supervivencia, especialmente uno llamado IFI6, ya conocido por su papel frente a otros virus. «IFI6 mostró altos niveles de protección contra el virus del Zika al proteger a las células de la infección y evitar la muerte celular», informó la científica.

Con la colaboración de la doctora Nabila Jabrane-Ferrat del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, Sklan trasladó el estudio de los genes identificados al tejido de placenta humano infectado con Zika y la reacción indicó que también podrían desempeñar un papel protector en este tejido.

La investigación para el estudio fue realizada por la doctora Anna Dukhovny (Escuela de Medicina Sackler de la TAU) y el análisis bioinformático estuvo a cargo de Kevin Lamkiewicz (Universidad Friedrich Schiller). Parte del estudio se realizó durante el año sabático de Sklan en el laboratorio del profesor Jae Jung en la Universidad del Sur de California.​