El cuerpo humano está en constante movimiento por fuera y por dentro. El corazón late, el pecho se expande y se contrae con cada respiración, y la composición de la sangre cambia cuando consumimos alcohol o azúcar. Cada movimiento, grande o pequeño, produce vibraciones a nivel molecular.

Dos científicos –Zeev Zalevsky, profesor de electroóptica de la Universidad de Bar-Ilan, y Javier García-Monreal, profesor de física y óptica en la Universidad de Valencia, España– han estado trabajando juntos durante 10 años en el desarrollo de métodos para medir las diminutas vibraciones “nanométricas” que emite el cuerpo.

El resultado de la investigación es una forma revolucionaria de monitorizar los signos vitales de pacientes sin ningún contacto físico, o molestos cables, tubos o vías intravenosas.

Zeev Zalevsky es uno de los fundadores de la compañía. Cortesía.

En 2015, Zalevsky y García-Monreal fundaron una compañía, ContinUseBiometrics, para comercializar su trabajo y hacerlo accesible a los consumidores: un láser y una cámara de alta precisión que puede “leer” la luz reflejada en una habitación y extraer de los patrones, que cambian continuamente, las nano-vibraciones que emite el paciente.

La combinación de cámara y sensor láser puede monitorizar el ritmo cardíaco y respiratorio, la presión sanguínea, los sonidos pulmonares, la actividad muscular e incluso los niveles de glucosa en la sangre. Los algoritmos del software analizan la información. Aunque el hardware necesita estar en la habitación donde está el paciente, el dispositivo de monitorización puede estar en cualquier parte, lo que lo convierte en  producto ideal para la telemedicina.

En efecto, el principal objetivo de comercialización de la compañía es instalar sistemas de monitorización en las casas de los pacientes que están conectados directamente con los doctores o clínicas que les atienden.

El sensor puede usarse con personas mayores que están confinadas a estar en cama o con niños que necesitan control estricto. Por supuesto, este mismo tipo de monitorización es de gran valor en los hospitales.

El fabricante de computadores Lenovo, el especialista en seguridad Tyco y la firma de capital riesgo Olive Tree Ventures han invertido en la compañía.

ContinUse Biometrics responde a lo que Lydia Katz, la directora de mercadeo de la compañía, llama “el reto más grande en salud digital”.

“No se trata de la cantidad de información generada”, dijo a ISRAEL21c. “Es la necesidad de analizar la información rápidamente y generar alertas inmediatas para que los cuidadores puedan actuar, y rápido”.

La compañía también puede ahorrarle dinero a los sistemas de salud.

“Alguien que sufra de insuficiencia cardíaca congestiva o de diabetes necesita estar monitorizado regularmente”, explicó Katz. “No hay ninguna solución adecuada hoy en día para hacerlo desde casa, pues es muy intrusivo, lo que no facilita que el paciente coopere, o no es conveniente o cómodo. El resultado, pues, es que el paciente acude al médico para ser monitorizado, lo que es costoso y es una pérdida de tiempo para todo el mundo. Podemos hacer que la monitorización sea fácil”.

La tecnología de la firma es lo suficientemente sofisticada para distinguir entre pacientes si hay más de uno en la habitación. “Del mismo modo que una huella dactilar es única, el corazón también lo es”, dijo Katz.

En el mercado a finales del año

Quizá el mejor ejemplo de la naturaleza no intrusiva de ContinUse Biometrics es que puede controlar la sangre sin necesidad de ninguna muestra.

Katz ve un futuro en el que esta tecnología podría estar incorporada en vehículos para evaluar la “bio-competencia del conductor para ver si está en condiciones óptimas para conducir o para hacer frente a situaciones difíciles”. Si el alcohol en la sangre de la persona está por encima de determinado nivel, el vehículo no se encenderá.

Los laboratorios del sueño son otro posible lugar en el que un sistema de monitorización no intrusivo tiene ventajas, pues ya no será necesario forzar a los pacientes a dormir conectados a una máquina.

ContinUse Biometrics tiene competencia, pero Katz dijo que otras compañías se concentran principalmente en el ritmo cardíaco y respiratorio. La diferencia, según ella, es que “no pueden autenticar a los usuarios, medir la presión sanguínea o evaluar los niveles de glucosa y alcohol en la sangre. Eso es algo específico de nuestro servicio”.

La compañía tiene 40 empleados, la mayoría en Tel Aviv, donde tiene la sede. Los dispositivos estarán a la venta sólo hasta finales del año. Y no empezará a cubrir todas las posibilidades de monitorización desde el principio.

Según Katz, la compañía anunciará en qué áreas se enfocará inicialmente en uno o dos meses, algunas de las cuales necesitarán además la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, o FDA, y de la Unión Europea.

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