Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. A menudo, los trasplantes de corazón son la única opción disponible para los pacientes más graves pero es sabido que la cantidad de donantes de este tipo es muy limitada y muchos enfermos mueren mientras esperan el suyo.

¿Qué pasaría si los hospitales simplemente pudieran imprimir un nuevo corazón? Por más loco que suene, investigadores de la Universidad de Tel Aviv anunciaron esta semana que utilizaron con éxito una bioimpresora 3D para crear un corazón completo con tejido humano y vasos sanguíneos.

Si bien la universidad lo calificó como un «gran avance médico» en lo que se refiere a expandir las posibilidades de los trasplantes, este corazón impreso en 3D tiene aún algunas limitaciones.

«Quizás en 10 años veamos impresoras de órganos en los mejores hospitales del mundo y que estos procedimientos sean de rutina» – Tal Dvir (Universidad de Tel Aviv)

En principio, el tamaño es muy pequeño, como el de un conejo. En segundo lugar, las células en el corazón 3D pueden contraerse pero aún no tienen la capacidad de bombear. Los investigadores deben ahora descubrir cómo enseñarles a los corazones impresos a comportarse como los reales.

“Este no es el primer corazón en ser impreso en 3D, pero nunca se había creado este órgano con células o con vasos sanguíneos», explicó Tal Dvir, que dirigió el proyecto en la Escuela de Biología Celular Molecular y Biotecnología de la Universidad de Tel Aviv.

Anteriormente, científicos del emergente campo de la medicina regenerativa pudieron imprimir cartílagos y tejidos de la válvula aórtica pero no los capilares sin los cuales los órganos no pueden sobrevivir.

Dvir dijo que el próximo paso de los investigadores será trasplantar un corazón impreso en 3D a un animal en algún momento del próximo año.

Vista del primer corazón vascularizado impreso en 3D. Foto: FLASH90.

«Quizás en 10 años podamos ver impresoras de órganos en los mejores hospitales del mundo y que estos procedimientos estén realizándose de forma rutinaria», agregó Dvir, aunque estimó que los establecimientos de salud comenzarán con órganos más simples que los corazones.

Un corazón impreso en 3D puede evitar uno de los problemas más graves involucrados en los trasplantes: el rechazo del nuevo órgano por parte del paciente.

Para solucionar esta cuestión, los investigadores de la Universidad de Tel Aviv proponen utilizar una biopsia del propio tejido adiposo del paciente en el desarrollo de un «hidrogel personalizado» que servirá como la «tinta» necesaria para imprimir el corazón.

«La biocompatibilidad de los materiales de ingeniería es crucial para eliminar el riesgo de rechazo de implantes, algo que pone en peligro el éxito de tales tratamientos», explicó Dvir.

De esa manera, los corazones impresos en 3D -y muchos otros tipos de órganos humanos- se personalizarían para cada paciente específico.

Dvir manifestó que espera que la impresión de órganos haga que la donación de órganos quede obsoleta.

Por otra parte, hay otros desafíos en el camino. Las impresoras 3D actuales están limitadas por su resolución; eso dificulta la impresión de los muchos y pequeños vasos sanguíneos de los órganos complejos.
Además, los investigadores deben determinar cómo expandir las células para que tengan suficiente tejido para imprimir un corazón de tamaño humano.

Pero el anuncio de esta semana, publicado el 15 de abril en la revista Advanced Science, fue un paso importante hacia el futuro, ya que «los corazones humanos requieren la misma tecnología», según describió Dvir.