Se dice que el Arca de Noé salvó a muchos animales de su extinción. Hoy, los veterinarios del Centro Zoológico de Tel Aviv-Ramat Gan Safari, en colaboración con expertos del Instituto Leibniz para la Investigación Zoológica y de la Vida Animal (Leibniz-IZW), en Alemania, están usando innovadoras técnicas para crear un banco de tejidos con el ácido desoxirribonucleico, o ADN, de animales, especialmente de especies que podrían extinguirse en los próximos años.

Esta Arca de la Vida es un zoológico congelado que contiene muestras del ADN de animales, que se conservan en tubos especiales a una temperatura de -126 °C. Con la mira puesta en el futuro, el proyecto usa técnicas modernas para prepararse para hacer frente a avances en materia de protección animal.

“Hoy podemos conservar los genes. Los tejidos podrán ser usados en el futuro con varios fines, ya sea reproducir especies de animales que se hayan extinguido o reproducir órganos para trasplantes», dijo a ISRAEL21c el doctor Yigal Horowitz, veterinario jefe del Safari y director del proyecto.

«Estoy convencido de que en el futuro habrá muchas cosas que podrán hacerse con estos genes. Podemos pensar en algunas ahora, pero la mayoría no podemos ni imaginarlas. Lo que importa es que en el futuro la gente podrá usar la tecnología para hacer cosas que en la actualidad no podemos hacer», dijo.

El Arca de la Vida es el primer proyecto de este tipo en el Medio Oriente y el tercero en el mundo. Otras dos instituciones, el Instituto de Investigación para la Conservación del Zoológico de San Diego, en San Diego, Calif., y Proyecto Arca Congelada, en el Reino Unido, se han embarcado en misiones similares para recoger, conservar y almacenar tejidos, gametos, células viables y ADN de animales en peligro de extinción.

«No importa que haya proyectos similares en otras partes; al final lo que cuenta es que queremos conservar los genes. Cuanta más variedad tengamos, mejor será», dijo Horowitz.

El equipo del Arca de la Vida está buscando donantes y personal de otros zoológicos e institutos de investigación en Europa y Asia que quieran colaboradores.

Un nuevo Noé

Junto con el doctor Thomas Hildebrandt, director del departamento de gestión reproductiva del IZW, y la doctora Susanne Holtze, científica, y otros expertos en fertilización de éste, los investigadores del Safari esperan preservar el ADN de tantos animales y aves como sea posible.

El Hospital de Animales del Ramat Gan Safari brinda tratamiento a unos 4.000 animales y aves cada año. Gracias a su estratégica ubicación como cruce de caminos de tres continentes, Israel atrae a una inmensa cantidad de aves durante las temporadas migratorias.

Según Horowitz, en los últimos diez años los veterinarios del Hospital de Vida Animal han tratado a más de 300 especies de animales y aves.

Cap: El doctor Yigal Horowitz con un residente del Ramat Gan Safari. Cortesía del Centro Zoológico de Tel Aviv-Ramat Gan Safari.
El doctor Horowitz con un residente del Safari. Cortesía del Centro Zoológico de Tel Aviv-Ramat Gan Safari.

«Hay un gran número de especies que viven en el país o que llegan que podemos usar para el banco genético de ADN», agregó.

Al registrar un ejemplar para tratamiento en el hospital, los veterinarios toman una muestra del tejido para el proyecto. Las muestras se ponen en tubos especiales, que se guardan bajo seguridad en cajas y que son depositadas luego en tanques de nitrógeno líquido en una instalación en el mismo sitio. Cada gen recogido se duplicará y será remitido al Leibniz-IZW para ser almacenado de forma segura.

Horowitz dijo que las muestras de ADN pueden conservarse durante 3.000 años.

Aunque los zoológicos son, por naturaleza, una forma de proteger a los animales, los zoológicos congelados ofrecen la posibilidad de “traer” animales que ya no existen o de salvar a los últimos ejemplares de una especie.

“Noé llevó ejemplares de todos los animales y los salvó de su extinción hace muchos años. Creo que ahora nos ha llegado el turno de hacer lo mismo”, dijo Horowitz. » En el relato bíblico hubo un diluvio y Noé salvó a los animales. Ahora tenemos una marea de gente que está causando daño a la naturaleza. El ‘arca’ de hoy son los contenedores de nitrógeno líquido».