En lo más alto de un imponente rascacielos de Tel Aviv, una orquesta de músicos judíos, musulmanes, drusos y cristianos de todo Israel interpretó la canción emiratí “Ahebak” (“Te amo”) en homenaje al histórico tratado de paz entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos.

Publicado el 15 de septiembre para hacer coincidir su lanzamiento con la ceremonia de firma de los Acuerdos de Abraham en Washington, el clip ya tiene más de un cuarto de millón de visitas en YouTube.

“Hizo mucho ruido. Las reacciones son abrumadoramente positivas. Tampoco nos sorprendió recibir comentarios negativos. Creemos que tomará tiempo cambiar la actitud”, indicó Hana Ftaya, cofundadora y directora de la Firqat Alnoor Orchestra (“orquesta de luz” en árabe).

La orquesta Firqat Alnoor no es el único grupo musical multiétnico de Israel. Otros ejemplos son el Coro Juvenil de Jerusalén y el Coro Rana de mujeres, cuyos modelos de convivencia a través de la canción muestran la coexistencia en el país.

Sin embargo, la misión de Firqat Alnoor es única ya que busca elevar las tradiciones musicales árabes traídas a Israel por inmigrantes de países del este (mizrahí) como Irak, Marruecos y Egipto.

Los 25 músicos son hombres y mujeres, seculares y religiosos, provenientes de la Galilea en el norte hasta el Néguev en el sur y muchos sitios intermedios.

“Solo nos preocupamos por la música y no por la política. Realmente nos sentimos como una familia. Todos mis músicos me dicen que no parece que vayan a trabajar. Todos nos amamos“, le dijo Ftaya a ISRAEL21c.

Y ese es el espíritu con el que se concibió la canción “Ahebak”. Compuesta por Hussain Al Jassmi con letra de Ahmed Alsanea, la grabación de 2018 es popular en todo el mundo árabe y ha sido interpretada por una variedad de artistas, aunque nunca por una orquesta israelí dedicada a la música árabe.

“La noticia de los acuerdos de paz nos alegró mucho y queríamos hacerle un homenaje”, explicó Ftaya.

Ariel Cohen, un judío ultraortodoxo cofundador de Firqat Alnoor, eligió “Ahebak” y compuso un arreglo instrumental en el estilo clásico egipcio favorecido por la orquesta.

El productor Ronen Peled Hadad decidió filmar el clip a las 6 de la mañana en el techo de la torre circular del centro Azrieli de Tel Aviv (de 187 metros de alto) en homenaje al Burj Khalifa en Dubái, de 830 metros, el edificio más alto del mundo.

Las escenas de los miembros de la orquesta en su camino a la torre rinden un sutil homenaje a la película israelí (y luego a la obra de Broadway) “La banda nos visita” (2007),  que cuenta las peripecias de una orquesta egipcia que llega a Israel para actuar y termina en una ciudad equivocada.

“Le decimos al mundo que cualquier orquesta de cualquier país árabe será siempre bienvenida, con respeto y cooperación”, manifestó Ftaya.

La cooperación musical ya está mostrando signos de promesa. El cantante israelí Omer Adam ya visitó Dubái por invitación del jeque Hamad bin Khalifa y se unió a los servicios de Simjat Torá de la comunidad judía local.
Otra cantante israelí, Elkana Marziano, se unió al cantante emiratí Waleed al-Jasim en “Ahlan Beik” (“Bienvenido”), una composición en hebreo, árabe e inglés filmada en Tel Aviv y Dubái.

De generación en generación

Ftaya, investigadora de música judía, conoció a Cohen a través de su trabajo recolectando “piyyutim” del mundo para una página web dedicada a preservar esta antigua poesía litúrgica judía.

Ambos descubrieron un deseo compartido de elevar el perfil de la música “mizrahí” en Israel. De 1948 a 1993, la Orquesta Árabe Kol Israel actuó en la TV todos los sábados por la noche con algunos de los mejores talentos de ese estilo musical.

“Ese era nuestro modelo”, comentó Ftaya. Después de un arduo trabajo, Firqat Alnoor fue conformada en 2013.

Firqat Alnoor actuó en el Festival de Jerusalén. Foto cortesía

“Decidimos intentar encontrar a todos los músicos que tocaban música árabe desde el día en que nacieron pero que no tenían orquestas para tocar. Empezamos con 10 o 12 pero otros músicos se unieron a nosotros por pasión a la música. Muchos de ellos son de la Academia de Música y Danza de Jerusalén que tenían una orientación occidental pero contaban con el talento suficiente para volcarse a la música árabe oriental”, explicó la directora.

Los instrumentos incluyen el kanun de cuerdas, el oud, la flauta árabe nay, el contrabajo, el violonchelo, los violines y la percusión: la darbuka en forma de copa y los tambores daf y bendir.

Cohen, el director musical de la orquesta, toca la darbuka y al mismo tiempo dirige a los demás músicos. La orquesta no utiliza partitura escrita.

“Todas las composiciones están en nuestra cabeza”, dijo Ftaya, que explicó que este estilo de música libre de partituras se transmitió de padres a hijos durante muchas generaciones.

En ese sentido, Ftaya añadió que las mujeres no estaban incluidas en ese círculo, por lo que no es fácil hallar mujeres que tengan un oído natural para ese estilo. “Ahora casi un tercio de nuestros miembros son mujeres y estamos muy orgullosos de eso”, destacó.

“Tocamos la música que amamos”

En tiempos normales -sin pandemia- la orquesta ensaya dos veces por semana. Y sus miembros se las arreglan con un presupuesto otorgado por el Ministerio de Cultura y Deporte aunque esperan que llegue alguien que diga “quiero ayudarlos a lograr su anhelo”.

Parte de ese sueño es tener actuaciones conjuntas con músicos de cualquier país árabe. “Estaríamos muy felices de presentarnos en cualquier lugar que nos invite a llevar nuestro mensaje especial y nuestro amor por la música”, remarcó Ftaya.

De izquierda a derecha, el productor de video de Firqat Alnoor, Ronen Peled Hadad, la cofundadora y directora Hana Ftaya, y el cofundador y director musical Ariel Cohen. Foto: Evyatar Nisan

Mientras tanto, Hadad produce videos de alta calidad de la orquesta. Uno de ellos realizado en junio después del fin de la primera cuarentena por COVID-19, muestra a los músicos cenando juntos al aire libre e intercala clips del proceso de creación de la música de la orquesta.

En breve, se realizará un concierto virtual para una audiencia de El Cairo, organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y la embajada de Israel en la capital de Egipto. Mientras tanto, la orquesta graba un álbum de composiciones clásicas de música “mizrahí”.

“Tocamos la música que amamos y el arte que queremos crear. Conseguimos muchos logros que cinco años atrás apenas sonábamos”, concluyó Ftaya.