Es imposible hablar sobre el discurso arquitectónico en el siglo XXI sin discutir el diseño sustentable.

Conocida por su alta tasa de emisiones de dióxido de carbono y sus contribuciones a la contaminación del aire en relación con otras industrias fundamentales, el sector de la construcción y los edificios se encuentra en una implementación gradual de estándares para reducir su fuerte huella ecológica.

Junto al desarrollo de ciudades inteligentes y edificios ecológicos, esa industria explora el uso de materiales alternativos de construcción.

En ese sentido, la compañía Kenaf Ventures de Israel desarrolla y produce materias primas sustentables en base a la planta de kenaf (Hibiscus cannabinus) en un esfuerzo por descarbonizar el sector de la construcción sin reducir la calidad del producto.

Cosecha de kenaf. Foto cortesía de Kenaf Ventures

Construcción emisora de carbono

Si bien la industrialización marcó el comienzo de tecnologías eficientes desde el punto de vista económico para producir masivamente ladrillos, hormigón y acero, todos estos materiales comunes comparten un alto costo energético en términos de extracción, procesamiento y transporte de materias primas.

Además de extraer minerales y convertirlos en cemento, hormigón y grava, no separar los desechos en los sitios de construcción también contribuye a la alta tasa de emisiones de carbono.

Esto se conoce como energía incorporada (energía utilizada en la extracción, fabricación o transporte de materiales de construcción).

Es esta fase la que más contribuye a las emisiones de dióxido de carbono, que en última instancia es impulsada por la demanda.
Esto llevó al sector de la construcción a representar casi el 57 por ciento de las emisiones totales de dióxido de carbono del Reino Unido.

De acuerdo con un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los edificios y la industria de la construcción generan el 39 por ciento de emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía. También representa más de un tercio del uso final de energía del mundo.

En el informe se destaca que el avance hacia la edificación y la construcción sustentable no va a la par con el crecimiento del sector y la mayor demanda de servicios energéticos.

Kenaf, una planta muy  versátil

En años más recientes, la demanda mundial de fibra de origen vegetal ha ido en aumento debido a que se trata de un recurso sustentable y renovable.

En esa línea, Kenaf Ventures desarrolla tecnologías para mejorar los métodos de construcción convencionales, los productos de aislamiento térmico y acústico y la industria del plástico.

Contenedores hechos de kenaf y plástico reciclado en un campo de kenaf. Foto cortesía de Kenaf Ventures

La empresa fue fundada en 2011 e inicialmente operaba en Alemania y España. En 2018, los centros de desarrollo se mudaron a Israel, y hoy Kenaf Ventures coopera con el Laboratorio de Silicatos en el Instituto de Tecnología Technion-Israel, así como con un laboratorio privado de plásticos.

La amplia gama de productos de la empresa para la industria de la construcción se elabora a partir de la planta de kenaf, un tipo de hibisco originario de África pero que ahora crece en varias partes del mundo y del que se pueden producir fibras similares al yute.

Estas fibras pueden usarse para producir aceite, absorbentes, papel, telas, material de embalaje y, como se mencionó, materiales de construcción para la industria.

La planta no solo requiere una cantidad mínima de agua sino que también es muy versátil ya que se puede cultivar en diferentes tipos de suelo y condiciones climáticas.

Además, el kenaf absorbe más dióxido de carbono que otros materiales de construcción derivados de plantas e incluso absorbe metales pesados ​​del suelo.

Un campo de kenaf. Foto cortesía de Kenaf Ventures

“Gracias a su baja gravedad específica y su capacidad para absorber sustancias hasta 10 veces su peso, el kenaf también puede absorber contaminantes del mar”, afirmó Avishai Morag, fundador y director de tecnología de Kenaf Ventures.

De acuerdo con el ejecutivo, el kenaf es una sustancia “maravillosa” cuando se trata de absorber aceites pesados ​​como el alquitrán. “No conozco ninguna materia prima similar que sea tan eficaz como esta planta”, indicó, y añadió que en el derrame de petróleo de 2010 en el Golfo de México, se utilizó kenaf en los esfuerzos de limpieza.

“Se pueden hacer redes enormes a las que el kenaf se adhiere y es muy eficaz para almacenar el aceite y el alquitrán en ellas”, explicó Morag.

Respecto a Israel, Morag sugirió que kenaf podría ser útil para tratar el desastre del alquitrán derramado en la costa mediterránea del país en 2021.

Usar toda la planta

Cerca del 33 por ciento de la planta de kenaf está compuesta de fibras y los dos tercios restantes constituyen el núcleo. Uno de los principales desafíos en el proceso de desarrollo fue hallar una manera de utilizar la totalidad de la planta.

“A diferencia de las fibras del kenaf, el núcleo es considerado una sustancia inferior pero nuestro objetivo era encontrar una manera de combinar el cien por ciento de las partes de la planta en los productos que producimos, y lo hemos logrado”, expresó Morag.

El directivo describió que Kenaf Ventures ofrece no solo un producto ecológico, sino un concepto completo de producto: dónde cultivar la planta, cómo moverla y cómo producir el producto a partir de ella.

“En términos económicos esto  tendrá un efecto positivo en el medio ambiente y, por supuesto, en lo referido al costo”, explicó.

Los productos de la empresa que ya existen se encuentran en las etapas finales de aprobación de patentes, pero ninguno de ellos ha ingresado aún al mercado de la construcción.

“La industria de la construcción en Israel es conservadora y temerosa y esto tiene que ver con el hecho de que Israel lleva muchos años de retraso en algunos contextos ambientales como el reciclaje y la separación de basura, y la educación para la sustentabilidad. En ese sentido, Europa está adoptando mucho mejor el mundo de la construcción ecológica, y la regulación allí también lo respalda”, declaró Morag.

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* Amnon Direktor escribe para la agencia de noticias científica y medioambiental ZAVIT.