Mientras una crisis de infertilidad masculina se apodera del mundo occidental, un innovador kit desarrollado en Israel les permite a los hombres verificar el número y la motilidad de su esperma en la privacidad de su hogar.
YO es la primera prueba casera de esperma de este tipo que recibe la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos de EEUU así como las certificaciones de la Unión Europea e Israel.
Un estudio de la Cleveland Clinic demostró que YO tiene una precisión de más del 97 por ciento.
Si bien hay otros kits disponibles para medir si el recuento de espermatozoides es normal o bajo, YO utiliza exclusivamente la tecnología de teléfonos inteligentes para ofrecer una visualización de video en tiempo real de la motilidad de los espermatozoides, el factor crítico en la capacidad de fertilizar un óvulo. El video se puede guardar y enviar a un médico para su análisis adicional.
Un estudio de megadatos publicado por el doctor Hagai Levine, investigador de salud pública de la Universidad Hebrea, junto a un colega del Centro Médico Monte Sinaí de Nueva York, reveló que los recuentos de espermatozoides en América del Norte, Europa y Australia cayeron un 52 por ciento entre 1973 y 2011.
Y el problema parece estar empeorando, probablemente debido a factores ambientales y de estilo de vida previamente identificados, como la exposición a sustancias químicas prenatales, los pesticidas, el tabaquismo, estrés y la obesidad.
En respuesta a la demanda del mercado, YO se desarrolló a través de una subdivisión de Medical Electronic Systems (MES), una empresa instalada en Cesárea.
Los laboratorios de todo el mundo han utilizado las pruebas automatizadas de análisis de calidad del esperma de la compañía durante 17 años y tienen una participación de mercado del 40 por ciento solo en EEUU.
“La gente nos había mencionado la idea de desarrollar una prueba de esperma casera porque para los hombres es difícil producir una muestra en un entorno de laboratorio”, explicó Marcia Deutsch, cofundadora de MES con su esposo, Gabe.
Hasta hace unos años, los kits caseros no podían hacer más que contar la cantidad de células en una muestra de semen. “Dudamos en entrar al mercado hasta que pudiéramos ofrecer una prueba de esperma móvil capaz de mostrar el video y que el usuario pudiera conocer tanto el recuento como la concentración móvil, lo cual es muy significativo”, le dijo Deutsch a ISRAEL21c.
Años atrás, los ejecutivos se dieron cuenta de que una prueba tan avanzada sería posible utilizando una plataforma de teléfono inteligente. Así, YO se lanzó después de cuatro años de desarrollo en Israel y ensayos clínicos en el país y en EEUU.
Dos pruebas en cada kit
Cada kit de prueba casera YO cuesta unos 204 shekels (USD 59,99) y contiene vasos recolectores desechables, portaobjetos de prueba, polvo licuado, toallitas limpiadoras y pipetas de plástico para dos pruebas, junto con un dispositivo reutilizable patentado para iPhone y muchos dispositivos Android.
El usuario debe seguir simples instrucciones para preparar un portaobjetos con una gota de su semen. La diapositiva se inserta en el clip y la aplicación YO controla todo desde ese momento, tomando una foto de la muestra para su análisis.
Los resultados, disponibles en minutos, se guardan en el archivo de YO junto con el video.
Los kits de recarga YO se pueden solicitar para un control a largo plazo de la calidad del esperma.
Para Deutsch, cuyo enfoque siempre ha sido de empresa a empresa, lanzar un producto de consumo masivo, era como empezar de nuevo. Pero a pesar de enfrentarse a una curva de aprendizaje, sintieron un propósito.
“Queremos impactar en la capacidad de las personas para tener hijos. Con la tendencia de la infertilidad masculina, una de nuestras misiones es aumentar la conciencia porque los hombres deben comenzar a ver qué pueden hacer para mejorar el recuento y la motilidad de los espermatozoides”, manifestó la directiva de MES.
El kit está disponible en todo el mundo a través del sitio web de YO y minoristas electrónicos como eBay y Amazon. “Estamos lanzando el producto en India, EEUU y Europa”, indicó Deutsch.
A sabiendas de que es probable que aparezcan productos similares en el mercado, Deutsch se enorgullece de que YO no solo fue el primero, sino también el único desarrollado y fabricado en Israel, donde se encuentran 55 de los 80 empleados de MES.
“Nuestra filosofía es mantener el producto en Israel aunque estemos lejos del mercado global”, afirmó Deutsch, que remarcó que es útil que MES ya tenga una red de centros de ventas y servicio en Europa, EEUU, India y China.
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