Un estudio piloto realizado por científicos israelíes confirma que las heces humanas se pueden convertir en combustible seguro y reutilizable y en fertilizante rico en nutrientes.

Según el innovador estudio publicado recientemente en Journal of Cleaner Production  los investigadores del Instituto Zuckerberg de Investigación del Agua de la Universidad Ben Gurion mejoraron el proceso al utilizar la carbonización hidrotermal (HTC) para calentar deshechos humanos sólidos en una “olla a presión” convirtiéndolos en hydrocar, un combustible de biomasa reutilizable similar al carbón vegetal.

El año pasado, ISRAEL21c publicó una investigación similar de la BGU en la que se describía la utilización de deposiciones de pavo  y otras aves.

Este nuevo estudio, dicen los investigadores, se enfoca en dos desafíos frecuentes en los países desarrollados: saneamiento y la necesidad de encontrar nuevas fuentes de energía.

Mientras el tratamiento de residuos en el mundo se ha ampliado de forma considerable en los últimos años, aún hoy hay aproximadamente 4.500 millones de personas que carecen de servicios de saneamiento básicos, según informa la Fundación Bill & Melinda Gates. Cientos de millones de personas -sobre todo en áreas rurales- van de cuerpo a campo abierto.

En 2011, la Fundación Gates lanzó el Desafío de Reinventar el Inodoro para acelerar la comercialización y la adopción de nuevas tecnologías de saneamiento. A principios de este mes, la entidad patrocinó una exposición sobre el tema en Beijing

Bill Gates habló en la exposición «El Inodoro Reinventado» en Beijing. Nnoviembre 2018. Archivo de Gates/Shawn Koh

En el estudio de laboratorio, los investigadores de la Universidad Ben Gurion sometieron las muestras a tres temperaturas (180, 210 y 240 grados) y diferentes periodos de tiempo (30,60 y 120 minutos).
Los sólidos se deshidrataron y fueron convertidos en una substancia conocida como hydrocar, un combustible sólido rico en nutrientes líquidos, que en esa fase se puede utilizar como fertilizante.

Los investigadores, entre ellos los futuros doctores Reut Yahan Spitzer y Vivian Mau, destacaron que el hydrocar esteriliza los desperdicios y eso los hace seguros. Los “carbones” se puedes utilizar potencialmente para calentar viviendas y para cocinar.

“Los excrementos humanos se consideran peligrosos por la transmisión de enfermedades”, explicó el profesor Amit Gross, decano del Instituto Zuckerberg. Y agregó: “Además de ser rico en material orgánica y nutrientes como el nitrógeno, el fósforo y el potasio, las heces humanas contienen partículas contaminantes procedentes de los medicamentos, que pueden causar problemas medioambientales si no se reutilizan de forma correcta”.

La escasez de energía es también un desafío en muchas partes del mundo. Aproximadamente, 2.000 millones de personas usan biomasa sólida -sobre todo madera convertida en carbón vegetal- para cocinar y calentarse. Pero el carbón vegetal conlleva a la contaminación atmosférica, emisiones de gas, efecto invernadero, deforestación y erosión. “Si tratamos los desechos humanos de forma correcta podemos acabar con ambos problemas de una sola vez”, explicó Gross.

El estudio ha sido financiado la Fundación Rosenzweig-Coopersmith y la Autoridad de Aguas de Israel.