“Del 1 al 10, ¿diga cuánto le duele?” Los profesionales de la salud se valen de este método subjetivo para evaluar el dolor. Pero lo cierto es que no sólo es impreciso, sino que en muchas circunstancias no da resultados, como en el caso de pacientes que no se saben comunicar o que están anestesiados.

La compañía Medasense Biometrics está muy cerca de resolver el problema con un sistema no invasivo, que consiste de un sensor que se coloca en un dedo del paciente y que recoge síntomas fisiológicos relevantes. Algoritmos de inteligencia artificial convierten estos datos en un índice de dolor, de forma continua y en tiempo real, que aparece en la pantalla de un monitor colocado junto a la cama del paciente.

Madesense espera entrar en el mercado europeo en 2016. Inicialmente, el sistema sería usado en quirófanos, pero más adelante en unidades de cuidados intensivos y en las habitaciones de hospitales y los hogares de pacientes. Se lanzará en el resto del mundo una vez obtenga las licencias requeridas. También se planea una versión móvil.

La necesidad de tener una evaluación objetiva y exacta del dolor es acuciante. Sólo en Estados Unidos se estima que cada año un 40% de los 30 millones de pacientes quirúrgicos experimentan dolores severos después de una operación y uno de cada diez sufre efectos secundarios a causa de medicaciones para el dolor. Unas 17.000 personas mueren cada año debido a sobredosis de analgésicos.

Como resultado, Medasense ha empezado a perfilarse como la solución al problema. En mayo ganó el premio WOW de las Industrias Israelíes de Tecnología Avanzada a la compañía nueva más innovadora en la categoría de dispositivos médicos. También fue seleccionada por la revista MedTech Strategist como una de las “compañías nuevas para tener en cuenta” en la edición de septiembre de 2015.

La jefe ejecutivo de la empresa, Galit Zuckerman, dijo a ISRAEL21c que el sistema de Medasense podría ayudar a los pacientes a manejar mejor el dolor, así como ofrecer resultados clínicos óptimos y reducir costos.

Conversaciones alrededor de la mesa

Antes de fundar la empresa en 2008, Zuckerman encabezó un equipo de ingenieros de algoritmos de la firma Applied Materials. “Disfrutaba mi trabajo, pero sentía la necesidad de hacer algo en el campo médico”, dijo.

Su madre es enfermera quirúrgica, así que la idea de desarrollar una forma de evaluar el dolor resultó tras años de conversaciones alrededor de la mesa del comedor de la familia. Pero también se debió a lo que oyó decir a un amigo suyo sobre pacientes que se despiertan durante una cirugía.

Tras conversaciones con doctores, incluidos Elon Eisenberg, director de la multidisciplinar Unidad de Alivio del Dolor del Centro Médico Rambam en Haifa, e Itay Gur-Aryeh, director de la Clínica del Dolor en el Hospital Sheba, en Tel Hashomer, Zuckerman descubrió que los métodos actuales para evaluar el dolor son subjetivos. Para Gur-Aryeh tenía sentido aplicar su experiencia previa para hacer frente al reto que presenta proponer el uso del sistema en este campo.

“Empezamos con una idea y una presentación, y luego pasamos tres o cuatro años desarrollando la tecnología de base en el programa de incubadora tecnológica de la Oficina Israelí de Científicos”, dijo Zuckerman.

La compañía está financiada por inversionistas privados y por Medoc Advanced Medical Systems, en cuya sede en Ramat Yishai, junto a Yokneam, al norte de Israel, opera. Las unidades se montan también allí.

En la actualidad, tres empresas más están desarrollando productos similares –GE Healthcare y dos compañías nuevas en Europa–, pero Zuckerman dijo que la tecnología es diferente en cada caso. Medasense, agregó, es la única que mide múltiples parámetros fisiológicos, tales como el sudor o cambios en la frecuencia cardiaca y el volumen de sangre.

“Integramos esos parámetros y muchos más, de modo que tenemos un sistema más sólido y sensible que puede aportar soluciones para muchas situaciones diferentes”, dijo.

Estudios y pruebas

En los últimos cinco años se han llevado a cabo diversos estudios clínicos del sistema de Medasense en Israel, Estados Unidos y Países Bajos. En septiembre, la revista Anesthesiology publicó los resultados de un estudio dirigido por el anestesiólogo Albert Dahan, del Centro Médico Universitario de Leiden, en Holanda. Dos artículos sobre dos estudios previos de la compañía han aparecido en otras publicaciones científicas, además de una reseña sobre otro estudio completo.

El estudio de Anesthesiology validaba la superioridad del índice de dolor medido por Medasense sobre métodos actuales de evaluación, lo que permitió que los médicos participantes identificaran y diferenciaran situaciones en que se presentó dolor en los pacientes que hicieron parte del estudio.

“Está claro que los enfoques actuales en la evaluación del dolor en quirófanos son limitados”, dijo Dahan. “Estos resultados se suman a la creciente evidencia clínica que apoyan la validez del índice del dolor de Medasense (llamado NoL) como sistema de asistencia para anestesistas en la toma de decisiones”.

Zuckerman dijo que Medasense continúa llevando a cabo pruebas en diferentes contextos y que está esperando los resultados de otra. Mientras tanto, confía en que “cinco años de investigación sugieren que el sistema es más fiable que cualquier otra evaluación existente”.

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